CUASI-REHABILITACIÓN

 Teólogo de fama mundial se vió a sí mismo como rehabilitado "cuasi informalmente" La licencia de Hans Küng para enseñar fue revocada hace 40 años 15 de diciembre de 1979-15 de diciembre de 2019, Hans Küng fue revocado por la Congregación Vaticana para la Doctrina de la Fe. A pesar de esto, o quizás a causa de ello, el suizo se convirtió en uno de los teólogos más famosos del mundo.

La disputa se mantuvo a fuego lento durante mucho, mucho tiempo, y al final llegó el big bang: el domingo 15 de diciembre de 1979, hace 40 años, la Congregación Romana para la Doctrina de la Fe le retiró la licencia de enseñanza de la iglesia al teólogo de Tubinga Hans Küng. Si el Vaticano entendió su acción como un forma de disciplinar a un teólogo rebelde, el tiro le salió por la culata. 

En retrospectiva, Küng describió la fase posterior a la retirada del derecho a formar estudiantes católicos de teología como los peores meses de su vida, que no podía desear ni siquiera a sus más acérrimos oponentes. Pero no desapareció del panorama académico. Dió lugar a una novedad en la historia universitaria alemana, Küng, profesor de teología desde 1960 y  colega del posterior Papa Joseph Ratzinger, recibió una cátedra de ecumenismo independiente de la facultad.  

Küng mantuvo correspondencia con Benedicto XVI y Francisco

 Los libros de Kiing tuvieron un impacto público inimaginable para la generación actual de teólogos. Sus textos han sido discutidos en casi todos los diarios, los libros se han traducido a más de 30 idiomas y la circulación total asciende a decenas de millones. 

La imagen del rebelde, crítico eclesiástico y opositor al Papa, contra la que Küng siempre luchó, pero que al mismo tiempo alimentó, se consolidó en los medios de comunicación. Al mismo tiempo los Papas Benedicto XVI y Francisco recibieron a Küng o mantuvieron correspondencia manuscrita con el represaliado. 

 Hasta  hoy, existen diferentes puntos de vista sobre la razón exacta por la que se le arrebató su licencia de profesor. Lo cierto es que ya a finales de la década de 1950 se abrió en Roma un expediente con el nombre del suizo. Esto implicó toda una retahíla de serias cuestiones doctrinales teológicas, pero hay bastantes indicios de que fue el libro publicado en 1970 con el simple título "¿Infalible?" el que alarmó al sistema romano, ya que se trataba de la verdad de la de enseñanza de la iglesia y la naturaleza vinculante de sus declaraciones. 

 

Hans Küng y Ratzinger, dos teólogos muy comprometidos de los años 60.

Pero curiosamente el libro es de 1970 y Pablo VI, papa reinante hasta 1978 no hizo nada al respecto. Fue llegar Juan Pablo II y cobrarse esta pieza. Ya es curioso o al menos digno de señalarse que fuera bajo el pontificado polaco y no bajo el anterior pontificado. 

Más que de verdad es cuestión de poder, o cuando algunos dicen "verdad" hay que entender "poder", "Mando", "pinchar y cortar".  

 Según sus propias palabras, Küng siguió siendo un "teólogo católico leal" en los años siguientes a la sanción. Nunca se le pasó por la cabeza un cambio de confesión religiosa. En su trabajo de teólogo se centró primero en el diálogo entre las denominaciones cristianas y luego en el diálogo con las religiones del mundo. Él ve su "Proyecto Ética Global" como una "encrucijada de coordenadas éticas", habla de estándares morales y, siguiendo a Immanuel Kant, se refiere a la regla de oro "Lo que no quieres que te hagan, no lo hagas a otro ". 

La Global Ethic Foundation transmite esta idea en conferencias y en las escuelas. Küng lo aplicó a estadistas y líderes religiosos. El exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, fue uno de ellos. Küng habló de su "Proyecto de ética global"en 2005 en una conversación con Benedicto XVI poco después de su elección como romano pontífice. Fue una conversación personal de cuatro horas y, por lo tanto, inusualmente larga, que causó sensación. La "conversación fraterna" según el comunicado del Vaticano fue algo así como un reconocimiento mutuo después de 40 años de separación en campos bien diversos. El uno en el ascenso en la burocracia y jerarquía, el otro enseñando, publicando y hablando por el mundo entero y en todos los idiomas.

 Küng vivía retirado debido al Parkinson

 La importancia de Küng fuera de los círculos eclesiásticos se hizo evidente a mediados de octubre de 2019. El presidente federal Frank-Walter Steinmeier se desplazó a Tubinga para rendir homenaje a su trabajo en un discurso ético global por "respeto y adoración a Hans Küng". Steinmeier mencionó a Küng junto al filósofo Jürgen Habermas "como los dos estudiosos de humanidades de habla alemana más famosos de la actualidad que no se convirtieron en Papa". 

El propio Küng, que vivió sus últimos años retirado debido a la enfermedad de Parkinson, pudo seguir el evento en directo desde su casa.Gracias a un intercambio epistolar con Francisco, Küng ahora se veía a sí mismo "casi informalmente" rehabilitado en la iglesia. Habló de una "carta fraternal escrita a mano" y destacó que una rehabilitación pública por parte de Roma "no era tan importante para él". Se trata de avanzar para las personas y para la Iglesia. Porque en realidad, dijo una vez Küng, después de su ordenación en 1954 quería convertirse en capellán de jóvenes en su cantón natal de Lucerna. Las cosas fueron diferentes. Michael Jacquemain