CLEPTOCRACIA

Ladrones con sotana o relacionados, según Abellán, y un obispo que fue de Avila  y me parecía que era santificador. Lo que pasa cuando hay poder sin responsabilidad, sin tener que dar nunca cuentas a nadie ni a nada.

Dice "robándole a una muerta", primera noticia de que curas roben a muertas.

Un tema más sin solucionar por la justicia española que se añade a los citados últimamente: Royu, niños tutelados, cuentas de jueces en paraísos ..  viene de lejos como decimos. 

 Escrito del economista Joan Martínez Alier, publicado en 1975 en la editorial parisina fundada por exiliados españoles Ruedo Ibérico. El artículo es de 1969 y describe España desde los puntos de vista socioeconómico, político ¿cómo estaban las cosas 30 años después del final de la guerra? y salen ellos,

 

por supuesto, no nosotros. Porque hay otra manera de enfocar este asunto que ilumina zonas escondidas. Y es "Opus Dei" como uno grupo más del capitalismo hegemónico español que alcanzó los ministerios en 1957. Pero no solo los ministerios: estaban y estuvieron allí donde se partía el bacalao, Cajas de Ahorro, que nos las hemos dejado, y por supuesto Educación de la plebe y de la no tan plebe que es más conocido. No hubo actividad de soporte al dictador que se privara de su presencia. Incluida la cleptocracia típica de estos sistemas semiabsolutistas en los que el dictador hace la vista gorda a determinados fallos, y así todos contentos. Recordemos que Rumasa creció como la espuma en tiempos dictatoriales y el asunto Matesa es de 1969.

Ya lo sabíamos, o no. Es una característica que los identifica y diferencia de otras comunidades católicas desviadas, y es que son mucho más que un grupo religioso. La parte religiosa comunitaria a la que pertenecimos era en ese sentido un anexo de sacrificados al sistema y por el sistema, un modo complicado y difícil, rebuscado pero que enraizó bien en tradiciones de España de allegar lo de siempre: gente y dinero. Gente que aporta dinero. Por explotación laboral y por exacción divina de rentas y testamentos, herencias que fueron a parar a "la caja común". Como una empresa capitalista más divinamente organizada. Las numes nos vamos pero el tiempo y la riqueza generada y aportada allí se quedó.

 El que huye del manicomio no suele estar en condiciones de reclamar trienios en el "opus dei". Recuperar la salud en muchos casos, intentar empezar de cero una vida "normal", sea "normal" lo que sea. Al menos una vida que no sea de "monja encubierta". Monjas del capital, numerario en sentido latino, que adecuado nombre, que ni pintado. Eramos dinero contante y sonante.

Dice Martínez Alier, economista ecológico al que se puede escuchar y ver en diversos vídeos de yt

EL MODELO POLÍTICO 1959-1969 EL DOMINIO DE LA TECNOCRACIA

Una previa condición superestructural existió para el desarrollo repentino de las fuerzas productivas después de 1959. Un nuevo modelo político fue esencial para hacer posible la expansión económica. La vanguardia de este nuevo sistema político fue el "Opus Dei", una organización seglar católica.

Esta vasta red, semisecreta, que controla los negocios y ciertos ambientes en toda España se había infiltrado en la Administración Civil desde 1939. Pero fue solo en 1957-59 cuando sus jefes representativos adquirieron preeminencia  en el gobierno de Franco. Desde entonces, siempre controló los ministerios económicos y financieros. EL "Opus Dei" representa hoy (1969) dentro del Estado español, el capital monopolista y la Iglesia moderna simultáneamente, fenómeno único entre los países capitalistas contemporáneos.

Sus tecnócratas determinan las políticas económicas, políticas que han producido el boom español de los últimos años: con ellos la oligarquía renovada ha vuelto a asumir un poder político directo dentro del régimen. Al mismo tiempo la jerarquía tradicional oscurantista ha sido desplazada ampliamente de su anterior supremacía en la Iglesia.

Paralelamente a este cambio fundamental, el ejército ha sufrido importantes transformaciones. La larga delegación de sus intereses sectoriales en la persona misma del dictador produjo ciertamente una despolitización relativa del ejército durante los años 50, en los que se firmó el pacto militar con EEUU. Así cuando después de 1959 surgieron importantes diferencias y divisiones en el interior del régimen, similares divisiones empezaron a producirse en el interior del ejército. Con la ascensión del "Opus Dei" al poder, surgió en el ejército una nueva ideología de "profesionalidad", especialmente entre los oficiales jóvenes que parcialmente estaban en oposición con la estructura burocrática de un ejército dominando todavía por los generales de la guerra civil.

Políticamente, estos jóvenes oficiales tendían a simpatizar con los expertos del "Opus Dei" y con otros grupos burgueses que intentaban modificar el sistema político. Por el contrario, un gran número de generales viejos permanecían firmemente luchando junto con la burocracia y la Falange para mantener el Estado cerrado y autárquico.

El ejército español está ahora sometido a las mismas presiones centrífugas que el régimen: ya no será por más tiempo una institución monolítica.

Desde luego, esto no quiere decir enfáticamente que el papel de clase del ejército haya cambiado, ya que sus divisiones sectoriales son mucho menos importantes que su unidad contra la oposición de la clase obrera: la teoría y la historia del régimen proclaman todavía oficialmente que el ejército es la "garantía final" del orden burgués. Sin embargo, es verdad probablemente que el ejército ha dejado de ser el agente de las transformaciones políticas nacionales (su papel tradicional durante el s. XIX y principios del XX), a causa de los profundos cambios socioeconómicos de España. Mientras que en el pasado el ejército podría intervenir siempre políticamente, lo mismo que la Iglesia podía controlar sus fieles, la dinámica de la política burguesa en la España contemporánea es ahora más independiente de los intereses de grupos de ambos.

La ascensión del "Opus Dei" ha significado el declive de la Falange y, con ella, el de la anticuada burocracia de 1939. El nuevo modelo político no arrojó completamente a la Falange ni a la burocracia de posiciones importantes; todavía controlar el Ministerio de Trabajo y los sindicatos oficiales, por ejemplo. Pero sus poderes dentro del Estado español se han reducido drásticamente. Una de las consecuencias ha sido la progresiva "pérdida de ideología" de la burocracia que de manera creciente, ha abandonado las preocupaciones falangistas, por una defensa colectiva de posiciones y privilegios adquiridos: éstos son hoy los factores de su homogeneidad (...)

Esta nueva configuración política trasladaba el dominio de la renovada oligarquía nacional, que hacía ahora extemporáneas las antiguas divisiones de los diferentes sectores de la burguesía: la industria catalana, las finanzas  y la industria vascas, las finanzas de Madrid y el latifundio del sur. Ahora existe una unión perfecta de estos grupos, conducidos por los monopolios industriales y por el poder financiero de los bancos. 

Políticamente, esta oligarquía tenía entonces que participar directamente en el gobierno para obtener el desarrollo económico exigido por sus objetivos. Este hegemónico sector de la clase dominante pudo consecuentemente ampliar la naturaleza social del Estado. Mediante la inauguración de un período de rápido desarrollo económico, el capital monopolista fue capaz de subordinar amplios sectores de la burguesía media, a medida que ésta se hacía tributaria progresivamente de los grandes negocios. Aunque las políticas de racionalización arruinan periódicamente un gran número de empresas marginales, la subordinación de la burguesía media es un fenómeno mucho más importante, desde que ésta es políticamente más fuerte que los grupos marginales. (...)

Mientras que durante la guerra civil Franco atrajo a la región de Navarra y al campesinado de Castilla, para dar un carácter de masas a su bloque, después de 1959, todos los sectores de la clase media española, bajo la dirección del capital monopolista y financiero, se volvieron hacia el actual Estado...

En 1962 durante el boom económico el régimen lanzó un programa de "liberalización" política que incluía una nueva ley de prensa y la sustitución de los tribunales militares por tribunales civiles para los asuntos relacionados con el orden público...La opción del régimen fue la de desbordar la oposición de Munich, dando a la tecnocracia del "Opus Dei" poderes para manejar un largo boom, destinado a instalar el régimen de hegemonía del capital monopolista sobre todos los sectores de la burguesía..

La liberalización consistía menos en lo que el régimen permitía legalmente, que en los que realmente decían, proyectaban y hacia personas y grupos. (...)

Los resultados de esta fase de liberalización fueron pues contradictorios. Para el orden burgués supuso tres beneficios concretos: 1) la burocracia había sido reemplazada irreversiblemente por una tecnocracia (el Opus Dei, el grupo gestor del capital monopolista y financiero) que llegaba a detentar la influencia predominante en el régimen

2) el desarrollo económico y la creación de una cierta opinión pública burguesa, expresada en los diarios y publicaciones del Opus Dei y de la Democracia cristiana, consolidó, una vez por todas, el papel hegemónico del capital monopolista sobre la burguesía media. Esto significa que todos los sectores de esta clase son hoy día leales al régimen actual; 3) Munich fue olvidado. Monárquicos, democratacristianos e incluso, algunos socialdemócratas actúan dentro de las estructuras del Estado existente. (...)

En conclusión, bajo la dirección del capital monopolista y financiero, la burguesía española no necesita un sistema de alternativa a la dictadura de Franco. El régimen actual con su combinación de complacencia, para la burguesía, y de coerción, para la clase obrera, contiene todo el potencial de evolución democrática que la burguesía podría necesitar. Sus intereses serán aceptados desde arriba por el Estado actual. En este contexto, la desaparición física de Franco de la escena pierde la relevancia que tan frecuentemente se le ha atribuido.


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