Fantasmas

¡Qué costoso resulta a veces hacerse entender! me dicen por ahí que porque me niego en redondo a tener conversación alguna con opusianos, ni para los buenos días... por qué me largo en cuanto tengo la desgracia de cruzarme con alguno que tiene la desfachatez de dirigirme la palabra, como si viera un "fastasma". Y lo vuelvo a explicar una vez más.

He vivido momentos terribles en los que he necesitado de todo: dinero, abogados (con uno no bastaba), consejo, apoyo moral, una mano tendida, una oreja comprensiva... y esa necesidad se prolongó durante meses. Fue notable el vacío que se hizo a mi alrededor. "¿Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité?" esta canción de Miguel Ríos me sirve para dirigirme a tanta gente opusiana que se hacen los "encontradizos".

Ahora, gracias mil pero no os necesito. Depués de haber sobrevivido a tanto, no es para dirigiros a la palabra. Además de que si pudiera decir: "se abstuvieron, omitieron su ayuda", ya sería algo. Pero la realidad es que echaron leña al fuego de los problemas, eso sí con su carita de santos y sus buenas palabritas que nunca les han de faltar.

Sé que hay muchos otros infiernos, por desgracia, en el mundo. Mucha otra gente que usa y abusa del poder, pero cuando uno se mete en un partido político, el partido político es sólo un aspecto de su vida. Aparte está la familia, el trabajo, los amigos, los hobbies.... cuando uno es succionado por el opus el opus es tu vida entera y se mete en tu alma. He ahí el daño del abuso de poder y la dificultad en sacudírselo. Si hay quien se dedica a enriquecerse de manera mafiosa, sin pagar impuestos, recogiendo herencias, saltándose las normas, me parece excelente. Pero por favor que no nos metan a los demás de máscara para tapar eso y hacer de "santos en vida", inocentes que no habíamos roto un plato porque ni se nos ha permitido tocarlo. De eso me quejo.

Y que tampoco me digan que después de tanto y tanto y tanto "se nota que me afecta". ¡Mira qué gracia! ¿y a ti qué? ¿te pasa el TGV por encima y te quedas como antes? Pues claro que me afecta el tema, no estoy hablando de que ayer me torcí el tobillo, o de que he perdido un billete de 20 euros. Estoy hablando de una vida que se ha ido y que en esa parte no va a volver, de una libertad que no me fue permitido ejercer.
A meditar se ha dicho... qué buena falta nos hace.

Ana Azanza