Opus Dei: The Influential Ultra-Conservative Christian Sect (2002)

En aquellos tiempos, 2002, un Mora Figueroa al frente de Torreciudad. Dando la réplica a la falsa santidad, Alberto Moncada que incluso confiesa un pecadillo de juventud.

Todo fachada, esas ceremonias, ropajes litúrgicos, magníficos retablos y vasos sagrados, los fieles de rodillas en el santo y duro suelo...un escaparate. Apariencias que duran lo que duran, cada cual descubre el envés de la trama cuando le toca. Y ya decide, me uno al coro de hipócritas o salgo de él.

 

Como sugiere Moncada, a los fieles de base se les exige duro, mortificaciones corporales incluidas: tu cilicio, tus disciplinas desde los 16 años, tu tabla para dormir si eres chica desde que llegas al centro de estudios hasta tus 40. Sacrificios sin cuento, físicos y morales, como el alejamiento de los seres queridos para ser sustituido por nada, en todo caso por el fanatismo hacia la figura del falso santo que preparó su funeral y la posteridad como si de un faraón se tratase. Pero el fanatismo por un ser humano fallecido no sustituye el afecto verdadero, es una locura.

El monseñor vaticano que entonces se ocupaba de las causas de los santos no sabe que hubiera controversia. Sí, hay controversia y la seguirá habiendo.

Muy bien esta vez, no era consciente de que la confesión, en y fuera del rebaño escrivariano sirve para tod menos para hacer penitencia. A tanto no llegaron mis exploraciones, él tiene más experiencia si fue casi cura o cura entero, estuvo en Roma y conoce más interioridades. Cuanta trampa.

 Lo llamaban dirección espiritual cuando era vigilancia y control y seguirá siendo. Hay mucho que hablar en estas confusiones de llamar espiritual a lo que es pura política, mangoneo, manipulación, aprovecharse de la confianza que genera la Iglesia católica por tradición.

Estupendamente visto, solo falta firmar con tu firma, en efecto, mientras duren tendrán que apañarse para continuar con el cuento porque no saben hacer otra cosa y viven de él. Quienes mandan y deciden son los curas, los demás están sometidos y es pura comparsa.