OPUS DEI EN CHILE

Todos los países nos llevan la delantera en apertura sobre el tema Opus Dei.
He encontrado este ejemplo en Chile. Listado numeroso de empresarios y gentes adineradas que aportan dinero. Con lazos familiares detallados. El Banco de Santander entre otros, generoso donante con cantidades astronómicas.

El artículo está firmado por Eduardo Aquevedo y está tomado del diario La Nación.

Me encanta el comienzo: el banquero opusino disertando ante nutrido grupo de empresarios sobre "Sensatez y sentimientos", de Jane Austen, que en España me parece que es "Sentido y sensibilidad". Y por supuesto el aop de guardia también puso su granito de arena.

Las donaciones del Opus Dei a la Universidad de los Andes
El establecimiento ubicado en San Carlos de Apoquindo es el que más aporte privados recibe, superando incluso a la PUC y a la U. de Chile. Los nombres tras estas ofrendas son parte de la elite empresarial cercana a la obra de Escrivá de Balaguer. Conozca quién es quién entre los hombres de negocio más conservadores del catolicismo chileno.
La mañana del jueves 19 de junio, una lluvia tupida caía en Santiago, pero a los cientos de ejecutivos que en ese instante estaban en el gran salón del centro de eventos CasaPiedra, apenas les importaba. Quienes no estaban tomando un café en el pasillo escuchaban atentos las palabras de Mauricio Larraín Garcés, el hombre fuerte del Grupo Santander en Chile. El seminario se llamaba “Sensatez y sentimientos” como el libro de Jane Austen y estaba centrado en la persona y la empresa. Por eso, el ejecutivo se entusiasmó contando que a comienzos de año, el equipo de recursos humanos les aseguró que en 2010 el Banco Santander lideraría el ranking Best Place To Work. “Me dijeron que serían el número uno y están trabajando para ello”, relató el banquero, y agregó: “A las personas les gusta ser exigidas al máximo para dar el máximo”.
Larraín Garcés tiene una impronta imponente y un hablar pausado. Junto con ser el presidente del banco más grande y rentable del país, es supernumerario del Opus Dei. Y como todo seguidor de la obra de monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer, aprovecha cada oportunidad para difundir su pensamiento. Por eso las palabras de Larraín hacen referencia directa al mensaje de Escrivá, quien decía que para lograr la santificación del trabajo hay que esforzarse por realizarlo “con la mayor perfección posible”. Larraín también se refirió al “acto glorioso”, al “espíritu de servicio” y a “dejar huella e influir”, todos conceptos esenciales de las enseñanzas del fundador del Opus Dei.
No es extraño que los fieles de Escrivá aprovechen todo momento para difundir la Obra. Menos aún si es ante una audiencia compuesta ciento por ciento por ejecutivos de las empresas más importantes del país. Es su ámbito natural y en el que el Opus Dei se ha centrado en los últimos años por extender su influencia. Hoy, este sector de la Iglesia Católica el más conservador de todos es el que tiene mayor llegada en la elite empresarial chilena. Sólo basta observar el éxito que tiene la Escuela de Negocios de la Universidad de los Andes y las cuantiosas donaciones a la casa de estudios superiores del Opus Dei.
Favorita de los donantes
Hoy, esta universidad es la que más aporte privados recibe, superando incluso ampliamente a las más tradicionales del país. El año pasado lideró nuevamente las recaudaciones, con donaciones privadas por 5.400 millones de pesos. En los dos escalones siguientes están la PUC y la U. de Chile, con cinco mil millones y 4.500 millones, respectivamente. En el Opus Dei precisan que la universidad no pertenece a la prelatura. Sí está relacionado con la Obra el grupo de empresarios y académicos que en 1989 formó la institución, entre los que estaban los empresarios Eduardo Fernández León, Matías Izquierdo Menéndez y Eduardo Gulisasti Gana. Sin embargo, en el sitio web de la universidad aclaran que “el Opus Dei es el garante moral de la formación espiritual de la comunidad universitaria”.
¿Cómo Los Andes se convirtió en menos de 20 años en la casa de estudios favorita de los donantes privados? Joaquín García-Huidobro, consejero de la universidad, asegura que la clave del éxito está en dos asociaciones: la de amigos y la de ex alumnos del plantel. “A estas agrupaciones se incorporaron personas comprometidas con nuestro propósito educativo, capaces de presentar a los donantes proyectos atractivos”, sostiene. Cuando quisieron construir la monumental sede de la Escuela de Estudios Superiores de la Empresa (ESE, conocida también como Escuela de Negocios) no les faltó la plata. Y varios miles de los millones que captaron el año pasado, irán a parar a los seis mil metros cuadrados que tendrá el edificio que albergará nuevas salas para la ESE y la Escuela de Derecho, que estará listo a mediados de 2009.
Sin embargo, más que estos proyectos colosales, quienes consiguen captar estas suculentas donaciones son los nombres detrás de los “amigos” de la universidad, todos con extensas e intrincadas redes en la elite empresarial nacional. La lista de los miembros del directorio de esta asociación marea: la preside Juan Ruiz-Tagle Irarrázaval, ex presidente del Comité de Paltas, y la integran también Eduardo Fernández León, José Antonio Garcés, Gonzalo Ibañez Langlois, Matías Izquierdo Menéndez y Mauricio Larraín Garcés, entre otros. Son ellos todos pesos pesados del empresariado local quienes se encargan “por un lado, de mantener un estrecho contacto con los académicos y detectar los proyectos que sean más interesantes, y por otro, dar a conocer esos proyectos a los potenciales donantes”, explica García-Huidobro.
Los benefactores
Varios de los integrantes de este directorio son quienes realizaron los mayores aportes a la universidad el año pasado. Uno de los principales benefactores de Los Andes y de la Obra en general es Fernández León, miembro del Opus Dei y de la junta directiva del plantel. “El Negro” como le dicen sus amigos , su señora, Valerie Mac Auliffe, y dos de sus hijos, Tomás y Eduardo, donaron a título personal alrededor de 684 millones de pesos. Si a esa cifra se suman los aportes que realizó a través de algunas de sus empresas como la clínica Santa María y la isapre Banmédica , la cifra supera holgadamente los 900 millones de pesos. Eso no es todo. A través de Inversiones Teval la sociedad que comparte con José Antonio Garcés y que controla Consorcio Financiero y que participa en Almendral , “el Negro” aportó otros 790 millones.
Su partner en Teval también es otro de los megadonantes de la universidad del Opus. Garcés socio también de Embotelladora Andina y su familia su esposa, María Teresa Silva, y cinco de sus hijos entregaron el año pasado al plantel 620 millones de pesos, siendo el que más aportó el mismo José Antonio, quien donó a su nombre 350 millones de pesos. Los Garcés Silva desembolsaron toda esta plata con el objetivo de financiar la construcción y los equipos de la nueva joyita de Los Andes: el hospital clínico. Entre los mayores donante individuales está Luis Enrique Yarur Rey, presidente del BCI y dueño de las farmacias Salcobrand. Yarur es uno de los empresarios connotados más cercanos a la Obra, y su señora, Ane Miren Arrasate, es miembro del directorio de la Fundación Nocedal. El año pasado, este banquero donó a su nombre 777 millones de pesos y otros 194 millones a nombre del BCI.
En el listado de los benefactores de la Universidad de los Andes están otros conocidos empresarios; eso sí, con cifras menores. Uno de los dueños de Embotelladora Andina, José Said Saffie, y su hijo Salvador, aparecen donando en conjunto 150 millones de pesos. El grupo Security, de propiedad de Francisco Silva y Renato Peñafiel, entregó otros 196 millones. El supernumerario Nicolás Hurtado Vicuña cuya familia es uno de los dueños de Almendral aportó 30 millones para el fondo de becas.
Y el poderoso Ricardo Claro Valdés donó a su nombre 4,5 millones, y otros 33 millones a través de Cristalerías Chile y Sudamericana de Vapores. Una supernumeraria asegura que Claro no es del Opus Dei, y él se ha encargado de precisarlo en varias oportunidades. Sin embargo, cuando en octubre de 2002 viajó a la canonización de Escrivá de Balaguer, confesó que era admirador de la Obra, “porque es un nuevo tipo de santidad que se asimila a la época en que vivimos”. Llama la atención, sin embargo, que el mayor benefactor del plantel no sea de uno de los grandes nombres del empresariado criollo. Según el listado, la más cuantiosa de las donaciones del año pasado la hizo Elina Gianoli Gainza, quien el 10 de diciembre realizó dos aportes que en total suman 1.417 millones de pesos, superando a nombres como Fernández León y Yarur Rey.
En su libro “El imperio del Opus Dei en Chile”, la periodista María Olivia Mönckeberg cuenta que la familia uruguaya Gianoli Gainza fue una de las pioneras en apoyar económicamente a la Obra, cuando sus primeros clérigos llegaron a Chile, en la década de los cincuenta. “Colaboran porque son muy católicos”, confirma el sacerdote numerario Francisco Baeza. Según “Romana”, el boletín oficial de la prelatura, Elina Gainza de Gianoli quien murió en 1989 “realizó una generosa ayuda a las actividades de la Prelatura del Opus Dei en Chile”. Hoy dos de sus hijos, Elina y Pedro, mantienen importantes participaciones en dos empresas chilenas, Almendral y Molymet, y siguen siendo benefactores de la Obra.
La niña consentida del Opus
Los nombres de todos estos grandes empresarios se repiten, juntos y revueltos, en muchas de las actividades de la ESE, la niña de los ojos de la Universidad de los Andes. Su sede es uno de los edificios más imponentes de la casa de estudios, situada a los pies de San Carlos de Apoquindo, con la cordillera como telón de fondo. Es una construcción ostentosa, de ladrillos terracota, rodeada de pulcros jardines y de estacionamientos repletos de camionetas 4×4. La ESE tiene también su propia capilla, donde los alumnos pueden acceder a la atención sacerdotal y a la confesión tres días a la semana. Las misas se realizan los lunes y viernes, a la una y media de la tarde.
Por las puertas de esta escuela ingresan día a día los empresarios y gerentes más top del país. Lo vienen haciendo desde 1999, cuando fue creada, bajo la inspiración del IESE, la Escuela de Negocios de la Universidad de Navarra, en España, plantel que pertenece a la prelatura y que impulsó Escrivá de Balaguer.
Agustina López, periodista española y ex numeraria del Opus Dei, asegura que el plus del IESE rankeado entre las 20 mejores escuelas de negocio del mundo es preparar a muchos de los ejecutivos que dirigen algunas de las compañías españolas más prestigiosas. En menos de una década, la ESE ha conseguido en Chile el mismo logro y ya se ubica entre las tres escuelas de negocios más importantes del país. Álvaro Pezoa, consejero del instituto, cuenta que por sus aulas han pasado empresarios y ejecutivos de firmas como el Banco Santander, BCI, Watts, Ariztía, el grupo GTD y cientos más. “Somos una escuela nueva y en este corto tiempo hemos generado una buena impresión, fruto del trabajo en el mundo empresarial, que ha visto con mucha claridad nuestra vocación de ser una escuela de alta dirección. Obviamente no es una cuestión exclusivista ni mucho menos, pero sin duda que nuestro primer objetivo es llegar a la gente que toma decisiones en la empresa. Eso está claro”, afirma.
La joyita de la ESE es el PADE, programa que está dirigido a gerentes generales, miembros de directorios y dueños de empresas, y que ha preparado a gente como el ex timonel de la Sofofa Fernando Agüero y el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Pedro Corona. Muchos más nombres connotados de la elite chilena se repiten en el Consejo Asesor Empresarial de la ESE, agrupación que ayuda a delinear las directrices de la escuela. En el listado hay varios supernumerarios y muchos de los benefactores de la universidad. Están Mauricio Larraín, Luis Enrique Yarur, José Antonio Garcés, Eduardo Fernández, Ricardo Claro, Manuel Cruzat, el dueño de la corredora LarrainVial, Leonidas Vial; el presidente de la bolsa, Pablo Yrarrázaval; el consejero de la Sofofa Ernesto Noguera; el hermano del ex presidente del Banco Central, Canio Corbo, y el ex ministro de Hacienda de Pinochet Jorge Cauas, entre varios otros.
El chorreo santificado
A juicio de López, no es extraño este estrecho vínculo entre el Opus Dei y los empresarios. “Uno de sus principales objetivos es llegar a la elite a través de la pirámide empresarial. Ir siempre hacia arriba, acercándose a la gente del ala poderosa. Acá en España, la prelatura siempre ha estado alineada con el dinero, el poder y la derecha. Extrañamente, para el Opus no es lo mismo un obrero que un empresario”.
María Olivia Mönckeberg agrega: “Escrivá de Balaguer le daba mucha importancia sobre todo en su libro “Camino” a la elite, a estar siempre en la cúspide, porque desde allí se influye en el resto de la sociedad. Por eso el objetivo de la Obra es llegar a ser muy decisivos en la formación de los valores de la sociedad. Además, sus miembros dan una suerte de bendición al trabajo bien hecho, como dicen ellos, y ‘el tener’ pasa a ser algo positivo o menos cuestionado que en las encíclicas papales. Por eso no es extraño ver a la elite empresarial vinculada al Opus Dei”.
Monseñor Alfonso Baeza, actual vicepresidente de Caritas Chile y ex vicario de la Pastoral Obrera, conoce la Obra porque es hermano de Francisco Baeza y porque fue alumno en la UC del padre Adolfo Rodríguez, el primer clérigo del Opus que llegó a Chile. “Hasta un simple observador puede apreciar que ellos están cerca de la elite empresarial y de la gente influyente. Son personas que defienden el statu quo de la sociedad, la propiedad privada, la libre empresa y, claro, su aporte es la santificación del trabajo”, asegura.
“Por ejemplo, la Universidad de los Andes se ha construido porque hay una gran cantidad de personas que han dado mucha plata. Pero con eso fortalecen a un sector social que ya tiene bastante. Y ellos creen que donando evitan la condena, que con la firma de un cheque evitan la reprobación de tener. Esa interpretación se puede identificar con la caricatura del chorreo: ‘Trabajo mucho, con eficacia, gano mucha plata, y lo que quede se comparte’. Esa es un poco la postura que surge de esta espiritualidad: el chorreo santificado”, explica. LND
El vínculo con el Banco Santander
El grupo Santander es uno de los que más dona a las universidades chilenas. En 2005 entregó casi 850 millones a la Universidad de los Andes, pero el año pasado bajó considerablente su aporte, a 3.451.560 pesos. “El interés del Santander por la educación superior es un interés profundo, de largo plazo, porque entendemos que en la universidad están estudiando los líderes del futuro, que van a manejar el país en el futuro. Por eso, estamos apoyando fuertemente a las universidades”, explica a LND Mauricio Larraín, presidente del banco y supernumerario.
En España, donde está la matriz del grupo, el Santander también está relacionado con la Obra. Agustina López explica que el presidente del holding, Emilio Botín, está casado con la supernumeraria Paloma O’Shea, hermana de la conocida numeraria Covadonga O’Shea, quien ha sido invitado varias veces a Chile a participar en seminarios organizados por la revista de la prelatura, “Hacer familia”.
¿Dónde están?
Una de las enseñanzas más claras de Escrivá es que sus miembros realicen su trabajo lo mejor posible, para así llegar a la cúspide. Muchos de sus seguidores miembros del empresariado, tomaron sus palabras al pie de la letra y han llegado a las cúpulas de los gremios empresariales más importantes del país. Basta echar un vistazo a los directorios de algunos de ellos. En la Asociación de Bancos, el primer y el segundo vicepresidentes son Luis Enrique Yarur y Mauricio Larraín. Fernando Agüero fue presidente de la Sofofa. En Icare fue presidente Mauricio Larraín, mientras Patricio Parodi, supernumerario y uno de los hombres de confianza de Fernández León, es miembro del directorio de esa organización. Y José Antonio Guzmán, quien viajó a Roma a la canonización de Escrivá y es padre del ex vocero del Opus Dei, fue presidente de la CPC hasta 1996.
¿Quién es quién en el Opus Dei?
Supernumerarios. Son la mayoría de los miembros. Lo más frecuente es que sean mujeres u hombres casados. Para ellos, la santificación de los deberes familiares forma parte primordial de su misión. Numerarios. Son célibes y se encuentran plenamente disponibles para atender las labores apostólicas y la formación de los demás fieles de la prelatura; ordinariamente pueden vivir en centros de la prelatura. Entre las numerarias, algunas se dedican principalmente a los trabajos domésticos en las sedes de los centros de la prelatura.
Tomado de La Nación del Domingo, Por Carolina Rojas y Darío Zambrano

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