HIJUELAS
Ya será menos, llevamos un año de operación de propaganda. Lastima que quien no gana un céntimo con ello y tiene todo que perder se adhiera.
Nuevo libro sobre casos en nuevas comunidades espirituales
Abuso promovido sistemáticamente por los fundadores. Sus movimientos fueron vistos como la esperanza de la Iglesia: los fundadores de algunas Nuevas Comunidades Espirituales en Francia han resultado ser abusadores. La periodista francesa Celine Hoyeau examina los antecedentes.
La periodista francesa Celine Hoyeau identifica componentes sistémicos que han permitido a los fundadores de algunas Nuevas Comunidades Espirituales en Francia cometer abusos durante décadas. "Llegaron a una posición de omnipotencia en la que pudieron abusar con impunidad sin encontrar resistencia ni control eclesiástico efectivo. Si estos actos pudieron durar tanto tiempo sin ser denunciados, también es culpa del sistema", declara Hoyeau en la web católica estadounidense "Crux" el lunes. El motivo de la entrevista fue su libro recientemente publicado "La Trahison des pères" ("La traición de los padres").
El éxito de estos Nuevos Movimientos Espirituales en Francia radica en el contexto de la época: "Un contexto de crisis, de grandes expectativas de una renovación católica y la ausencia de control", continuó Hoyeau. Tras el Concilio Vaticano II, en una época de secularización creciente y vocaciones en declive, las Nuevas Comunidades Espirituales aparecieron a muchos como una "cura milagrosa" para la salvación de la Iglesia.
Los católicos anhelaban una interpretación clara de la doctrina, una liturgia con sentido de lo sagrado y, al mismo tiempo, una relación personal con Dios. "El ingenio de los fundadores radica en el hecho de que supieron afrontar esta búsqueda espiritual encarnando una autoridad tranquilizadora por un lado, pero también una nueva forma de creer por otro lado, que daba espacio a la emoción, su propio estado de ánimo, su propio cuerpo y su propia vulnerabilidad", dijo Hoyeau.
La periodista ha investigado a figuras fundadoras como los hermanos Marie-Dominique y Thomas Philippe, André-Marie van der Borght, Ephraim, Thierry de Roucy y Jean Vanier y ha hablado a víctimas, antiguos miembros y varios expertos. Todos estos fundadores tienen en común una personalidad carismática y un talento para la predicación. Además, cultivaron un culto a la personalidad bajo una aparente actitud de humildad. Según estimaciones de expertos, sólo un pequeño número de ellos eran "verdaderos pervertidos" que establecieron un sistema con el único propósito de explotar y destruir a la gente. La mayoría, en cambio, tenía fuertes predisposiciones narcisistas, que solo se habrían convertido en perversión y abuso en un contexto de descontrol.
Reglas a discreción del fundador. Hoyeau ve esta ausencia de control a nivel de los obispos y de la Iglesia. Como el Vaticano, los obispos franceses estaban "cegados por el éxito de los movimientos" y acogieron sus actitudes tradicionales.
Otros pastores los vieron con recelo, pero fallaron con las sanciones contra los defensores de las comunidades. Dentro del movimiento, el fundador se rodea de un círculo de fieles seguidores que lo defendieron de cualquier crítica tanto desde fuera como desde dentro.
Como siempre vamos por detrás: ahora ex opus se emocionan con religiosidades de este tipo por los motivos que no son
vaqueros y tal, como distintivo.
Los miembros críticos fueron desacreditados y los obispos fueron acusados de no haber comprendido el carisma especial del fundador. "Quien ataca al fundador, ataca a Cristo", dice Hoyeau, es una frase característica del nivel de devoción de estos defensores.
Además, las estructuras especiales de las comunidades privaron a la iglesia de todo control. Ellos "no respetaron los mecanismos normales de protección y control de la iglesia", dice Hoyeau. No se cumplió el requisito de que el líder de una comunidad no debe ser acompañante espiritual o confesor de sus miembros al mismo tiempo. Y las reglas de la comunidad se crearon a discreción del fundador. Estos factores habrían permitido y alentado el abuso espiritual, sexual, financiero o intelectual.
Celine Hoyeau es subdirectora de la sección "Religión" del diario católico francés "La Croix". Desde 2013, ha informado sobre abusos en la Iglesia católica en Francia.
Lamentable que la madre de todas las hijuelas siga intacta.
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