Villanueva de los Infantes
Estoy al lado de la casa del caballero del Verde Gabán en este pueblo manchego. Hice un viaje siguiendo las huellas de don Quijote, con el libro en la mano y disfruté descubriendo los lugares que inspiraron a Cervantes. El del Verde Gabán que sale en la segunda parte del Quijote es un caballero bien pensante y de buenas costumbres, intachable que a Sancho Panza le pareción el "mayor santo a la jineta". No obstante cuando llega un peligro, la aventura de los leones que está en el capítulo 17 de la segunda parte, don Quijote le tiene que decir al del Verde Gabán que se aparte: "váyase vuestra merced señor hidalgo a entender con su perdigón manso y su hurón atrevido, y deje a cada uno hacer su oficio. Este es el mío, y yo sé si vienen a mí o no estos señores leones." Es decir que el del Verde Gabán con todo su bien pensar y bienestar a la hora de la verdad, cuando hay que enfrentarse al miedo, a la dificultad no hay redaños, no vale para eso.
El del Verde Gabán me recuerda a mí muchas cosas y mucha gente que parece lo más de lo más como persona o como amiga, y a la hora de la verdad, cuando hay que arrimar el hombro, cuando "hay que estar ahí", como decía Induráin en sus tiempos, cuando se la necesita, sencillamente desaparece del mapa.
Lo curioso es que los Verdes Gabanes reaparecen al final cuando no hacen falta a churretear, a ver que sacan, a enterarse... a remover lo que ya no importa.
He sacado un comentario que refleja las típicas comparaciones opusianas a las que se nos acostumbró y que tanto daño hacen. El opus dei no es una familia, es una institución formada por un montón de gente donde no cuentan los lazos de sangre ni cuentan los lazos afectivos ni se quiere a la gente como es. No se puede decir que Javier Echevarría "fue" mi padre ni en el mismo sentido ni siquiera parecido en el que Andrés Azanza fue mi padre. Jamás conviví con ese señor, jamás me concedió audiencia ni se molestó en escucharme, nunca me defendió ante nadie, nunca me contestó a mis numerosas misivas. Tampoco el prelado anterior lo hizo. Más bien sus representantes en España hicieron todo lo contrario, molestarme lo indecible. Yo sólo tengo la certeza de que si mi verdadero padre hubiera estado vivo cuando yo salí de la secta me habría acogido y comprendido, jamás habría unido su voz al coro de los que me difamaron y calumniaron. Tampoco las directoras pueden pretender ser madre en el sentido en que lo fue la mía, ni por lo más mínimo tuvieron ni tienen las mismas responsabilidades que una madre hacia una hija sea biológica o adoptada. Eramos adultos todos, aunque a algunos se nos trató siempre como niños, no se nos dejó crecer. Eso es una injusticia terrible, mantener a la gente en la minoría de edad y jugar "a que soy tu madre". Mentira sobre mentira. No se puede tolerar que se trate a seres humanos, ciudadanos de países democráticos, como menores de edad. Eso lo hace el opus por sistema.
El opus es una prelatura personal, hay un código de derecho canónico en medio, se supone, una serie de normas que rigen relaciones entre gente procedente de muy distintas familias. Eso no es una familia bajo ningún punto de vista. Es más bien una multinacional del fraude religioso.
Un padre, si es que eso pretendían ser Alvaro del Portillo y Javier Echevarría no habría escrito las barbaridades que escribieron para recusar el testimonio de Carmen Tapia en el proceso de canonización de Escrivá de Balaguer.
A todos ellos sólo les importa el patrimonio familiar del nuevo miembro, los réditos que te van a sacar. En absoluto la persona como tal,
en las familias se quiere a los hijos con sus defectos y no se hace una selección para formar parte, los que vienen bienvenidos son.
El opus a la hora de exigir es una institución y te hace firmar una carta que tiene validez jurídica, que presentaran como que tú te comprometiste. Jamás ellos han firmado algo en el que reconocen un compromiso con la persona que adhiere. No tenemos nada, sólo nuestra palabra, nuestro testimonio.
Ana Azanza
El del Verde Gabán me recuerda a mí muchas cosas y mucha gente que parece lo más de lo más como persona o como amiga, y a la hora de la verdad, cuando hay que arrimar el hombro, cuando "hay que estar ahí", como decía Induráin en sus tiempos, cuando se la necesita, sencillamente desaparece del mapa.
Lo curioso es que los Verdes Gabanes reaparecen al final cuando no hacen falta a churretear, a ver que sacan, a enterarse... a remover lo que ya no importa.
He sacado un comentario que refleja las típicas comparaciones opusianas a las que se nos acostumbró y que tanto daño hacen. El opus dei no es una familia, es una institución formada por un montón de gente donde no cuentan los lazos de sangre ni cuentan los lazos afectivos ni se quiere a la gente como es. No se puede decir que Javier Echevarría "fue" mi padre ni en el mismo sentido ni siquiera parecido en el que Andrés Azanza fue mi padre. Jamás conviví con ese señor, jamás me concedió audiencia ni se molestó en escucharme, nunca me defendió ante nadie, nunca me contestó a mis numerosas misivas. Tampoco el prelado anterior lo hizo. Más bien sus representantes en España hicieron todo lo contrario, molestarme lo indecible. Yo sólo tengo la certeza de que si mi verdadero padre hubiera estado vivo cuando yo salí de la secta me habría acogido y comprendido, jamás habría unido su voz al coro de los que me difamaron y calumniaron. Tampoco las directoras pueden pretender ser madre en el sentido en que lo fue la mía, ni por lo más mínimo tuvieron ni tienen las mismas responsabilidades que una madre hacia una hija sea biológica o adoptada. Eramos adultos todos, aunque a algunos se nos trató siempre como niños, no se nos dejó crecer. Eso es una injusticia terrible, mantener a la gente en la minoría de edad y jugar "a que soy tu madre". Mentira sobre mentira. No se puede tolerar que se trate a seres humanos, ciudadanos de países democráticos, como menores de edad. Eso lo hace el opus por sistema.
El opus es una prelatura personal, hay un código de derecho canónico en medio, se supone, una serie de normas que rigen relaciones entre gente procedente de muy distintas familias. Eso no es una familia bajo ningún punto de vista. Es más bien una multinacional del fraude religioso.
Un padre, si es que eso pretendían ser Alvaro del Portillo y Javier Echevarría no habría escrito las barbaridades que escribieron para recusar el testimonio de Carmen Tapia en el proceso de canonización de Escrivá de Balaguer.
A todos ellos sólo les importa el patrimonio familiar del nuevo miembro, los réditos que te van a sacar. En absoluto la persona como tal,
en las familias se quiere a los hijos con sus defectos y no se hace una selección para formar parte, los que vienen bienvenidos son.
El opus a la hora de exigir es una institución y te hace firmar una carta que tiene validez jurídica, que presentaran como que tú te comprometiste. Jamás ellos han firmado algo en el que reconocen un compromiso con la persona que adhiere. No tenemos nada, sólo nuestra palabra, nuestro testimonio.
Ana Azanza
Comentarios
Esto opinaba y escribía al actual Papa, cuando la canonización del cura, nacido, José María Julián Mariano Escrivá Albás
El Cardenal Ratzinger, en aquel entonces Prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe,(Vulgar Inquisición. "NO MATARÁS", punto y final al mandamiento. Y, cuantos muertos en nombre de Dios. ¿De qué Dios?) dice en un artículo publicado con ocasión de la canonización de Escrivá: "Siempre me ha llamado la atención el sentido que Josemaría Escrivá daba al nombre Opus Dei; una interpretación que podríamos llamar biográfica y que permite entender al fundador en su fisonomía espiritual. Escrivá sabía que debía fundar algo, y a la vez estaba convencido de que ese algo no era obra suya: él no había inventado nada: sencillamente el Señor se había servido de él y, en consecuencia, aquello no era su obra, sino la Obra de Dios.[Apañamos estamos si Dios "corrige" a Su Hijo (Evangelios) por los dichos y hechos del cura José María]
Sigue Ratzinger:
"Todo esto nos ayuda a comprender por qué Josemaría Escrivá no se consideraba “fundador” de nada, y por ello se veía solamente como un hombre que pretendía cumplir una voluntad de Dios, secundar esa acción, la obra –en efecto- de Dios. En este sentido, constituye para mí un mensaje de gran importancia el teocentrismo de Escrivá de Balaguer: está en coherencia con las palabras de Jesús esa confianza en que Dios no se ha retirado del mundo, porque está actuando constantemente; y en que a nosotros nos corresponde solamente ponernos a su disposición, estar disponibles, siendo capaces de responder a su llamada. Es un mensaje que ayuda también a superar lo que puede considerarse como la gran tentación de nuestro tiempo: la pretensión de pensar que después del big bang, Dios se ha retirado de la historia".
Como ves, sigo estando de acuerdo contigo, cuando escribiste sobre los "visitadores".
No obstante, Metacelso piensas: "¿Por qué Ratzinger no lo querían de Papa el Opus y, más, sigue sin gustarle"?.
Lo que no entiendo de Ratzinger, entre otras cosas que dice, eso de Dios "...teocentrismo...retirarse del mundo..." y no lo entiendo porque Dios es, por definición, el Creador de todo lo que los humanos tenemos, somos, etc., etc. Todo lo que nuestro diminuto cerebro piensa de Él, sin pretender conocer o poder llegar a conocer sus ACTOS. (Potencia y acto aristotélicos) Dios no tiene ni que pensar en este mundo, ni retirarse, ni nada, Es o no soberbia pretender saber los ACTOS DIVINOS. ¿Recuerdas el NIÑO y lo que hacía en la playa, cuando lo encontró San Agustín? Perdona la longitud, acabo, nunca he entendido ni entenderé ese afán de los hombres de pensar en Dios desde un sentido antropomorfo.
Un saludo.
Metacelso.
Un beso muy fuerte
¿Si uno de tus alumnos, u otro profesor, de tu instituto, te dijeran que se lo están pasando mal, qué harías por ellos? ¿Intentarías ser mejor que la otra gente que te ha defraudado?
Un saludo.
Si los del Opus son incapaces de amar en forma sincera y auténtica a los más pequeños de este mundo, es imposible que la actitud que tienen con el Papa Benedicto XVI sea sincera.
Cristo ya tenía previsto todo esto, cuando dirá en el Juicio Final: "Lo que habéis hecho a uno de estos pequeños, que son mis hermanos, me lo habéis hecho a Mí."