SANTO SERÁS. DOS MUERTES DIFERENTES
Lo del hilo y el ovillo era porque investigando la denuncia de los malos tratos laborales recibidos por esta chica, el juez de instrucción se encontró con líos de dinero, de grandes sumas que entran y salen de diferentes cuentas y que hacen sospechar tramas financieras inconfesables. Lo que pasa es que no pudo seguir la investigación, pidieron permiso a París y no se lo dieron. La trama implicaba a algún numerario del Opus Dei colaborador de Christine Lagarde, entonces ministra de Finanzas, hoy directora del FMI. Serán pocos los opusinos franceses, pero no se han quedado regentando porterías como tantos emigrantes españoles de los años 60...
La novela "Santo serás" (2011) de Vicente Clavero parece un reportaje periodístico. Ya dije en un post anterior que no me ha quedado claro la relación que este periodista de origen malagueño ha tenido o tuvo con la información religiosa. Cabe la posibilidad de que alguien "enterado" le haya contado de primera mano las maniobras que se llevaron a cabo durante el pontificado de Juan Pablo II para asegurar la elección de Ratzinger y la beatificación del propio papa polaco.
No quiero desvelar la trama de la novela. Sí algunas cosas que me han llamado la atención de la misma. Parece evidente después de su lectura que la elección de Ratzinger estuvo amañada, nunca se había visto que un inquisidor llegara a Papa, Ratzinger con su antiguo cargo al frente de la Congregación para la doctrina de la Fe era el cardenal que más enemigos se había ganado. Pero en 2002 Juan Pablo II lo elevó a decano del colegio cardenalicio, asegurando más si cabe su poder sobre los cardenales electores
El tono de este párrafo que extraigo de Santo serás no es el de una novela:
"Su firmeza y el conocido respeto que su trabajo le merecía al Papa acrecentaron la influencia de Raztinger sobre la Curia, hasta el punto de convertirlo en una persona incontestable. .Pocas decisiones se tomaban en el Vaticano sin contar previamente con su consentimiento o al menos con su autorizada opinión. Ganarse al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe era el paso previo para obtener la anuencia de Juan Pablo II. En la práctica funcionaban como Papa y "vicepapa", por más que este último cargo ni ha existido jamás ni es pensable dentro de la jerarquía de la Iglesia católica.
(...)el caso es que con el tiempo, Ratzinger se había convertido en un referente de la Iglesia y no sólo de puertas adentro. Menos proyección exterior le proporcionaba su otro cargo de relevancia: el de decano del colegio cardenalicio. Había accedido a él dos años y medio antes, después de sortear algunos obstáculos con la inestimable ayuda de Juan Pablo II...
En 1993 Juan Pablo II ascendió a Ratzinger a la primera división y eso despejó el camino para que pudiera ser elegido decano por sus compañeros y, llegado el momento, dirigir el tránsito entre la muerte del Papa y la elección de su sucesor. Wojtyla no quería dejar nada al azar y durante años se había dedicado a renovar en profundidad el colegio cardenalicio. Como consecuencia de ello, el siguiente Cónclave estaría ampliamente dominado por príncipes de la iglesia que le debían el título. Pero era una temeridad dar por hecho que con eso bastaba para conjurar el peligro de que, al final, optaran por la persona inadecuada. De ahí el empeño del polaco en que el proceso lo pilotara un hombre de su absoluta confianza y con una entereza a toda prueba para resistir las presiones de las que sin duda sería objeto. El 30 de noviembre de 2002, tras la renuncia de Gantin, que había cumplido ochenta años y deseaba retirarse a su país natal, Benin, Ratzinger se convirtió en el nuevo decano y Juan Pablo II pudo respirar tranquilo."
Por otra parte es verdaderamente chocante comparar como tuvieron lugar las sendas muertes y funerales respectivos de los dos Juan Pablos.
Sólo he dado con esta pequeña foto en blanco y negro del papa Juan Pablo I difunto. Por contraste proliferan en internet las fotos que demuestran la pompa y fasto organizados con ocasión de los funerales de Juan Pablo II. A Juan Pablo I se lo quitaron de en medio corre que te pillo, su persona molestaba mucho en la curia.
Hubo distintas versiones sobre la muerte de Juan Pablo I. ¿quién lo encontró muerto? ¿su secretario personal o una de las monjas que se ocupaban de él desde sus tiempos de Venecia?. Murió solo, en la noche. Lo encontraron en la cama con unos papeles en la mano a las 4.30 de la madrugada, inventaron que estaba leyendo el Kempis. Villot, el cardenal secretario de estado entró como un rayo en la habitación y arrambló con todos los objetos del papa,testamento, gafas, zapatillas incluidas ¿por qué? En 400 años ningún papa se había muerto tan rápidamente. Descubrieron el cadáver a las 4.30 am y en 15 minutos llamaron a los embalsamadores papales. Un coche del Vaticano se presentó a recoger a los hermanos Signoracci ¡a las 5 a.m.! Había prisa por deshacerse del cuerpo y evitar la investigación. Pero aunque se quiso dar la impresión de que el cuerpo estaba embalsamado cuando se mostró al público aquella mañana, en realidad sólo se le embalsamó por la tarde. A las 6.00 a.m Villot había recogido todas las pertenencias de Juan Pablo I de los apartamentos papales, no quedó ni rastró de él, y selló dichas estancias, impidiendo la entrada hasta la elección del siguiente papa.
Cualquier ciudadano italiano muerto en las extrañas circunstancias de Luciani hubiera tenido derecho a la autopsia. Impidieron que sacaran la sangre del cadáver, una gota hubiera bastado para descubrir envenenamiento si lo hubo. Pablo VI no fue embalsamado hasta 24 horas más tarde de su muerte, como indica la ley italiana. Dijeron y desdijeron mentiras, dispersaron a los íntimos colaboradores del papa que más afectados estaban por su muerte.
Funeral de Juan Pablo II, de los 3 cardenales arrodillados, el de en medio es Herranz, numerario del Opus Dei |
En la página 110 y siguientes del libro de Vicente Clavero se describe "toda la gente" que presenciaba la esperada muerte de Juan Pablo II ¡qué diferencia! Una publicidad excesiva en el dormitorio de un moribundo: el médico Buzzonetti que certificó la muerto junto con sus colegas Barelli y Ciro D'Allo, la monja polaca Tobiana Sobodka y otras dos compañeras, el secretario personal del papa monseñor Dziwisz, cardenales Angelo Sodano, Leonardo Sandri, Camillo Ruini, Martínez Somalo. Ratzinger fue el último en llegar y preguntó si habían avisado a los Signoracci.
Martínez Somalo como cardenal camarlengo fue el encargado de cubrir el rostro de Juan Pablo II con un velo blanco y pronunciar estas palabras: "Vere Papa mortuus est."
También explica este libro el origen de las pancartas que se vieron en la plaza de san Pedro el día de la muerte de Juan Pablo II "Santo subito" , curioso origen orquestado por unos y ejecutado por otros.... Pero no lo voy a contar todo, merece la pena leer "Santo serás".
¿Quién preparó las espontáneas pancartas? |
He tenido la misma impresión que con el libro "Aristocracia española" de Begoña de Aranguren, pone que es una novela pero en realidad está contando hecho verídicos.
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