CÁNCER ECLESIAL
Que el tema abusos es estructural se está escondiendo en España. Es la cuestión interesante. Se hace como hacen los partidos políticos con la corrupción, unas "manzanas podridas". Pero el cesto está podrido.
Si no estoy podrido y sabiendo, miro al tendido participo. Una de esas cosas molestas de recordar.
Es curiosa su defensa de la honestidad del anterior pontífice, desde el anonimato no es defensa. No me convence el emérito papa y expongo los motivos.
Hizo su elección de vida, entre la teología, teólogo moderno y dinámico en los 60, y la carrera eclesiástica, el "carrierismo" del que habló Francisco en este caso biográfico es evidente. Escogió el camino fácil, cantar las cuarenta a la jerarquía te trae problemas. Así que mejor formar parte de ella. El rol del teólogo reflexivo y estudioso no ávido de poder no puede dejar de ser el de señalar las disfunciones.
Así que primero arzobispo en una de las más importantes diócesis alemanas, luego llamado a Roma, salto con pértiga. A los pies y órdenes del opusino polaco, aunque él no fuera opusino e incluso sabemos de una intervención suya decisiva en el estatuto de la prelatura personal que si no tiene más poder e independencia del que disfruta la única existente es gracias a este Rottweiler de la ortodoxia. Ese fue su papel. Humilló sin límites a Leonardo Boff, no venía a cuento el proceso. Y trabajó en la represión intraeclesial del largo reinado de Juan Pablo. Eran sus credenciales que se nos olvidan.
Realizó un viajecito a Pamplona en los 90 donde se dejó mimar, opusina santificación de la adulación a los jerarcas eclesiales. Lo bordan. Un doctorado honoris causa, un par de zapatillas de regalo, un traductor/a alemán al lado, unas comidas agradables, unas tertulias distendidas y de espíritu sobrenatural falsamente familiar con estudiantes del Opus Dei, un paseo por un campus modélico en limpieza, orden, jerarquía, disciplina y tranquilidad. Una entrevista en la televisión de la clínica por parte de Olga B. Todo perfecto, una organización cuidadosamente planificada hasta en los mínimos detalles. No tengo claro si fue después de esa visita cuando le encasquetaron como secretario personal a Gänswein, el ex monitor de esquí alemán que ahí sigue, "familiar" de los 2 papas, cual mayordomo real.
Lástima que los muertos del "Opus Dei" no hagan acto de presencia en estas sesiones de escaparate.
En los años 1993 y siguientes cuando el Papa estuvo en Denver lamentó los casos de abusos, pero el Vaticano dejaba claro que era un tema exclusivamente estadounidense. En aquellas fechas Tom Economus, víctima de cura, reunió 3000 cartas de víctimas y sus familiares para entregar al Papa. El personal de seguridad se negó a recibirlas, las tiraron al suelo. Economus las envió a Roma sin obtener respuesta.
Los casos estadounidenses explotaron en los 2000, 2002. Ya antes el Papa había tenido que aceptar la dimisión del cardenal Groer de Viena, por la indignación de los austríacos, tras evidencias de que había abusado sexualmente de niños. El mismo cardenal había abusado. La política papal fue explicar a los obispos austríacos en reunión privada que los delitos del cardenal no eran nada comparado con los delitos de hacer públicos los abusos. Lo que decía nuestro santo fundador, aquellos de "los trapos sucios se lavan en casa", ni siquiera era carisma escrivariano, sino práctica clerical de "toda la vida".
El clérigo es especial, separado y por encima del pueblo, como nos veían las supernumes a las numes, y por tanto, si hay fallos, se ocultan piadosamente, piadosamente con el clérigo por supuesto, al niño o joven abusado, que le den café.
En 2001 Juan Pablo envió carta a todos los obispos, firmaba Ratzinger como Prefecto de la Congregación vaticana de referencia, pero era la mens del papa. Eran normas dictadas para que el control de todos los procedimientos en caso de abuso sexual por parte de sacerdotes estuvieran en manos exclusivamente eclesiales, "secreto pontificio" impuesto. Oiría un juzgado exclusivamente eclesiásticos. Sacerdotes juzgarían la palabra de una víctima frente a otro sacerdote.
Hay que recordar que para el papa polaco el abusador Maciel era un santo en vida: vocaciones y dinero, universidades, colegios. Y que Ratzinger en este caso paró los golpes que llegaban contra Maciel porque el papa no quería oír críticas hacia el mejicano. No me parece un buen servicio a nadie, más que a su tranquilidad de vida.
Por lo demás aunque en España no se le ha dado publicidad, el propio papa argentino tiene sus asuntillos con un cura acusado de Buenos Aires. Elise Lucet, la periodista que dirige el programa televisivo CashInvestigation se fue a Roma y abordó al Papa recordándole el nombre de dicho cura.
Todos los obispos han tenido que confrontarse con este tipo de asuntos. Y España no veo porque tendría que ser una excepción. Fue un problema estadounidense porque allí se le dió publicidad antes, no porque hubiera más que en otros lugares.
La falta de pies en la tierra del alto clero es notable, el cardenal indio (de la India) Oswald Gracias teme que se le dé demasiado sitio al tema "sexual abuse" en el documento final del sínodo sobre la juventud.
Remate de jugada: Viganò, que acusó al pontífice argentino de encubrir a un encubridor, es a su vez acusado por el abogado Jeff Anderson que demanda a la Santa Sede por encubrimiento.
El abogado intentó acceder a las actas de casos de pedofilia en la diócesis de St Paul (Minesota) regida por el obispo Nienstedt. Dicho obispo se negó. Esas actas se referían al cura Curtis Wehmeyer. El obispo se limitó a cambiar de sitio al cura, que donde iba seguía con su conducta depredadora de niños.
Viganó nuncio en EEUU interrumpió e impidió las acciones judiciales contra el obispo en 2014.
Resumiendo: el tema es cáncer eclesiástico que sale a la luz. Lo han cultivado, mimado y animado. Han hecho leyes para arreglar el asunto de puertas para adentro, pero no han arreglado nada, lo han empeorado y dejado extenderse. E incluso han acallado las voces de los que buscaban ir a la raíz, y explicaban la inmadurez emocional de los abusadores, como The catholic priest in the United States: Psychological Investigation, del padre Eugene C, Kennedy y V, Heckler (1971). Los obispos ignoraron el informe que ellos mismos habían encargado.
La siguiente vuelta de tuerca que estamos viviendo es el uso de toda esta basura en las luchas de poder eclesiástico.
No se puede disponer de la autoridad moral indefinidamente y por ser Iglesia en este caso, hay que ganársela. Han abusado de ella y llegó el turno del "reventado" de las alcantarillas.
Ayer mencionaba la conducta vaticana tajante y sin medias tintas con los teólogos, hoy recuerdo las exigencias clericales a la moral de los matrimonios, en particular la Humanae Vitae , aquello que se decía en el opus pero no se lo cree nadie, evidentemente, de "tener todos los hijos que Dios quiera" y las barbaridades y falta de todo que se llegaban a hacer y decir al respecto. Incluidas las clases de anticoncepción permitida por la Iglesia en la que había supernumerarias especialistas.
Más el escándalo que los fetos muertos y asesinados por sus madres provoca en todos estos católicos retro. Es curioso que esas mismas personas defensoras de los embriones no tengan entre sus lemas de manifestación el abuso a menores por parte de los clérigos. Los embriones con el Señor en la gloria, a fin y al cabo. Pero una víctima infantil arrastra el trauma hasta el final de los días.
"Las mujeres a cargarse de hijos mientras puedan que para eso están. Nosotros les recordamos la estricta moral mientras miramos para otro lado cuando uno de los nuestros o nosotros mismos cometemos felonías.
Materia para psicoanalizar...
Comentarios