OBSCENIDADES

Gracias Noelia por esos links tan buenos. Todo lo que se dice en cada uno de los párrafos de esta noticia se puede enmarcar en el título del post. También se me ocurre otro: decadencia. Los comentarios a la noticia demuestran que aunque no son mayoría, todavía hay españoles con más de una neurona. Lo macarrónico de la sesión del 7 de septiembre ya forma parte de la biografía del presidente del coi español. Me ha recordado a otro Blanco que era de los que ocupaban la calle con su Foro en la temporada de ZP, ¡qué tiempos! De ese aseguraban que "pertenecía".
Café con leche y plaza mayor han pasado a la antología de los disparates. Sí por lo menos hubiera sido otra la personalidad al frente de la capital de España no tendríamos esta amarga sensación nihilista sobre nuestros representantes.

Hoy son 30 años del polémico suicidio de Allende. Aunque los tribunales declararon en 2011 que se suicidó y se supone polémica cerrada. Una fecha para recordar que desconocía.

Decididamente el ambiente ha cambiado, hay preocupación por problemas reales, por sufrimientos que afectan a las gentes, por la paz. La agenda de prioridades es otra en Roma. Se oyen cosas que no habíamos oído en 40 años. ¡un obispo investigado por derroche! denunciado por los propios fieles. La cara del señor obispo da terror, infunde desconfianza.
 Los responsables romanos se preocupan de la calidad ética de la democracia, nula por aquí, y del reconocimiento de los derechos sociales.

¿Para cuando algo así en España? para nunca.



Hubo un atisbo rápidamente puesto en sospecha no por la autoridad competente. Y a partir de 1978 se inició la carrera de la beatificación de una parte de los muertos en tiempo de guerra. De los muertos en tiempo de guerra de la otra parte, y de los muertos en tiempo de paz de esa misma parte acabado el conflicto nada se sabe. Sin noticias de padres de familia requisados por los pueblos para "pasear" o "encarcelar". Es como si todos calláramos porque todos participamos en esos asesinatos oficiales. No es un problema sólo político, sino moral.

Pero están los tiempos como para plantearse el pasado. La obscenidad del presente nos basta y sobra.

Artículos como este, donde se habla del fundador en zapatillas,  del fumeteo, el amor a los licores, transparece la vida padre, nunca mejor dicho, en la casa central de "ellos". Resalta el machismo reinante. Fumar y beber es cosa de hombres, ¡qué típico de la antigüedad española! en ella nos criamos. Mala pata nacer mujer en un país donde el mando merecida o inmerecidamente siempre lo tienen ellos. Nos daban una imagen idealizada al máximo del padre, era un personaje celestial fabricado a medida de nuestra capacidad de creer e ilusionarnos. Que era mucha.

Como me dijo alguien a quien aprecio "en la próxima reencarnación a lo mejor somos de otra manera pero en esta no tenemos remedio."
Sí lo tenemos, sólo que hay que aprender a moverse entre los tiburones y reírse, reírse sin parar porque es lo único que se merecen con sus aires de ser más que nadie y sus maniobras para hacernos creer que éramos y que somos inútiles.