Alta matemática de la trinidad



Pasan cosas difíciles de comprender, aunque yo ciertamente estoy bastante curada de espanto. ¿Por qué no publicar artículos en opuslibros.org que tengan que ver con la fe y sólo con nuestra pertenencia al opus? ¿es realmente posible separar una cosa de la otra? cuando se sale de un ambiente tan particular, tan cerrado, nos queda una larga tarea por delante de crecimiento personal. También en el ámbito de las creencias. Ni te puedes fiar de las personas como te hacían fiarte de ellas, ni la fe en Dios es algo ciego, completamente irracional al margen del progreso y de la historia del hombre en este mundo. Eso es lo que a grupos extremistas como el opus dei le conviene, que no se progrese en el conocimiento que las ciencias humanas han aportado a los creyentes.

En mi curriculum de teología hecho en el opus me faltan sorprendentemente todas las asignaturas de sagrada escritura. Los biblistas tienen desde la filología y el conocimiento de la cultura hebrea muchas aportaciones interesantes que hacer para poner las cosas en su sitio. No digamos los teólogos que estudian la historia de la iglesia, esa asignatura la cursé dos veces. Pero era una historia sesgada, en la que el opus dei aparecía como el culmen de esa historia, como la inspiración divina a "nuestro Padre" para volver al espíritu primigenio de los primeros cristianos. Y aseguro que era una historia en la que no se miraba ni a derecha ni a izquierda. Desde la resurrección y comienzo de la predicación de los Apóstoles, es como un vector que va flechado a Escrivá. Más o menos.

Lo demuestra el hecho del desconocimiento tan enorme que hay en el opus y del que me hago eco en mi autobiografía de movimientos, grupos, instituciones contemporáneas del opus. Dentro no se sabe absolutamente nada de nadie, de los legionarios yo sabía que "nos intentaban imitar". De comunión y liberación, nada. De las teresianas, menos todavía. El opus dei aparece en la formación que se inculca a los miembros como algo perfectamente descontextualizado, la "semilla divina que Dios puso en el alma de nuestro Padre" y que no tiene "padre ni madre ni genealogía."

Por eso es tan necesario para un ex numerario conocer la historia de España, de la única sociedad en el mundo que pudo dar a luz semejante parto de los montes. Y es que tal conjunto de inmoralidades disfrazadas de la religiosidad más pura, digamos que no es fácil de conseguir si no se dan unas circunstancias muy concretas.

También es preciso conocer mejor la historia de la iglesia, y queda claro que el opus dei no es un movimiento renovador ni carismático bajo ningún aspecto. Y por eso es imposible separar y no hablar de la fe antes y después de la salida, ¿cómo quedan las cosas? ¿cómo reorganizar el patio interior de la creencia católica después del trauma de la salida?

Envié un escrito el lunes sobre ese tema y lo primero que me encuentro el miércoles es con ese extraño aviso de que no se van a publicar escritos sobre la fe que al parecer cuenta para mí, puesto que hay otros mensajes con el mismo tema.

No tengo ganas de polémicas auxiliares al tema principal, que es la denuncia al opus, de sus prácticas sectarias y con el que no hay nada que negociar ni que transigir. Puesto que han demostrado una y mil veces que son gente sin principios, sin conciencia, crueles hasta la extenuación. Y no veo porqué debo de plegarme absolutamente a ninguno de sus intereses.

Así que junto con el tema de Enrique Rojas del que al parecer hay quejas en algunos lectores? seguidores? de opuslibros.org, este va camino de ser el blog de lo que no se sabe muy bien porqué no sale en el otro sitio.

Mi escrito censurado decía:


La polémica entre Daniel (el creyente a la antigua usanza) y Atomito (el moderno incrédulo) no tiene mucho futuro. Me considero creyente y sin embargo en muchos aspectos en este caso me siento más cercana a lo que dice Atomito que a lo que dice Daniel.

Es verdad que cuando se tiene fe comparar los dogmas de la iglesia que se recitan en el credo con las supersticiones cualesquiera sienta un poco mal.

En un viaje que hice a América, escuché una conferencia de una persona que trabaja con indios del Amazonas, y compré un libro titulado “El héroe de nuestra imagen” publicado en Colombia que me ayudó a comprender el sentido que tienen las creencias de los indígenas, que pueden ser bastante más sinceras que las que tenemos los “cristianos occidentales”. En concreto hay una foto en ese libro que me encantó. Veo representada en ella lo que es la fe en general en el ser humano: algo que debe de nacer de muy adentro, y de la tierra incluso, y que al mismo tiempo ayuda a descubrir que hay un más allá incontrolable por el hombre y superior.

De allí saqué esta foto:



El pie de foto dice:

“El héroe americano. Observador del cielo firmemente plantado en la tierra, sencillo y profundamente reflexivo es esencialmente un hombre medicina.”

Además en el opus se enseña una teología y una filosofía que son un resto fósil del Pleistoceno. (Que no recuerdo cuando fue, hace mucho). Es necesario reciclarse, leer otros teólogos y filósofos prohibidos allí para salir de ese ambiente reductivista. Los opus son estupendos en economía capitalista, lo bordan, (siempre piden nunca dan), pero en teología y en pensamiento andan un poco flojos.

Por otra parte los dogmas de la iglesia, la Encarnación, la Trinidad, la maternidad divina de María, son también producto de una historia y de determinadas situaciones con las que se vieron enfrentados los filósofos griegos convertidos al cristianismo. Quisieron meter los términos bíblicos provenientes de la cultura hebrea, en los conceptos griegos, que, francamente no tenían nada que ver. Y salió una buena empanada.

A mi edad, si voy a la iglesia rezo el credo como todo el mundo y no le voy a cambiar una coma al nicenoconstantinopolitano ni al credo de los Apóstoles. Pero ya que se supone que somos ilustrados es preciso informarse un poco sobre las investigaciones serias teológicas y bíblicas que se han llevado a cabo particularmente desde hace 150 años.

No podemos seguir como hacía mi padre que en Gloria esté, con el catecismo del padre Astete. Lo digo para el que le interese la teología que sospecho a Atomito (el incrédulo moderno) no le interesa nada. A mí si, aunque ahora sé que no merece la pena organizar una cruzada por los “dogmas de la Iglesia”, son abstracciones, muy respetables pero abstracciones.

Me parece que cuando demos el paso definitivo no nos van a pedir cuentas de sí creimos firmemente en que Dios es uno y tres personas. Eso es, con todos los perdones, un invento de los teólogos griegos de la iglesia antigua.

Lo que viene en el evangelio es aquello de que “tuve hambre y me disteis de comer, estaba preso y me visitasteis…” etc. Que yo interpreto a día de hoy, como respeto y cuidado del otro, y que se concreta en nuestras sociedades en la defensa de los derechos humanos. Pienso que sí es una lucha que tiene sentido se tenga fe en la trinidad y en la virginidad de María o no se tenga. Me parece que de esa defensa va también esta página, y que es lo que nos une, denunciar atropellos a esos derechos humanos que nada tienen que ver con el evangelio.

Para el que tenga curiosidad teológica y ánimo de reciclar los anquilosados conocimientos que se imparten en el studium generale opusiano, recomiendo “Cristianismo, esencia e historia” de H. Küng que encontré en una biblioteca pública. Ahí se lee que fue Orígenes el primer teólogo de corte científico, que desplazó el acento del anuncio primitivo de Cristo a cuestiones más especulativas. El fue el que sacó a la palestra el asunto de Cristo como el Logos preexistente encarnado, concepto procedente del neoplatonismo. Y el que empezó a armar la zapatiesta de si eran uno o tres… el problema cristológico y trinitario lo crearon los propios teólogos antiguos. Jesús no habló de él.

Y en cuanto a los concilios ecuménicos, los cuatro célebres que se nos hacían estudiar, los convocaba el emperador. El Homo-ousios, que el hijo es cosustancial con el padre, es un término no bíblico, procede también del neoplatonismo, anteriormente había sido condenado. Pero en 325 en Nicea el propio emperador lo impuso.

Por no hablar de Theotokos, María madre de Dios, que en realidad fue una imposición de Cirilo en Efeso 431 que no se esperó a que llegara Nestorio, su contrincante, que decía, Madre de Jesús. Según Küng, mediante los concilios la teología se alejó de la predicación próxima al pueblo para meterse por unos intrincados caminos que él llama “alta matemática de la Trinidad muy pretenciosa”.

Y si en Calcedonia 451 triunfó la cristología occidental de las dos naturalezas, no hay que olvidar que dejó fuera a cristianos que a día de hoy son importantes comunidades monofisitas: coptos, sironestorianos, armenios y georgianos.

Todo esto para decir que los dogmas de la iglesia son importantes, pero no han caído del cielo. Son fruto de una historia, de unas luchas también por cuestiones políticas. Porque estoy segura de que la religión es algo más que unos contenidos intelectuales de si eran uno, dos o tres.

Comentarios

aldeano ha dicho que…
¡¡Gracias por tu sentido común!!
Circe ha dicho que…
¿Se puede ser otra cosa que Atomito, hoy en día, en la era de la información? ¿Puede alguien realmente creer que el sentimiento religioso consiste en pasarse el día en discusiones bizantinas de lo más absurdo sobre ritos y dogmas supuestamente incuestionables?
Ya no valen los argumentos de autoridad porque la información fluye libremente y de forma inmediata, de diversidad de fuentes que pueden contrastarse.
Anónimo ha dicho que…
Hola Ana, también a mí me choca que Opuslibros sólo quiera historias relacionadas con la fe, porque en el opus también nos destrozan contra todos los derechos humanos, y la Iglesia se proclama su defensora. Pienso que en el opus no nos enseñaron a rezar, todo tenía que traducirse en hacer más, exprimirse más, mortificarse más...no quedaba espacio para tratarnos como Dios nos trata, amorosamente...
Ana A ha dicho que…
Sí se puede ser muchas otras cosas que escéptico, hay cantidad de posibilidades con respecto a la fe.
Me sobra curiosidad por la vida, y alguien que intenta informarse a fondo, eso no impide tener fe. Hay otros obstáculos a la fe.
Rica, famosa y guapa ha dicho que…
Debieras leer a Simone Weil, que se quedó en tu mismo estadio.
Ana A ha dicho que…
Ya he leído a Simone Weil, y me avergüenza pensar donde estaban mentalmente las mujeres españolas cuando ella escribió el Segundo sexo, en los años 50.
Ese es mi lamento: nuestro atraso como sociedad en tantas cosas, que no se soluciona por un cambio político.

No sé que quieres decir con "tu mismo estadio".
Anónimo ha dicho que…
Interesante tu envio no publicado en ol, me llama la atencion que se haya censurado. Daba una vision mas abierta que la de atomito y danielm que son unas personas un poco estancadas en sus topicos. Una mente abierta es capaz de exponer su punto de vista sin necesidad de ser ofensiva ni sectaria. Vamos, sin condenar al infierno o tachar de imbecil al contrincante.

Lo que resulto canson fue la discusion sinsentido entre esos dos y la que intento montar -como una variacion mas de lo mismo- DMB. Habria que organizar una censura basada mas en lo desagradable que resulten los argumentadores y no en las ideas.

Estoy de acuerdo -matizando un poco mi opinion inicial- con Isabel Sala en que no mezclar el tema de la fe con el opus es caer en una falsedad.

Tu sabes que yo ya no comparto tu fe catolica, sin embargo me parece que hay catolicos de mente secular y abierta que pueden ser coherentes con la vida moderna. De todas formas terminan siendo algo herejes, cosa que no considero mala mas bien lo contrario. Nada de comulgar con ruedas de molino.

Simplemente no encuentro ninguna necesidad de tener fe. Pero si me pongo a explicar esto -que no necesitamos eso entre adultos- me tardaria una vida explicandome. Y es mejor vivir que dar explicaciones :).

-Australopitecus
Herbívoro ha dicho que…
Me parece que has leído a Simone de Beauvoir (la madre de las feministas, que no es Simone Weil), pero el existencialismo hoy está también un poco pasado de moda...
Ana A ha dicho que…
Gracias Hervíboro, ¿eres argentino me parece?
tienes razón me he confundido. He leído a la Beauvoir no a la Weil, Me apunto en mi lista a Weil.

El existencialismo estará pasado de moda para quien haya pasado por él. En este país en el que vivo, no sabría decirte si verdaderamente se ha pasado, asimilado y superado.
Herbívoro ha dicho que…
Ana: sí, soy argentino. Me explayo un poco sobre el tema del existencialismo, en el que como bien sabes por tu formación filosófica entran autores muy diversos. Tal vez el que esté pasado de moda en el debate intelectual sea el que Sartre y Simone de Beauvoir encarnaban, que en el Mayo francés fue desplazado como todo lo que significara un sujetamiento del hombre a estructuras ya no trascendentes sino inmanentes. La misma pregunta por el sentido del hombre parece hoy carecer de sentido.
No dispongo de elementos para interpretar lo que pasa hoy en España con el tema, pero me pregunto si hoy se lee a Unamuno y a Ortega, por nombrar dos autores afines.

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