Pescadores de hombres y pescadoras de mujeres
Este sacerdote es el padre Oriol, hijo de una familia rica, riquísima, mejicana, me parece, los cuatro hijos y una hija estaban en los legionarios de Cristo. El ha terminado por irse como sus tres hermanos que le han precedido en la decisión. Su hermana Malén todavía sigue dentro del Regnum Christi.
Lo traigo a colación para, por favor, todos los que leeis este blog y nunca pertenecisteis al Opus Dei observéis los gestos, la forma, el lenguaje de este señor. Me ha recordado a decenas de curas numerarios que en mi adolescencia se ocupaban de predicarnos a las futuras vocaciones y luego a las que éramos vocaciones recientes. Los mismos recursos escénicos, el alzacuellos hasta casi ahogarse, el repeinamiento, la teatralidad de las manos, el infantilismo del planteamiento, el predicar sin referencias de ningún tipo más que "tú y Dios" ¿qué quieres de mí Señor? como si la vida fuera eso y no un conjunto de factores sociales, personales, de aptitudes, de afectos, familiares.... y de evolución, muchas más cosas que van enredándose con el paso de los años en la vida de una persona y que con 14, 15 ó 16 nadie es capaz de calibrar.
Estos son los "pescadores", este es el tipo de gente y de discurso que se lanza en picado sobre niños y niñas criados por sus padres en un ambiente familiar de fe. Ellos son el peligro y el gancho, tras esa aparente piedad despegada de cualquier otra consideración que no sea la "voluntad de Dios" se esconde el cálculo interesado de las instituciones, sea el Opus Dei sean los legionarios. Los directores han calibrado muy bien quienes son las niñitas que están sentadas en el banco del oratorio, con las luces apagadas, sólo la lámpara del sagrario luciendo, escuchando la perorata y tragándosela que es un gusto. No hay escapatoria, o es muy difícil escapar si tus padres se han fiado de estas gentes, por su disciplina, por su aparente "fe de toda la vida". ¡Vaya toreo que se trae el Opus Dei con la manipulación de la juventud!
Se me pone el vello de punta de verme a mí misma, una chica que no había salido de su casa y se metió de hoz y coz en el Opus Dei. No tenía escapatoria, no había a dónde agarrarse. No había referencias ninguna, ni experiencia. Hace 30 años nadie había contado "yo también empecé así y acabé con una depresión y sin un duro y teniendo que empezar de cero a los 30 o a los 40." Nada. Silencio total.
Luego te enteras de que este señor Oriol tan enrrollado que por lo visto ha "pescado" una enormidad para los legionarios, es de una familia rica, que ha hecho dinero con su pertenencia a los legionarios, que incluso les deja su palacio para que vivan a todo confort, y que como no ha podido mandar todo lo que quería en legionarios, se va a seguir pescando por otro lado. Se habla de los abusos sexuales de Maciel, de sus dos familias escondidas, una en Méjico, otra en Madrid. No se habla del tema financiero.
Y con el Opus Dei pescador, ídem de ídem ¿qué sabíamos nosotras de las circunstancias de los que mandan en la institución? ¿qué de los intereses financieros que tenía el que yo me hiciera numeraria? ¿qué de que me hicieron tomar unos compromisos para los que no tenía edad?
Me parece atroz la poca sensibilidad hacia estas cuestiones, que se siga jugando con asuntos tan graves y que se siga permitiendo que esta gente siga actuando en nombre de la fe. Tal y como estamos ahora, el catolicismo se va pareciendo más y más al Opus Dei. Contagian todas sus ideas de ortodoxia, de manejo de la juventud, las JMJ llevan su sello, de exterminio del "diferente", de miedo y silencio. De inquisición, y de comprar mediante las finanzas.
Lo de la educación diferenciada y su defensa por parte del Opus Dei. Primera premisa, el Opus Dei no es una institución cuyo fin primordial fundacional sea la educación de la juventud, distingamos de una vez el Opus Dei de Salesianos, Maristas, Carmelitas, Teresianas... y tantas otras congregaciones cuyos fundadores (Marcelino Champagnat, don Bosco, Joaquina Vedruna) desde el primer momento dejaron claro que ellos lo que querían hacer era poner colegios para la instrucción de la juventud católica. Fueran chicas, fueran muchachos, futuros obreros o futuras amas de casa. Así NO nació el Opus Dei.
Para el founder dedicarse a poner colegios era un desdoro, era poco. Y lo dejó escrito, yo lo he leído, "nunca nos ocurrirá como a otras órdenes en la iglesia que han acabado poniendo colegios..." Quizas en esa frase el émulo no nombrado eran los jesuitas. Pienso que ni Vedruna, ni don Bosco ni Champagnat tenían esos aires de grandeza y ganas de darle la vuelta al mundo como un calcetín, ni tampoco hablaron de poner a Cristo en la cumbre de cada actividad humana, frases grandilocuentes de Escrivá, que muestran que no se andaba con chiquitas. Que había que reconquistar el mundo para Cristo. Es decir, lo que en España era doctrina oficial en 1939.
Pero ni siquiera Franco, tan sólo un gobernante autoritario como sabemos por el supernumerario Luis Suarez, impidió que este país evolucionara. Y si en 1940 hacerse cura, hacerse monja, hacerse del Opus Dei, todavía desconocido pero en plena y silenciosa expansión, eran salidas honrosas para ganarse el pan y ocupar un puesto en la sociedad, 20 años más tarde las cosas habían cambiado tela. Fue porque empezaba a ser difícil pescar numerarios y numerarias adultos, indispensables para la máquina de enriquecimiento y poder que es el Opus Dei, por lo que el founder no tuvo más remedio que reconocer que hacían falta colegios en los que "sembrar la semilla de la vocación" desde el jardín de infancia a poder ser. Y para poder hacer efectivo el que una chica de 14 años o un muchacho de la misma edad, se decida por el celibato, hay que forzar la situación. ¿Cómo se fuerza la situación? quitándote de la vista al sexo opuesto en el colegio que es donde los niños y niñas se relacionan unos con otros, y donde se aprende lo normal y natural, que el mundo está hecho de mujeres y de hombres. Que el mundo no es un convento, vaya.
Lo de la sexualidad como una dimensión humana fundamental donde convergen tantas cosas, o ella misma, con su fuerza de definición de la propia personalidad, es un resorte que si se quiere controlar a la persona hay que cogerlo rápido y por los cuernos. Sobre todo en la adolescencia. Mucha de la fuerza, de la "credibilidad social" del Opus Dei entre católicos y otros que no lo son tanto pero siguen pensando que un colegio donde hay mucha religión es un colegio donde hay disciplina, está en esa separación estricta y notoria hombres-mujeres.
Me acuerdo que cuando salí del Opus, algunos me preguntaban muy extrañados el porqué de esa separación tan estricta y exagerada, al menos aparentemente, entre hombres y mujeres. Me dí cuenta por la cara que ponía mi interlocutor de que lo que yo veía tan normal desde mi adolescencia, que no me relacionaba con hombres más que para confesar y comulgar, era extrañísimo. Una vez más la marciana era yo.
Son las necesidades de recluta de célibes las que han llevado a poner colegios al Opus Dei. No un interés por la enseñanza, sino la "pesca". El motivo y el porqué no es otro. Una vez que se tienen los colegios de "célibes" ya se buscarán debajo de las piedras argumentos, a poder ser venidos de Estados Unidos, o de protestantes o de gente que nada tiene que ver con el catolicismo, para remachar que "los últimos estudios en educación demuestran que los niños rinden mejor si no hay niñas en el colegio".
Gracias por considerar que algo tengo que decir en el tema educativo, me han remachado tanto que no tengo ni idea que me refresca mucho oír lo contrario. No sé, yo no hago estudios con mis alumnos de nada, sobre qué es más eficaz en mi labor diaria. Lo más eficaz a la hora de enseñar es que como profesor te guste tu trabajo y disfrutes haciéndolo. No que todo sean niños o que todo sean niñas. Y por supuesto, que te dejen hacerlo, que te dejen trabajar. Pero ese es otro tema.
Sobre lo brutos que se ponen los muchachos cuando no se relacionan con niñas con normalidad y lo cursis que se ponen las niñas cuando no hay niños alrededor, problemática que para mí era desconocida, me han hablado, ya ves que casualidad, madres que llevan a sus hijos a esos colegios opusinos.
Y también sobre las disfunciones y rarezas en las relaciones de todos los ex numerarios en el trato con el sexo opuesto, sobre todo de los chicos ex cuando dejan el Opus Dei, han hablado ellos mismos largo y tendido hasta la extenuación en opuslibros.org. Parece hasta mentira que hombres adultos puedan pensar, hacer y decir tantas tonterías por el mero hecho de que por decreto te han prohibido mirar a las mujeres y tratar con ellas desde pequeño. Afecta mucho. La represión es atroz. Pero más vale reírse de ella y tomárselo con filosofía.... y todo siempre por lo mismo: controlar y reprimir la sexualidad de la gente te da poder sobre ella y te da poder ante los demás.
Comentarios
Imagínate cómo vemos esto los que hemos elegido no creer en dios.
Viendo argumentos y actitudes de sus más excelsos creyentes me empuja aún más a ello.Como a éste, que le habla y todo!!
Me asombra ciertamente el estómago de estos iluminados buceando continuamente en la contradicción, basada, además,y sin ánimo de ofender, en una fantasía.
Estudié en Maristas, fui víctima del "aparjeiz" de sexo y eso se paga.
Tampoco ayudaba mucho la moralina al respecto en casa. Hubo que reciclarse y eso es trabajo extra.
Un afectuoso saludo.
Viendo los periódicos de hoy me quedo pasmado.
http://www.20minutos.es/noticia/1069489/0/diccionario/biografico/franco/
Si quieres estar enterados busca Transtevere un blog de V21 o la página de los exlegionarios en España. O el último Blog que se llama paceminterris.