DOS MUJERES
¿Por qué tergiversas? la inmensa mayoría de los que fuimos numes antes de los 18 no estábamos a la búsqueda de una congregación en la que entrar, éramos adolescentes de familias bien, de vida sana, católica y normal. Pasaron por allí y nos echaron el guante, cuando no teníamos ni idea de vocaciones ni en la Iglesia ni fuera de ella. Más bien estábamos a lo que suelen estar las personas a esa edad, "me gusta fulano, me gusta zutana. A ver si me lo/la cruzo". Lo corriente.
Cuando las mujeres se han ido incorporando masivamente al trabajo fuera de casa, la ruptura del modelo de familia burguesa con el tradicional reparto de papeles nos iba a afectar. No estábamos preparados. A medida que la mujer adquiere protagonismo en el mundo disminuyen las posibilidades de captaciones vocacionales. Cuando éramos país pobre en vías de desarrollo, seguían la lógica de la "Iglesia" salida profesional que fundamentalmente te da de comer. ¡Qué lejos quedan los 1000 candidatos al sacerdocio que tenía la diócesis de Pamplona hace 60 años! Necesitaban seminario monstruo como lo es el construido por Eusa, padre de nume, al menos.
En las mujeres las salidas son abundantes. En el congreso general especial de 1969 de 192 congresistas, 105 eran mujeres, pero el porcentaje mujeril fue bajando. Bueno, seguro que hoy sigue habiendo más mujeres.
De mujeres que osaron tomar la palabra las primeras tras sus salidas vienen los testimonios más impresionantes sobre la férrea dictadura. El recelo de la casta sacerdotal dirigente era mayor hacia nosotras y se acentúa cuando abandonamos. Es misoginia fundacional, el peligro femenino resulta muy inquietante y provoca reacciones desmesuradas por parte de los grandes jefes.
Muy importante para od la forma cómo se realiza el despido o abandono. Las normas 108 y 125 de las Constituciones dicen que el despido ha de llevarse a cabo con la máxima caridad y que es mejor "persuadir al socio o socia de que se separe espontáneamente". "Cuando una se va del Opus, decía Luisa del Olmo Guitiérrez, que estuvo 7 años de nume, hay que escribir una carta pidiendo la dimisión, lo mismo que cuando pediste la admisión, dirigida al padre. Pero eso no es lo importante, lo grave es que la dimisión tiene que estar escrito en unos términos en los que queda siempre bien la Obra y se vea que realmente eres tú la que has fallado".
Dos casos notables fueron Carmen Tapia y Maria Angustias Moreno, los dirigentes opus en la cresta de su omnipotencia histórica, usaron con ellas todo tipo de coacciones y recurrieron a la teoría del complot para explicar su marcha. La persecución siguió tras su salida por atreverse a publicar sendos libros en los que contaban sus experiencias.
Maria del Carmen Tapia que fue directiva en Roma y en Venezuela, fue acusada de "soberbia diabólica" y sufrió 4 meses terribles de incomunicación en la sede central en Roma con sesiones ininterrumpidas de tortura psicológica hasta que finalmente se vio obligada a firmar la carta de dimisión, después de recibir 3 admoniciones canónicas de E. como presidente general del od que fueron acompañadas de gritos e insultos, en los que llegó a tratarla de "puta" y "puerca" entre otras lindezas. No os preocupéis por decir palabros contra una mujer, podréis llegar a ser santo de altar a pesar de ello.
En declaraciones posteriores a la publicación de su libro Tras el umbral, la secretaria general, la nume más mandamás, a la sazón Marlies Kücking, la acusó públicamente de intento de golpe de Estado interno y de crear un grupo "que se fue separando cada vez más del espíritu y los modos apostólicos aprobados por la Iglesia para la Obra". Según la versión oficial difundida por od, dado que sembraba desunión E. llamó a Tapia a Roma desde Venezuela y le advirtió con la máx. caridad de sus errores.
En Roma en la sede central y en ambiente delirio paranoico tanto el founder como otros dirigentes la acusaron de una supuesta conspiración simplemente porque "comenzó a mantener una correspondencia en clave con las personas que había reunido para dirigirlas al margen de los legítimos directores."
Cuando en 1976 apareció el libro de Maria Angustias Moreno hubo una campaña emprendida por la od contra su autora. Maria Angustias había sido nume 14 años y ocupó cargos también en la casa de Molinoviejo, casa de retiros a los pies de la Mujer Muerta, prov. de Segovia. En la polémica desatada hubo una carta de adhesión y apoyo a MAM que alarmó a los directores, los cuales contratacaron ferozmente: era un complot organizado contra la o.
La carta llevaba la firma de 23 ex miembros del od, numerarias y numerarios. En uno de los párrafos decían: "Quisiéramos (...) dejar constancia del aplauso que nos merece el libro y su autora. Aplauso porque por primera vez y ya era hora, una mujer que ha pertenecido al od narra con gran sencillez e indudables acentos de sinceridad los complicados entresijos de esta asociación, su autoritarismo llevado a extremos aniquiladores de la personalidad, su integrismo religioso. Admiramos su valentía porque ha sido capaz de infravalorar el riesgo que suponía su aportación. Muchos son los que han sospechado estos rasgos definitorios de la o, al entrar en contacto con alguno de sus miembros, pero ahora pueden constatar su evidencia en mil y un detalles que narra la autora y que nosotros corroboramos con nuestra propia experiencia."
Entre otras presiones, un grupo de sacerdotes od se dedicó a realizar visitar domiciliarias de 2 en 2, a numerosas personas como parte de la campaña contra la autora del libro. El espectáculo de "correrías" de curas emparejados como la guardia civil, dedicados a ir de casa en casa de antiguos miembros para prevenir y poner en guardia ante la "labor de corrupción" de Maria Angustias "dentro y fuera de la o", se completó con militares miembros del od, vestidos de uniforme, que iban por las librerías españoles recomendando seriamente la no exhibición del libro: los propietarios temerosos obedecían porque los tiempos seguían siendo difíciles un año después de la muerte de los hermanos gemelos, en 1976, fecha de la aparición del libro.
Aquel apostolado del puerta a puerta ganó en intensidad cuando la pareja de curas decían en sus visitas a domicilio que Maria Angustias era lesbiana y que el libro había sido escrito para encubrir los propios desvíos sexuales de la autora. La campaña de difamación se paralizó cuando la víctima presentó y fue admitida una querella por injurias y calumnias en el juzgado 18 de Madrid contra sacerdotes opus que estaban en la comisión regional, por participar e instigar la campaña. El efecto de la querella fue instantáneo, acabando con la campaña de difamación, aunque el caso terminó por ser piadosamente enterrado en los juzgados madrileños.
Justicia, ¿dónde estás?
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