"Opus Dei" vs Falange. Cristología erótica

Un país en el que el "opus dei" introdujo el liberalismo periodístico: "un grupo de empresarios decidió dar el salto y sacar un periódico a la calle" (Ramón Pi, min. 3:00). Pero era un contrato con la Hermandad de Defensores del Alcázar para utilizar su cabecera.

"Somos un periódico independiente, nada tiene que ver que el director sea del Opus Dei. Por mucho que lo expliquemos no conseguiremos que Pueblo entienda lo que significa ser independiente".

Los propios directivos del Arca encabezan la comisión de investigación de estos abusos, en entidad católica que trabaja por integrar personas con discapacidad. La investigación comenzó tras el fallecimento de Jean Vanier en 2019. Dominicos y Hermanos de San Juan abren sus archivos a investigadores independientes. Empezó su tío del dominico Thomas, siguió él, Thomas Dominique diciendo que había celebrado "Luna de miel" con la Virgen.

https://www.domradio.de/artikel/der-fall-des-arche-gruenders-vanier-und-seine-folgen

El informe de 600 páginas publicado en enero por un comité de expertos de psicólogos, sociólogos y teólogos sobre las prácticas sexuales del fundador de Arche, Jean Vanier (1928 - 2019), es toda una revelación. Sobre la base de cientos de cartas personales, numerosas entrevistas con los afectados y archivos de la Iglesia de varios niveles, ha sido posible por primera vez presentar de manera integral una red oculta de abuso espiritual y analizar sus mecanismos internos.

Abuso espiritual en numerosos casos

 

Las figuras centrales son un sacerdote, el padre dominico Thomas Philippe (1905 - 1993), y su alumno, el carismático laico Vanier. El informe, que está disponible en seis idiomas en el sitio web de la organización internacional de ayuda a la discapacidad "Arche", fundada por Vanier, muestra cómo primero el padre Philippe y luego sus discípulos indujeron a decenas de mujeres, en su mayoría jóvenes, a participar en actividades sexuales con el pretexto de conversaciones espirituales.

Jean Vanier, fundador de las comunidades Arche de inspiración cristiana, el 14 de agosto de 2015 en Taizé / © Alexander Brüggemann (KNA)

 

La "cristología erótica" desarrollada por Philippe, según la cual el hombre santo que actúa representa a Cristo y la mujer tocada por él hasta la "unión de la carne" para la Virgen María o la "esposa celestial" es probablemente un caso especial de aberración espiritual-teológica - lo que no impidió aparentemente que funcionara como la seda. Se registran unas 30 víctimas de esta forma de "atención espiritual" del padre Philippe, en el caso de Vanier hay 25. La comisión espera un número mucho mayor de casos no denunciados, ya que las actividades de ambos se extendieron durante un total de siete décadas.

Hallazgos importantes

 

Además de los asombrosos detalles que describe el informe, contiene importantes enfoques analíticos y hallazgos que señalan el camino más allá del caso Philippe/Vanier para el actual debate interno de la Iglesia sobre el fenómeno del "abuso espiritual". Esto incluye los mecanismos de seducción erótico-sexual en un contexto espiritual, que  por primera vez son desglosados con detalle.

 Marie Dominique Philippe (1912_2006) con JPII

Se describe un fenómeno con más detalle que generalmente no está sujeto a castigo secular ni eclesiástico. La única excepción en derecho canónico hasta ahora es la combinación de seducción sexual y acción sacramental, particularmente en la confesión. Según el derecho canónico, la "Absolutio complicis" (absolviendo a la persona involucrada sexualmente) es un delito tan grave como la seducción de una persona en confesión (el llamado "Crimen sollicitationis").

Secta secreta sexual-espiritual

 

En la secta secreta sexual-espiritual dirigida por Philippe y Vanier, este último era una puerta de entrada que se usaba una y otra vez para el contacto físico con las mujeres: una forma especial de oración conjunta y "conversación espiritual" en la que el oyente ponía físicamente la oreja en "el corazón" de la mujer que venía buscando apoyo espiritual, así se establecía el contacto íntimo, que abría más posibilidades de contacto.

 

Por su parte el Santo Oficio, predecesor de la Congregación Romana para la Doctrina de la Fe,  reunió suficientes evidencias contra Philippe en la década de 1950 de que abusaba en la confesión por lo que fue relevado de la mayoría de sus funciones sacerdotales en 1956 y enviarlo al exilio. Sin embargo, regresó a Francia en 1964 y se convirtió nuevamente en una especie de director espiritual en la comunidad Arche para discapacitados, fundada por su alumno Vanier en un suburbio de París, con lo 1o que pudo tener acceso de nuevo a las "novias".

 

Dado que los objetos de sus acercamientos espiritual-sexuales nunca fueron los discapacitados, sino siempre las mujeres adultas del entorno, no sucedió nada más que hubiera sido criminalmente relevante para la Iglesia o el Estado. Llama la atención cómo el círculo íntimo, que también incluía a algunas mujeres, logró mantener ocultas durante décadas las actividades de los dos seductores en serie. Hubo que esperar a 2014, cuando Philippe llevaba 8 años muerto y Vanier era muy viejo, para que se hicieran públicas las primeras acusaciones.

El Informe Vanier establece estándares para futuras investigaciones

 

En este sentido, también, el informe es válido más allá de este específico, porque muestra métodos y estrategias de secreto que funcionaron durante décadas, comenzando con los directamente afectados, pasando por el círculo interno de la institución, hasta las autoridades de control de la Iglesia. El Informe Vanier establece estándares que también podrían ser ejemplares para futuras investigaciones exhaustivas, como en los conocidos casos de Josef Kentenich y recientemente Marko Rupnik.

 

Además, deja claro que las bases legales y procesales para controlar los movimientos espirituales en la Iglesia apenas funcionan. Son urgentes las visitas regulares, y también la definición de nuevos delitos penales canónicos. Porque si los líderes carismáticos como Vanier no son sacerdotes, no se aplican las sanciones habituales de la Iglesia, como la prohibición de predicar o confesar o incluso la expulsión del sacerdocio como pena máxima.

 

El efecto de la excomunión, que como forma de castigo es  sólo temporal, también es limitado. El Papa Benedicto XVI desde 2005 y el Papa Francisco ya han ordenado un cierto endurecimiento de la aprobación y el control eclesiásticos de las "comunidades espirituales". Ahora se sabe mucho más sobre el fenómeno del uso de la autoridad clerical para satisfacer los deseos sexuales o de otro tipo, y el Informe Vanier completa dramáticamente estos hallazgos.