MATANZAS Y HUIDA
Cuando estalló la guerra se quitó la sotana y no se la volvió
a poner mientras vivió en la zona republicana. Se dejó crecer la tonsura y
usaba el anillo de boda de su madre. Comunicó a los apóstoles que aunque estaba
dispuesto al martirio, tenía una misión divina que cumplir y su deber era hacer
lo posible por sobrevivir.
Aunque no se tenga una misión es obligación luchar por
sobrevivir.
Barbastro ciudad de curas y militares, sufrió como ninguna
otra la guerra. Disponía de monasterio benedictino, colegio misionero, colegio
de los escolapios, seminario y capítulo catedralicio. Se convirtió en el blanco
favorito de la indignación anarquista liderada por Eugenio Sopena. El seminario
fue demolido, los curas arrestados, “muerte a los pajarracos”.
De Barcelona partió una columna de anarquistas, se dividió
en dos y la del norte mandada por
Domingo Ascaso llegó a Barbastro el 25 de julio por la tarde. Llegaron
en tren acompañados de prostitutas de Barcelona vestidas con monos de trabajo. Habían
reclutado a toda la escoria liberada de las cárceles. Les seguía un convoy con
ametralladoras y otras armas. Empezaron las ejecuciones. El coronel que mandaba
la guarnición en Barbastro se unió a los anarquistas y lanzó otra columna hacia
Huesca que fue derrotada por la guardia civil. Esa noche Barbastro fue presa de
una orgía de violencia: las iglesias saqueadas y todos los objetos quemados en
la calle, desmantelaron el altar de la catedral y tiraron al río Vero la pila
bautismal. Las iglesias fueron reducidas a escombros.
Durruti llegó de Zaragoza y arengó a los anarquistas, la
prisión estaba llena de camisas azules y de "pajarracos negros". Mariano Abad un
anarquista imprimió un papel en el que ponía “vale por 20”, de cada 400 se ejecutaría
a 20 prisioneros. Esa misma noche se fusiló a una buena cantidad en las tapias
del cementerio. El obispo Asensio sufrió una especie de juicio “de Herodes a
Pilatos”, con idas y venidas a la prisión,
al negarse a contestar a las preguntas del tribunal le golpearon con un
ladrillo en la boca, lo castraron, lo llevaron al cementerio donde le
dispararon dejándolo moribundo sobre una pila de cadáveres. Pasó una hora hasta
que le dieron el tiro de gracia. El médico se quejó de que con tanto disparo
los enfermos del hospital no podían descansar, las ejecuciones se trasladaron a
3 km. 800
barbastrenses fueron ejecutados, 9 de cada 10 curas perdieron la vida, en
Madrid la proporción fue de 3 de cada 10.
Mariano Albás el padrino del founder también fue ejecutado
junto con los seminaristas pero no es mencionado en las biografías oficiales.
En contraste con el calvario sufrido por los curas de su
pueblo, Escrivá se pudo refugiar en una clínica psi donde simuló que estaba
loco. Un día los milicianos hicieron un registro. Un interno se acercó y
señalando la ametralladora preguntó. ¿Es un instrumento de viento o de cuerda?.
Un miliciano preguntó al founder: ¿quién es usted? Soy el dr Marañón. Fue
suficiente.
3 meses más tarde la dirección del asilo pidió al supuesto
Dr Marañón que se marchara. Encontró refugio en la legación de Honduras con su
hermano Santiago, Juan Jiménez Vargas, Eduardo Alstrué y José María Albareda. Se
les unió Portillo después de un arresto de 3 meses del que fue liberado. Los 6
compartían una habitación de 2 m
y medio por 3 m.
Fue su hogar, despacho y capilla durante 5 meses. Sólo comían y cenaban alubias
con “proteínas”, había bichos dentro de las legumbres. Estableció un horario de
oración, trabajo y meditación.
Albareda habló a Escrivá de otro aragonés que había conocido
refugiado en la embajada de Chile: José Ibañez Martín, miembro de la ACNdP. Pájaro de cuenta que
prosperaría con Franco. Y que colaboraría con Opus abriéndoles las puertas del
CSIC.
La noticia de que el Vaticano había reconocido al gobierno
de Burgos animó al founder a “pasarse”. Albareda supo que su hermano se había
pasado gracias una organización que llevaba a la gente por el Pirineo hasta
Andorra. A principios de octubre de 1937 él y otros tres (Albareda, Alvira,
Sainz de los Terreros) consiguieron permisos para viajar a Valencia. En
Valencia se encontraron con Francisco Botella y Pedro Casciaro que tuvieron que
desertar del ejército republicano para “pasarse” a Burgos.
De Valencia fueron a Barcelona donde pasaron seis semanas
dando vueltas por la ciudad esperando el contacto, el “Lechero”.
A mediados de noviembre Escrivá, Albareda, Juan Jiménez,
Casciaro y Fisac se montaron en un autobús, se bajaron poco antes de Seo de
Urgel. Allí se encontraron con el guía que los llevó por el monte. Dormían en
pajares y a veces al raso. El founder quería volver, la valentía nunca fue lo
suyo. Una noche discutió con Juan Jiménez Vargas “Pasará a la otra zona aunque
lo tenga que llevar del pelo”. El founder sollozaba y pasó la noche entre
llantos y rezando a la virgen para que le diera un signo de cual era la
voluntad divina: pidió que floreciera una rosa.
Por la mañana Escrivá se encontró una rosa de madera que se
había caído de alguna estatua de la virgen. Fue la respuesta y desde entonces
tenemos la rosa debajo del sello circular con la cruz dentro, y también símbolo
de la opusina editorial Rialp, que lleva el nombre del bosque donde todo eso
sucedió. Siguieron subiendo y bajando montes cuatro noches más, a veces, con
los pies en el agua de los arroyos para despistar a los perros de los
carabineros. Fisac tuvo que cargar al founder para que no se mojara. El suelo
estaba helado y ellos empapados. Escrivá tuvo un bajón, titiritaba, apenas podía andar. Juan le daba masajes. El
guía tenía prisa, la patrulla fronteriza tenía órdenes de disparar a la
primera, echaron a correr, descendieron un valle y tras pasar a la siguiente
loma el guía les dijo que estaban en Andorra y desapareció.
José Ibañez Martín, ACNdP, min. Educación | favorecedor OD |
Pocos días más tarde llegaron a San Sebastián, pasando por
Lourdes donde hubo una misa con anécdotas edificantes que he olvidado. La
navidad la pasaron con el obispo de Pamplona que los acogió y el 8 de enero
llegó a la capital del Reino franquista, Burgos. Se instalaron en el hotel
Sabadell, Albareda, Casciaro y Botella. En el hotel, qué azar, se alojaba
Ibañez Martín que ya era ministro de Educación de Franco, le buscó colocación a
Albareda. Mediante contactos consiguieron que Botella y Casciaro no fueran al
frente, sino que trabajaran de oficinistas.
Escrivá viajó a Salamanca donde se entrevistó con Josefa
Segovia, jamás había oído de esa entrevista. Era la sucesora de Poveda,
fundador de las teresianas fusilado en Madrid. Maria Josefa escribió en su
diario: “Estuve de nuevo con don José María, Me emocionó, parece un fantasma,
llora…Habló de su última conversación con el padre Poveda, unos días antes de
que nuestro fundador fuera martirizado. Revivimos todos los horrores de la
persecución. Por lo demás llega cargado de proyectos.”
En este encuentro parece que el founder se tomó considerable libertad con la verdad
mientras jugaba con los sentimientos de la rica aristócrata. Por sus biógrafos
sabemos que cuando estalló la guerra no volvió a ver al padre Poveda y no se
enteró de su martirio hasta 3 meses más tarde. Poveda murió el 27 de julio de
1936.
Paseo del Espolón en Burgos, años 20 |
No se sabe si Josefa Segovia contribuyó a llenar la vacía
caja del incipiente opus. Pero tras su regreso de Salamanca el founder empezó
de nuevo la tesis doctoral (motivo de su estancia en Madrid…desde más de 10
años atrás) transformándola en un estudio sobre la Abadesa de las Huelgas. Dice
que el cambio lo pensó un año antes cuando le hizo ver a Pedro Casciaro que el
futuro jurídico del opus estaba en unas tumbas que había en la iglesia de santa
Isabel. Eran las sepulturas de dos Ordinarios Palatinos, titulares de una
prelatura nullius, es decir, un Ordinario sin territorio pero con su propio
clero y fieles.
¿Probablemente otro fake creado a posteriori? Sí, porque lo
del instituto secular nada tiene que ver, y fue la “primera figura” a la que se
apuntó.
Comentarios
Aquí puede leerse su autobiografía, muy recomendable:
http://www.claret.org/sites/default/files/documentos-biblioteca/autobiografia_s.a.m._claret_buenos_aires_2008.pdf
No tengo claro cuándo y cómo fundó los claretianos, que en su biografía no lo aclara.
Guinea, colonia catalana - La Vanguardia 10 jun. 2016
http://www.lavanguardia.com/edicion-impresa/20160610/402401508770/guinea-colonia-catalana.html
Por ejemplo, el primo de los Valls Taberner, el ahora famoso Felix Millet autor del sangrante desfalco del Palau, empezó su carrera de negocios en Guinea, posiblemente al servicio de los Valls Taberner. Y también participó en la cofradía y colegio Virtelia, una especie de Opus bis. Un asunto muy poco conocido pero muy importante, porque de Virtelia sale prácticamente toda la casta que ha estado manejando Cataluña en las últimas décadas, Jordi Pujol, Maragall, Miguel Roca, y un montón de gente conocida, casi un monopolio:
https://ca.wikipedia.org/wiki/Escola_Virt%C3%A8lia
Y ya, sin pensar mal sino simplemente viendo la realidad, esa función la cumplió luego el Opus, hasta hoy.
https://exopus.wordpress.com/category/nombres-propios/josefa-segovia/
1 de diciembre 1945: “Asunto enojoso de D. José María E. en el que intervengo con mucho gusto”. ¿Cuál?
¿Qué grave injerencia hizo el Opus en las Teresianas? Presumiendo de ser distintos, ultralaicos, únicos y singulares, y entrometiéndose en las Teresianas.
Pág 608: A lo largo de 1953, año especialmente difícil para su salud (de Josefa Segovia), decidió afrontar también lo que desde hacía tiempo le estaba produciendo tensión interior. Durante la guerra de España y en los primeros años cuarenta se había mantenido la relación frecuente y cordial con don José María Escrivá, como hemos indicado. Pero, a medida que se fue consolidando la Obra de éste, surgió una situación de gran sufrimiento para Mª Josefa. El 7 de agosto: “Escribo a D. José María Escrivá suplicándole remedie la relación de los suyos con las nuestras, ¡carta más difícil!”. Tardó en enviarla (nota 59: El 27 de agosto: “Escribo, y sale al fin, carta para D. José María Escrivádelicada. Lo encomiendo mucho a Nuestra Señora”) ya que no la concluyó hasta 20 días después. En ella Mª Josefa le recordaba la estrecha relación que él había tenido con el Padre Poveda y con ella misma, y le hacía algunas reflexiones sobre la injerencia en algunas actividades apostólicas de la Institución, “entendiendo que no quiero separación dolorosa, sino comprensión fraternal”. “Yo quiero volver a encontrar a mi hermano José María (así se llamaba usted habitualmente) -era su verdadera súplica-, y por eso le escribo hoy. Escribo confiada y sencillamente”.
Un mes después, estando ella en Góliz, “recibo al fin respuesta de D. José María Escrivá; bien”. “Quede tranquila de todo”, le decía, y no hay más alusiones a él hasta su coincidencia en un viaje desde Roma el 23 de junio de 1954"
en http://www.claret.org/biografia-san-antonio-maria-claret