La "capilla universitaria"

Al que me dice que hay colegios separados niños niñas en otros países. Ese no es el tema principal, el tema es que los españoles que llevan a sus hijos a los colegios opusianos tienen derecho a saber el porqué de esa separación, la "captura", y las "ortopedias" en las que se vive en general en la universidad de Navarra. Como por ejemplo aquellas "peceras" que había para que si eras chica y tenías que hablar con un profesor estuvieráis a la vista de todo el mundo, o lo de dejar la puerta abierta si ibas a un despacho con un hombre, criterios que se repetían a menudo en los círculos de mujeres "trabajadoras" de la universidad, criterios que denotan una mentalidad enfermiza. Que por otro lado no impide que pasen cosas peores y más escandalosas que si se viviera con más normalidad el tema de que el ser humano somos dos sexos no pasarían.
El ir en contra de la educación para la ciudadanía, es una consigna absurda de la gente "filo ideas afines al conservadurismo católico". Porque no hay ataque a ninguna religión en esa asignatura y habiendo problemas reales en la educación en España hacer de esto un caballo de batalla es contribuir a crear problemas donde no los hay. Especialidad muy hispánica por lo que veo.
Lo que está en juego es que los tiempos en que el estado dictaba la moral, lo que había qué leer y pensar, y la iglesia católica ejecutaba, han pasado a mejor vida.

Ese es el fondo del asunto, y con lo intelectual que parece Ratzinger es que no entiendo como no se ataca este tema y la iglesia católica abandona sus veleidades políticas que sólo entorpecen su mensaje. Yo siempre pidiendo imposibles....

A propósito de las parroquias he recordado que cuando yo era adolescente mis padres solían llevarnos a misa a la llamada "capilla universitaria". Estaba al lado de lo que hoy es el museo de Navarra y que en los años cincuenta albergó la primera sede de la universidad de Navarra. En esa capilla oficiaban curas opus, muchos profesores en la facultad de teología. Sólo íbamos los domingos, era un buen paseo desde mi casa.

Ahora recuerdo con mucha pena como esos curas "obraron" con mis padres, tan típicamente navarros en su fe "acendrada". Tan "antiguo régimen". Mi padre solía confesarse con un cura agregado que creo era de Teruel, don Jesús Sancho. Había dos confesonarios a la entrada, mi padre se confesaba "cara a cara" mientras que las mujeres lo hacían por la rejilla. Ya por entonces yo estaba "medio obligada" a confesar en el club Isaba, porque el Opus hila así de fino, no sólo tienes que confesar con uno de sus curas, sino con el cura que está en contacto diario con el consejo local. Y eso que todavía no había pitado...

Lo de la rejilla, los hombres por un lado, las mujeres por otro, típico de la católica región en la que nací. Estábamos en los primeros años de la democracia española... Recuerdo que mi padre se entendía muy bien con aquel cura que supongo lo acabó convenciendo para que se hiciera supernumerario, debió de durar un mes, y luego cooperador otra vez. Y de veras que lamento la trampa inmunda en la que cayó mi familia y que yo en especial habría de pagar con mi libertad.

Mi padre estuvo ingresado en varias ocasiones en el hospital de Navarra por una isquema cerebral e infarto. Una de esas veces el cura agregado confesor de mi padre apareció por allí. Y me duele en el alma pensar que ese hombre con su marcado acento aragonés y su aparente campechanía se "ganó" a los más "de pueblo" de mis parientes. "De pueblo" en el mejor de los sentidos.

Y a lo que voy es que el opus tiene máscaras para cada ocasión: pijo con los pijos, de pueblo con el pueblo. Lamento que lo que luego pasa cuando inocentemente caes la gente se lo calle. ¡De qué manera más inocente y hasta "santa" se cae en sus redes!: confesar, ir a misa, "salvaguarda" de la doctrina comprando sus publicaciones...

recuerdo también a alguien de mis parientes decía en otra ocasión que una persona conocida había sido separada de sus padres por hacerse del Opus. Yyo sintiéndome fatal porque ya había pitado y aquello me parecía una calumnia. Y mi madre diciendo que no hiciera caso, ella ya era supernumeraria, y yo en la luna sin tener ni idea del sucio juego, del "cuento total" y de lo que efectivamente iba a pasar en mi vida.

También recuerdo de esos años que en mi casa empezaron a entrar sólo publicaciones Opus: telva, Palabra, Mundo Cristiano...había otras revistas católicas y otras femeninas en España. Pero nosotros nos hicimos adictos a "opuslandia". ¿Y qué decir de todos los libros de espiritualidad de la editorial Rialp? a esa inversión en papel impreso Opus hay que añadir el pago de los clubs Egulbati (mi hermano) e Isaba, las aportaciones mensuales de mi madre como supernumeraria y de mi padre como cooperador. Y las exacciones constantes que hay en el opus para construir y arreglar centros, empezar en otros países, editar películas del fundador o construir santuarios... En definitiva unos auténticos vampiros de católicos bienpensantes.

Ana Azanza
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Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Querida Ana:
¿Porque el Opus Dei siempre vampiriza a los buenos?, te lo digo porque yo he sido mucho tiempo numeraria como tu y estaba totalmente convencida que estaba haciendo lo correcto (dar todo mi dinero, apostolado, mortificarme...) pero cuando llego un momento que me hicieron del Consejo Local y tenia que pactar con las cosas mal hechas me negué (querian echar a una agregada por "enfermedad mental" cuando en el fondo era por no tener un duro y una familia problematica), entonces me dijerón ya no tenia "vocación" y me fui...Pero yo quiero a Dios con toda mi alma, sólo quiero estar unida a El, y es el gran Amor de mi vida. Por eso pite de numeraria pero no sabia el nido de viboras que habia detras.
Un besito Ana ¡Tu vales mucho¡

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