PSICOLOGÍA SUPERFICIAL. SOBRE LA MALDAD HUMANA

Se hará la recopilación. 

No tenía ni idea de que intentaron lanzar un cantante llamado Iñigo Quintero, iba a preguntar si era este el lanzado, tiene cara de buena persona y como muy juvenil. Tampoco estaba al corriente de que en redes sociales descubrieron su lanzadera opus. Me recuerda que una super, la madre de Luis, el de "los que le llamábamos Adolfo" pretendía haber descubierto a Julio Iglesias cuando estaba ingresado en el hospital. Era futbolista del Real Madrid lesionado y allí habrían coincidido. En la wiki no se cuenta lo de la super mentora, se dice que dejó el fútbol por la canción, aunque no fue inmediato.

El artículo Chalés para desprendidos es un aperitivo inmobiliario de rien du tout. Multípliquese por 10, 15, 20...en aquellos tiempos, y solo para Madrid y luego añádanse los coles. Hay que tener en cuenta que Madrid eran dos Delegaciones, Madrid Este, Madrid Oeste, separadas por la Castellana.

Con una sola Delegación no daba para santificar el control  de miembros/-as/-es de la capital. Los opus de Canarias estaban incluidos en una de esas dos deles. 

 Así que sí había mucho más que lo que sale en las fotos. En los 90 en mi ciudad natal, me salían 100 centros, añádase los de las 3 provincias vascas, Logroño y Soria, donde no vivían las numes y tenías una dele. Inmensa dele. En Andalucía hubo que dividir en 2 Deles, Granada y Sevilla, Valencia, Barcelona, Valladolid, Santiago, Zaragoza completaban las demarcaciones. No sé si  han sido suprimidas.  Hemos sido mucha gente, bastante más de la que parece por el poco ruido que se hace.

Es doloroso que nos den dirección espiritual desde el Hormiguero, pero nunca han dejado de hacerlo, no existe la horma de su zapato. El elegetbeismo les da  un par de tortas desde la supuesta izquierda. Pero las tortas deberían de llegar desde la supuesta derecha. Desemascarar la superficialidad de lo que defienden.  

  

No tienen en cuenta el contexto, lo dice Nacho Roura y es lo mismo que aportó Iñigo Rubio Zavala, el ex supernume y psiquiatra que estos días está ultimando preparativos para el encuento de ex miembros de sectas en Santiago. Sorpresivamente con los problemas que hoy llamamos mentales o psíquicos, escrivarianismo   adolece de materialista: 

"reduce la salud mental a cerebro e ignora cualquier tipo de factor externo como los contextos sociales, económicos o políticos".

Así se comportan con las numes que critican, está en el protocolo. Si haces una critica a la directora del centro o muestras tu desacuerdo con una decisión de los superiores, "estás enferma". 

La disidencia por cualquier bobada es considerada patológica. Cuando en realidad nos hacemos personas disintiendo, chocando con otros y resistiendo.

Al diagnóstico  impostura, le sigue  el remedio impostura: quien tiene que cambiar es siempre el individuo. Llega el lecho de Procusto. En este caso medicación adormidera, que atenue la actividad corteza prefrontal. En los casos más graves puedes acabar arrastrando los pies y babeando con 30 años.  Voluntad de Dios, has de aceptar la enfermedad que Dios te envía, o sea la que los jefes decretan y los médicos a su servicio firman con diagnósticos ad hoc.

Que estos protocolos de los santificadores sigan siendo hoy un misterio y un enigma es lamentable. Muchas personas han probado la medicina. Aunque más que materialismo es pragmatismo, ya que no pretenden curar ni aliviar, solo quitarse un problema de encima por la vía rápida.

Lo uno con algo que he oído repetir últimamente:  parece que entre las profesiones que más adhirieron sin cuestionar y con entusiamo al régimen de los mil años del bigotudo figuraban los médicos. 

Viendo el número de médicos a su servicio en esta España y en países hermanos que no dudan en medicar porque una institución lo dice, más allá de lo que ellos concluyan sobre el paciente en su consulta, me resulta creíble. ¿Por qué es una profesión tan deshumanizada?

Sin embargo la vida pasa y por mucha fama que se den, hay profesionales como ese citado que se dan cuenta  del simplismo apabullante. 

En España las agendas ideológicas nos las imponen y no hay debate. Prima lo políticamente correcto, no el análisis serio y desprejuiciado. Como hoy lo políticamente correcto es la sexualidad fluida hacer ciertas afirmaciones en la tele son una pura bomba. No la desmonetizarán ni la cancelarán por ello. Estimo que su tiempo ha pasado, les queda el poder, el dinero y la influencia que con ello se puede comprar. Pero el soufflé se desinfla.

Me he leído la respuesta a Mónica Terribas, "En el comunicado, el "Opus Dei" reitera que la serie aporta una visión sesgada de la obra y los presenta como "una organización de personas malvadas cuya motivación es hacer daño".

A mí sola se me ocurre que aunque abarcaron a muchas almas inocentes palomas, todo el que se dejaba y no se andaba listo, al cabo de los años sólo quedan dentro enfermos o seres humanos que han hallado su sitio por la predominancia de la tendencia al sadismo en su forma de ser. Quizás sadismo no es la palabra, pero si estamos hechos de un manojo de tendencias y todos las tenemos todas, que duda cabe que en distintos seres humanos predominan distintos rasgos. No concibo la vida como una sesión de aplastamiento al de al lado, pero lamentablemente existe y en instituciones dañinas ese tipo de seres se halla como pez en el agua. Haciendo una cosa mientras dices lo contrario, sintiéndote bien porque eres poderoso y engañas como chinos a los demás...y aplastas a la gente hasta el punto de que el aplastado te agradace el aplastamiento y te respeta. Que es más o menos lo que observamos. 

Pero unas palabras sobre el mal en el ser humano que me he encontrado hoy mismo, son de John Lukacs en "El futuro de la historia" (2011), pp. 97-98, pequeña joya para todo ser aficionado a la historia, me han llamado poderosamente la atención y 🐜 las podría incluir en su repertorio de frases que oyó a un amigo o leyó en un libro, porque explican bien lo que nos pasa con la maldad:

"Un historiador atento tiene la obligación de atender no sólo a qué ideas predominan sino a cómo y por qué han surgido esas ideas, hasta llegar a invadir e incluso alterar la historia de las personas. Y aún debe añadir la principal pregunta histórica: ¿Cuándo? Sobre esto, fue de nuevo Kierkegaard quien formuló una verdad profunda, pero de puro sentido común:

Se puede  ser bueno y malo, pero no se puede devenir a la vez bueno y malo.

Una frase que supera incluso a otroa gran verdad sobre la naturaleza humana acuñada por La Rochefoucauld:

Hay malvados que serían menos peligrosos  si no tuviesen ninguna bondad.

La frase de Kierkegaard hace  referencia a la creación divina del tiempo. Y también viene a responder una pregunta incómoda que algunas personas se hacen sobre alguien como Hitler. Hace 14 años escribí: Es cierto que los deseos, los pensamientos, afirmaciones y decisiones expresados por Hitler estaban llenos de maldad.

Sin embargo, no hay que perder de vista que el mal, así como el bien, es parte de la naturaleza humana. Nuestra inclinación al mal, se convierta en actos o  no, es reprensible, pero también normal. Negar esa condición humana lleva a aseverar que Hitler fue anormal, y con la colocación simplista de esa etiqueta de anormal se lo vuelve a eximir de toda responsabilidad. El Hitler que era amable con los niños y con su perro y el Hitler que deseaba, y que ordenó, la eliminación de pueblos enteros eran la misma persona, en momentos distintos.

Hitler no solo poseía un talento intelectual muy considerable, también era valiente, seguro de sí, tenaz en muchas ocasiones, leal con sus amigos y con quienes trabajaban con él, autodisciplinado y frugal en sus necesidades materiales. Lo que aquí se sugiere no debe ser sacado de contexto ni entenderse o leerse de modo incorrecto; no significa, bajo ningún concepto, que Hitler fuera malo solo al 50%. 

La naturaleza humana no es así. Una verdad a medias es peor que una mentira, puesto que no tiene en ningún caso un 50% de verdad; es la mezcla de una verdad y una mentira al ciento por ciento. En matemáticas, con unos números rígidamente fijados e inmóviles, cien y cien suman doscientos, en la vida humana, cien y cien suman otra forma diferente de cien. La vida no es constante: está llena de negro y de blanco, de frío y calor, todos al ciento por ciento, los unos creciendo mientras otros se reducen.