VA DE TOROS y CORDEROS

 En la línea de los gemelos o siameses que hasta el mismo año ascendieron al cielo: Dos meses después del 18 de julio del 36 los sublevados buscaban un jefe. Asistieron a la reunión unos 12 militares, sale el conciliábulo en Mientras dure la guerra. Mola, Cabanellas, Queipo, Franco.

El escenario del meeting: finca de ganadero de reses bravas en el campo salmantino, en la Castilla más aristocráta y retrógrada.

Gonzalo Aguilera Munro oficial retirado del ejército también ganadero en cuanto oyó de la sublevación, puso a los braceros en fila y fusiló a 6 para escarmiento del resto. Haciendo méritos para que en su finca se reunieran los generales rebeldes.

Pero en realidad la reunión fue en casa de otro ganadero Antonio Pérez Tabernero Sanchón, entusiasta de la rebelión antirrepublicana. Allí salió Franco elegido, que ya sabía Cabanellas que por mucho que dijera de provisional jefatura nada.

Lo curioso es que en 2012, qué azar chusco de la vida, el od designaría como rector de su uni en Pamplona a un vástago del anfitrión, Alfonso, nacido en 1961, sobrino de Antonio. Nadie es responsable de sus abuelos y tío abuelos, pero nos vamos aclarando de qué va esta historia. No precisamente de elecciones divinas.

 

Bartolomé Clavero es un autor que ha expresado la valiente tesis de que los herederos de la oligarquía franquista siguen siendo responsables patrimoniales del expolio de la guerra, porque hoy no estarían donde están sin lo que ocurrió en 1936: "Buena parte de la clase pudiente de hoy en España debe su posición a la sangre y el despojo, incluso en casos en los que el patrimonio procede de herencias, rentas y remuneraciones sin sombra de ilicitud o ya prescrita. El derecho favorece a quien posee. El transcurso del tiempo transforma la injusticia de derecho."

Por lo que el apoliticismo que exhiben tiene poca base y más bien es borrar huellas del crimen.

Gracias a Iván Giménez me entero de que al fin y a la postre no se quedaron con el instituto público Donapea, que era un trozo de terreno ambicionado al lado del campus. El charro rector declaró: "Donapea está ubicado en medio de la nada y UPN y PSN pensaron que nosotros podíamos ser un muy buen comprador para ese terreno." OD, en el medio está la virtud, institución apolítica, incolora, "son otros los que pelean", nosotros por encima de la melée. 

También está el recurso fundacional de atribuir a otros la iniciativa, por ej, eran los obispos "los que llamaban para instalarnos" o "para presentar los papeles de cara a la aprobación pontificia". Lo hemos visto. Muy buen hijo y buen espíritu el del rector de 2012.

Hubo oposición social y el PSN tuvo que cambiar de criterio. Pese al apoyo de la derecha oficial Navarra, oficial viga opusina y donde hay más adeptos político religiosos.

"Era un proyecto sin vencedores ni vencidos, todo el mundo ganaba. Había un acuerdo político y nosotros no hemos variado una coma de nuestro proyecto. Pero este clima cambió, lo que dejó a la Univ. en el lugar donde nunca quiso estar. Nos dejó en medio de la polémica política, en la que no tenemos nada que decir."

Pero resulta que el rector Gómez Montoro publicó una carta en el Diario el 26 octubre de 2013 en la que agradecía a Miguel Sanz y Yolanda Barcina, dirigentes navarros de la supuesta derecha, sus esfuerzos por desalojar la instituto Donapea.

Pero la madre del cordero y origen de litigio no se supo hasta el final. 

Al opus le lloverían 4 millones de euros concedidos por el gobierno de ZP por alcanzar el sello de Excelencia Internacional a condición de no perder zona verde. Y para ello debía edificar fuera de su campus actual, es decir, quedarse con el pedazo que hay al lado. Jorge Nagore el 25 de octubre escribía: "Cjnd, todo tu verdor impoluto, el sello excelente ése y un gobierno que va ofreciendo sus terrenos al primero que pasa."