LUCHA DE PODER GLOBAL
Poderosas fracciones dentro de la Iglesia católica luchan por el futuro curso de la
Iglesia. El Papa bombardeado por las
fuerzas reaccionarias.
Al principio
pareció que se trataba de los innumerables casos de pedofilia y escándalos
sexuales que conmovían una y otra vez a la Iglesia católica. El que fuera
arzobispo de Washington Theodore McCarrick, presentó al Papa su dimisión del
colegio cardenalicio, así lo anunciaron los medios católicos a finales de julio
de 2018. Theodore McCarrick fue obispo de Washington de 2001 a 2006. Ente 1970 y 1990 incitó a
seminaristas a tener relaciones sexuales y abusó al menos de dos menores. El
Papa aceptó su renuncia.
El cardenal de la discorida, Mc Carrick |
Esta vez se
trata también de la cabeza de la Iglesia católica, el Papa Franciso está en
medio de las acusaciones lanzadas de la propia Iglesia. A mediados de agosto de
2018 el arzobispo conservador Carlo Maria Viganò,que fue nuncio papal en
Estados Unidos publicó una exhaustiva e incendiaria carta en la que relacionaba
los escándalos de pedofilia con la política eclesial liberal del actual
Pontífice. En ella acusaba a una corriente homosexual"
en la Iglesia, de ser la responsable de los innumerables casos de abuso de
menores por parte del clero católico.
De esta
forma el cardenal daba curso a los ultraconservadores y oposición de derecho en
la Iglesia: el celibato con su represión de los instintos que conlleva nada
tiene que ver con los abusos sino que la homosexualidad es la causa de los
mismos por parte de los curas. El Papa
que despertó la indignación de la derecha católica con
su negativa a condenar a los homosexuales, se volvía en la carta
responsable de los abusos en la Iglesia. Viganò se esfuerza en su escrito por
establecer una conexión causal entre ambas grandes tendencias que hoy en día
está provocando un seísmo en la Iglesia: La política liberal del Papa y el
número masivo de casos de abusos cometidos por parte del clero.
Dado que
gran parte de los escándalos se produjeron antes del pontificado de Francisco,
los círculos reaccionarios del Vaticano tuvieron que buscar durante mucho tiempo
un pretexto concreto para conectar al Papa actual con los casos de abusos de
las últimas décadas, cuya tramitación, por ejemplo en Estados Unidos, está en
sus comienzos. Lo hallaron en el mencionado arzobispo de Washington. Según
Viganò el Papa Francisco habría intentado tapar el escándalo de Theodore
McCarrick. La incendiaria carta del reaccionario y tradicionalista culmina con
la exigencia de la dimisión del Papa, lo que no sólo representa una violación
de la dogmática católica sino que además revela la perspectiva de un cisma
dentro de la Iglesia.
Las luchas
por el poder en el Vaticano no son nada nuevo, según
revela el New York Times, hasta ahora solían quedaban ocultas
a la opinión pública tras los muros de la ciudad del Papa. La batalla actual
por el contrario se está produciendo de una forma total y desacostumbradamente
en público y de manera brutal. Viganò ha desaparecido de la escena desde que
soltó su misiva incendiaria, los medios informan
de que se halla oculto en algún lugar secreto fuera de Italia ya que en este
país teme por su seguridad.
Aritmética del poder dentro de la Iglesia
La negativa
del Papa a hacer callar a sus críticos y
a adoptar una postura clara sobre este asunto alimentaría todavía más la
polémica según las primeras valoraciones de lo
sucedido. La estrategia de silencio del papa que manifestó como de
pasada que la carta no merecía una respuesta, habría hecho “que le saliera el
tiro por la culata”, según un informe de "The Daily Beast" al no haber un
desmentido claro de las acusaciones de Viganò. La imagen pública en este asunto
es clara, el Papa que aparecía como el gran renovador de la Iglesia, calla,
como hicieron sus predecesores conservadores, a propósito del encubrimiento de
los abusos sexuales por parte de los dignatarios eclesiásticos.
Pero el
silencio del Papa se debe sobre todo a la aritmética
del poder dentro de la Iglesia, que el autor de la carta incendiaria
ha intentado explotar con mucha habilidad.. Viganò afirma que el antecesor de
Francisco, el conservador Benedicto XVI, castigó a, McCarrick y que Francisco
una vez Papa levantó ese castigo. Francisco lo nombró asesor vaticano porque
compartía sus ideas progresistas.
Si el Papa
declarara públicamente que las acusaciones de Viganò no son ciertas
desacreditaría a su predecesor, que sigue gozando de excelente salud. En última
instancia la carta se puede leer como una invitación indirecta a Benedicto a la
pelea, a contradecir públicamente a Francisco con la finalidad de llevar a la
realidad la lucha pode poder. El objetivo estratégico de la oposición
reaccionaria consiste en crear una confrontación pública entre Benedicto y su
sucesor que obligue al Papa a dimitir.
Viganò pasa
por rencoroso ya que esperaba ser nombrado cardenal. Pero en lugar del capelo
cardenalicio se encontró con la nunciatura en Estados Unidos, lo que sintió
como un rechazo hacia su persona y que respondió con una intervención fracasada
ante el Papa. Desde el momento en que fue nombrado nuncio, 2012, aprovechó para realizar contactos en los
círculos reaccionarios e influyentes de una iglesia católica estadounidense plagada
de escándalos.
Steve Bannon, el estratega de Trump |
Dichos
círculos eclesiales se entrelazan con el ala derecha del Partido Republicano y
se agrupan en torno al cardenal Raymond Leo Burke, que vio como el Papa Francisco
ya en 2014 recortaba masivamente su poder.
Burke, que fue uno de los más influyentes cardenales norteamericanos en el
Vaticano, ha criticado frecuentemente al Papa por sus declaraciones de
tolerancia hacia homosexuales y lesbianas. El “crítico conservador de mayor rango” (Newsweek) del Papa, que fue
con Benedicto Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, tuvo
que conformarse con un puesto representativo de cardenal patrón de la soberana
Orden de Malta.
Viganò y Burke, dos ancianos y conservadores cardenales
que se han sentido postergados por la
Santa Sede, pertenecen a una red derechista altamente ramificada que llega
hasta el Presidente Trump. Ya en 2014 Burke entró en contacto con Steve Bannon,
quien dirigió el portal de derecha populista “Breitbart”. El jefe católico de
la estrategia electoral de Trump y el crítico más duro del Papa, han estado
buscando la manera de oponerse desde la derecha católica al curso “misericordioso”
que el líder “comunista” de la Iglesia pretende imprimir a ésta, según informó
el Times.
A la derecha
eclesial no sólo le indigna la tolerancia papal respecto a las minorías sexuales
o los católicos divorciados, sino también la crítica
radical al capitalismo sque
aparece en la encíclica de 2013 Evangelii Gaudium. Si el
jefe de la Iglesia católica asegura que el capitalismo es "insoportable", los
empleados en nómina de la derecha eclesial tienen que hacer horas
extras para desactivar como sea esa crítica.
Los
contactos entre los estrategas electorales de la derecha como Bannon y los católicos
conservadores no sólo tuvieron como resultado un ataque creciente contra el
Papa, también tomaron concretas formas
institucionales . El Instituto
Dignitatis Humanae, una forja de directivos de ultraderecha dirigida por Burke
ha abierto sus puertas hace poco en un complejo de monasterios medievales al
sudoeste de Roma donde clérigos y políticos católicos han de prestar juramento
de ortodoxia. Los cursos de adoctrinamiento están organizados por Steve Bannon,
que junto con Burke quiere intensificar la lucha contra el “marxista sentado en
el trono papal”.
Lucha en la Iglesia y polarización política
También al
norte de los Alpes los representantes de la derecha clerical dirigen una ofensiva
pública contra el Papa. El cardenal Müller ex Prefecto de la Congregación para
la doctrina de la Fe formuló sus quejas con respecto a la política y el afán de
reformas del Papa en la publicación cercana al partido CSU "Schwarzfunk", líder
de las revistas políticas en Baviera. El
antiguo jefe de la Congregación sucesora de la Inquisición criticó ciertos
prejuicios contra la curia romana que podían estar relacionados con la patria
original del Papa. Uno de los predecesores de Müller en esa Congregación fue el
cardenal Ratzinger, más tarde Papa Benedicto XVI. El sucesor de Müller, el
cardenal Ladaria pertenece también a los jesuitas.
La escalada
de esta lucha eclesiástica por el poder entre reaccionarios y progresistas o
fuerzas genuinamente anticapitalistas es parte de la polarización general
inducida por la crisis en las sociedades del capitalismo, como pudo comprobar
en el último Katholikentag (día de los católicos),
cuando la aparición de políticos de Alternativ für Deutschland dio lugar a
protestas y manifestaciones. El reaccionario Think Tank dirigido por el
antiguo consejero conservador del Presidente norteamericano, mostró su
desacuerdo con la beatficación del salvadoreño
Oscar Romero, quien fue asesinado por un la Junta Militar apoyada
por EEUU en 1980, por haberse comprometido en la Teología de la Liberación contra la brutal explotación y opresión llevada a cabo en ese
país.
Hay que
decir que la Societas Jesu a la que pertenece el actual Pontífice, conoce una
larga historia de compromiso social que se remonta a las reducciones del siglo XVII, en las que los
jesuitas instalaron unas misiones organizadas de forma decididamente no
capitalista. Dichas misiones eran dirigidas de modo paternalista por los
jesuitas e incluían a los indios de los actuales
Paraguay, Uruguay y Brasilt, en ellas se prohibían de hecho la
propiedad privada y el dinero. El exitoso experimento social y económico que llegó a incluir a 100.000 indios, fue
ahogado en un baño de sangre en la segunda mitad del siglo XVIII por España y
Portugal, potencias coloniales en la zona.
El conflicto
entre una Iglesia reaccionaria en proceso de derrumbe por las luchas de poder y
una corriente progresista entre los creyentes no carece de importancia para los
ateos progresistas, sobre todo vista la rápida fascistización de las sociedades
del capitalismo tardío y la consiguiente necesidad de construir amplias
alianzas antifascistas y democráticas. No se trata de una simple lucha por
interpretaciones de dogmas religiosos arcaicos sino de un momento de
confrontaciones sociales que ante la escalada de la crisis sistémica se ha
agudizado y que provocan el peligro fascista.
Mientras
Bannon anima su fábrica de pensamientos de católicos derechistas contra el
Papa, Francisco hablaba en su última visita a los países Bálticos contra el Antisemitismo y el revisionismo histórico ,
también en el lugar donde anualmente se celebran marchas de Veteranos de las Waffen-SS
, punto de atracción para viejos y nuevos nazis.
Por su parte
Thomas Sternberg, presidente del Consejo central de los católicos alemanes y poco sospechoso de ser un radical de
izquierdas, hizo pública una alerta inequívoca
a la resistencia contra la creciente deriva fascista
en AfD nombrando abiertamente paralelismos con el nacionalsocialismo:
“Hago un
llamamiento a la Resistencia general de todas las fuerzas liberales y democráticas.
Debe quedar meridianamente claro, no queremos algo así en nuestro país, no lo
votaremos, no lo queremos”.
Comentarios
https://elpais.com/sociedad/2018/10/22/actualidad/1540215688_022127.html
De Mac Karrick se dice que era progresista, no está claro más bien moderadito, pero lo que era es una personalidad de gran poder e influencia, bien relacionado, con contactos políticos en el establisment norteamericano y verdadero hacedor de obispos, arzobispos y cardenales en estados Unidos. De allí el problema de que nadie se entera de lo que era y era mucho más que un cotilleo de sacristía, era una obviedad conocida hace años.
Creó Cardenales al Tobin, a Farrell que en la legión de Cristo no se enteró de nada tampoco y que muy progresista no creo que sería y al peor de todos el tal Cupich que ya ni disimula.
Los ha dejado por los suelos y a su sucesor al que le han admitido la renuncia, un tal Wüerl, ha quedado como un encubridor.
El caso es que si es de los míos y me han apoyado le alabo, si no es de mi cuerda o simpatía lo echo sin explicación alguna que a veces raya en la poca misericordia que tanto pregona que hay que aplicar.
El católico medio y más en USA o en Europa no es tonto y ve lo que hay y cómo se nos intenta colar el zumo licuado por muchos adjetivos y buenismos con que se quiera adornar y claro ante una acusación tan fuerte en la que debe de haber muchas pruebas y testimonios, no dan ninguna explicación y las que dan son rebatibles como le ha pasado al Prefecto de la Congregación de Obispos, que viene a confirmar lo dicho por Viganó sobre las sanciones.
Da por pensar desde luego que el que quiso por su voluntad de hacer algo contra esta lacra fue Benedicto XVI y que por eso le pusieron zancadillas y resultó ser víctima de unos conspiradores sinvergüenzas vestidos de cardenal estafadores de lo sagrado que que casualidad fueron a buscar a alguien para ser Papa del fin del mundo que hable mucho, salga mucho, le quieran los medios y ellos a gobernar o mejor dicho a desgobernar y por debajo sus intereses económicos y su pecado de lujuria contra natura como es la homosexualidad en la que muchos han caído, otros consentido, otros encubierto y alguno promocionado y usado como chantaje para cargos y prebendas, y en resumen esa es la historia.
Solución una vida auténtica y santa, una vida sacerdotal plena, vigilancia en los Seminarios y que los homosexuales no puedan ordenarse. Lo demás es buscar excusas, quejas, lamentos y ninguna solución que es lo que quieren algunos para salir indemnes.
Mire si la cosa es grave que eche un vistazo a los colaboradores cercanos y cardenales amiguitos y por tanto electores en su día y verá cuantos casos hay en sus Diócesis, en alguna de ellas por sistema y durante muchos años.