LA FUGA

La narración de la fuga del "Opus dei" y los sufrimientos padecidos como consecuencia valdrían para una novela de suspense. Jean O'Neill cuenta: "Colleen salió del od en abril de 2005, después de casi 20 años. Una vez me confesó amargamente, cometí un error y tuve que pagarlo 20 años."

La salida a pesar de la cult specialist fue un proceso largo y problemático y duró años. Entre 2004 y 2005 Colleen maduró la decisión de dejar el od.

Obviamente en od se dieron cuenta del distanciamiento que se iba produciendo y como suelen hacer en estos casos invitaron a Colleen a terapia psiquiátrica. La numeraria, como cuenta su madre, fue transferida a un centro de Washington. Los psiquiatras del od en Washington intentaron convencer a Colleen de cambiar de idea, quisieron convencerla de que tenía problemas psíquicos, que necesitaba terapia. Gracias a Dios su familia, su amiga de siempre y la cult specialist fueron creando a su alrededor la red de apoyo necesaria para dar el paso. Pero huir físicamente del od no es fácil dado el control ejercido sobre las personas.

Un día como sucedió a otras numes, Colleen tomó la decisión de alejarse materialmente de la Organización. Tuvo que proceder a escondidas, sin recoger sus cosas, dejando atrás ropa, fotos, los pocos objetos que od permite que posean las numerarias auxiliares.

Sus padres y la amiga la esperaron en coche, cerca del centro de Washington donde vivía. Como en una película, Colleen entró en el coche y se dieron a la fuga.

Opus dei, en lugar de levantar acta de una situación que se había deteriorado con el tiempo, reaccionó con extrema dureza: según lo que cuenta Jean 0'Neill, la obra denunció a los padres de la numeraria a la policía por secuestro. Una acusación gravísima, que inicia automáticamente una vasta acción de policía. Jean O'Neill recuerda: "Se inició una persecución contra nosotros con ribetes de pesadilla. OD posiblemente tenía a sus hombres dentro de la policía, un poco como en Da Vinci Code, porque nos buscaba la policía y el FBI, que solo actúa en los casos más graves". 

Que od tiene sus terminales también en el FBI está documentado por una reciente publicación del Time Magazine (24, abril.2006, p. 58 el ex FBI Louis Freeh supernume con hermano nume). "FBI entró en nuestra casa varias veces y puso patas arriba nuestras habitaciones, perquisición sin motivo" denuncia la señora O'Neill.

Para defenderse la familia tuvo que contratar a un abogado penalista. Un procedimiento que sigue su curso. Por esta razón los O'Neill temen consecuencias y repercusiones. Aceptaron hablar con Time Magazine de modo anónimo. Y solo gracias a la valentía de la madre sale a la luz por primera vez esta historia de persecución en contra de un ciudadano americano.

"Para recuperar las pocas cosas de mi hija tuve que enviar a mi marido a recogerlas con una caja en la sede del od. No queríamos tener ningún contacto o forma de transacción con esta Organización. Delegamos todo en el penalista", explica la señora O'Neill. El señor Robert O'Neill explica que han considerado la idea de iniciar una demanda contra la institución por los 20 años de vida que le han robado a su hija: "Estamos valorando esta posibilidad, pero sabemos que nos costará al menos 250.000 $ y el éxito no está asegurado, dado el poder del od y la posibilidad que tienen de pagar los mejores abogados de Estados Unidos. Para nosotros es ya un gran resultado haber logrado sacar a nuestra hija y recuperarla. Fue una batalla larga y dolorosa, pero necesaria para alejarla de las manipulaciones opus dei".

Hoy la situación de Colleen no es fácil. Con casi 40 años Colleen comparte un apartamento en Arkansas con una amiga y trabaja como recepcionista, por 6 $ 75 céntimos por hora, un poco más de euro y medio, una paga inferior a lo que gana una estudiante cuidando niños en cualquier gran ciudad italiana. No tiene ahorros, ni un cv que le permita por el momento aspirar a algo mejor. Desilusionada por su experiencia od, ni siquiera va a Misa. Comenta amargamente:

"Hoy pago las consecuencias de no tener experiencia en un trabajo, ni competencias necesarias para encontrar un trabajo pagado con un salario suficiente para vivir dignamente. Sin la familia y algunos amigos estaría en la calle, sin saber donde ir. Muchas veces quise dejar opus dei pero no sabía que podría hacer para sobrevivir. Una numeraria normal tiene la ventaja de tener un título universitario y a menudo un trabajo en el mundo real del que vivir si decide marcharse. Una auxiliar está en situación de desventaja en todos los aspectos. Ninguna experiencia financiera ni administrativa, escaso conocimiento de informática, formación escolar modesta".

Colleen denuncia el desinterés total del od frente a las ex numes: "El hecho de que od no ofrezca ninguna forma de compensación y apoyo a las auxiliares que dejan el opusd es otro delito. Tras haber trabajado 20 años, en días laborables y días festivos, no hay compensación ni reconocimiento de ningún tipo. ¿Esta es  la justicia que el opus dei dice custodiar? ¿No estamos hablando más bien un delito? En opus dei predican la humanidad, la honradez, la caridad y la dignidad de la persona humana. Pero la realidad es muy bien distinta".

Logré salir del "opus dei" solo porque tuve suerte. Muchas no la tienen. Tantas auxiliares que se quedan en od solo por miedo. Un miedo del que no se habla pero que está ahí, que existe y es bien concreto. Llega una edad en la que reconstruir uan vida fuera del opus es prácticamente imposible. ¿Quién puede salir adelante con 40 ó 50 años con el salario de una camarera? ¿Quién puede permitirse retomar los estudios? No tengo una pensión y no puedo subvenir del todo a mis necesidades. Es como si tuviera otra vez 20 años y tuviera que empezar desde cero. Pero al od no le dan importancia a estas cosas, solo querían ayudarme cuando formaba parte del opusd pero ahora que estoy fuera es como si no existiera, ¿Esta es la verdadera caridad?."

Ferruccio Pinotti