Nos vamos entendiendo

Investigaré más sobre Intereconomía. Vidal Quadras , había un profesor en Pamplona en la facultad de comunicación con ese apellido que era numerario. El Vidal Quadras que sale en Intereconomía tiene toda la pinta Opus. Acabo de comparar la foto del profesor de Navarra, José Antonio Vidal Quadras, y Alejo Vidal Quadras, el euroPP y la verdad tienen un aire de familia en ambos sentidos de la expresión. Vuelvo a señalar que en el opus dei lo de los apellidos es fundamental, (El fundador decía que la "vocación al opus" es como la gripe, se va pegando...), y precisamente no es una apellido muy común el que nos ocupa.

Me agrada tu intervención José Manuel. En efecto, estoy convencida de que no hay otra manera de salir, salir, salir. Física, mental, y socialmente del opus. Ningún contacto más. Y lo justifico. Al menos no estás de acuerdo conmigo y no me insultas que es lo que mayormente he encontrado en los que dicen ser ex y no están de acuerdo conmigo. Así que sostengo que además del tiempo algo más ha pasado desde que inicié el blog.

En el opus dei se dan cita dos características que hacen de ella una institución tremendamente pegajosa. Primero, he comprobado comparando mi experiencia con lo que dien los sociólogos de la religión, tiene todas las características de la institución total descrita por un norteamericano que ahora no encuentro el nombre. No hay rincón en la vida del numerario en especial que no esté "gobernado". Esto crea una dependencia afectiva, efectiva, económica, psicológica, social y familiar en muchos casos que eso no hay quien se lo saque de encima a no ser que haga un esfuerzo bien gigantesco de crecimiento.

Pero es que el segundo factor que se añade, o el primero según se mire, es que el opus dei en España concretamente es mucho opus dei. Están instalados en todas las instancias de poder, desde el Parlamento, donse se les ve mucho, hasta los lugares más humildes donde no se les ve tanto pero están. Por ejemplo mi IES de Mancha Real, o la ciudad y provincia en la que vivo, económica y socialmente, una de las últimas. En Pamplona no salgo del opus como lo he hecho ni en sueños. No hubiera podido. Me hubieran cogido y me hubieran ingresado en la clínica o en la cárcel, quieras que no. En Pamplona en mi caso el opus puede tirar de todos los hilos tanto jurídicos, como sanitarios como familiares. Viviendo allí no salgo ni en broma.

He tenido que alejarme de ese mundo para poder distanciarme afectivamente ¡lo conseguí! fuera las dependencias psicológicas. He tenido que pelear para poder conservar mi trabajo. Fuera la dependencia económica. Y así al hilo de la pura materia de nuestra vida, la psicología y la economía he podido obtener la libertad que me es más preciosa: la libertad intelectual. Para poder leer y aprender de tanta gente, tantos libros, tantos escritores, tantas biografías interesantes, tantas personas de valía como hay sobre el planeta. Y poder comparar como he vivido, en un aunténtico túnel, y como vivo.

De lo más hermoso que me ha pasado: coger un libro en 2003 y soltarlo porque en ese momento no estaba preparada, no lo entendía, no me entraba. Y a medida que me he ido alejando del planeta opuslandia, ¡qué maravilla! en 2009 he cogido el mismo libro y lo he disfrutado, entendido, me ha aportado.
Me siento limpia. Como se debe de sentir un drogata que consigue dejarlo.

De manera que para poder estar completamente fuera, curada, sin complejos ninguno porque no hay que tenerlos, ni culpabilidades, ni enfermedades, ni miedos, hay que soltar todo lo que uno lleva dentro. Son muchos años de esclavitud. Y hay que hacer que caigan las máscaras, porque así evitamos que sigan jugando al escondite, su juego favotiro. Que sigan engañando y estafando, y que la gente se entere 20 años después, de que la vocación desde la eternidad a la que sacrificaste todo, era una pura y vulgar estafa.

Y siguiendo en contacto con padres super, lo siento, no has salido. O con hermanos, o trabajando para ellos, no has salido y tú lo sabes. El opus no es light en ninguna de sus propuestas. No estamos hablando de irse de un club de tenis como pretendía Laureano López Rodó, que el opus era como un club de tenis. Estamos hablando de irse del opus dei, institución total donde las haya con raigambre en la sociedad española, y ante cuyas fechorías, aunque sea por miedo todo el mundo, mayormente, calla. Seguro que debe de haber otras instituciones totales por el mundo, sino no las habrían estudiado. Pero me parece que con el asentamiento y la extensión en todos los ámbitos de una sociedad específica no debe de tener punto de comparación el opus dei con la siguiente en la lista.

No hay más remedio que poner un desierto entre tú y yo. Sólo así se dan las condciones para el encuentro con uno mismo y el no control opusiano.
Quien lo vivió lo sabe.