NOS DUELE ESPAÑA
Me han enviado este artículo magnífico sobre España. Añado como presentación para todos los estudiosos del castellano en vez del español y etc, que el líder de Francia insumisa, Jean Luc Melenchon y Corbyn el líder del ala izquierda del laborismo inglés, se entienden en español, dado que sus conocimientos del idioma del otro son aprox. Melenchon de abuelos españoles, Melenchon sí, como los melenchones que se cantan en san Antón, su abuelo era de la provincia de Murcia. Y Corbyn está casado con una mejicana. Y en su encuentro precisamente la semana pasada en Liverpool se refieren a que hablan ESPAÑOL, en lugar de castellano.
Nos duele España. Nos duele cuando va mal, corroída por la crisis, por la corrupción, debilitada por las disidencias y aplastada por el paro. Necesitamos la vitalidad española, su incandescencia, su genio, y del humor de su pueblo.
Tenemos hacia ella un sentimiento de cobarde abandono desde la época del Frente Popular, vencedor en Francia pero vencido en España por nuestra falta de solidaridad.
La guerra civil española fue el campo de pruebas de la Segunda guerra mundial. Lo que pasó en España no se pude separar del resto salvo en caso de miopía o perversidad.Hubo religiosos españoles asesinados, pero no se pueden beatificar muertos como si los mártires estuvieran todos del mismo lado y los verdugos en el otro. Es un error histórico y una falta moral.
No podemos renunciar a situar las responsabilidades y sería nihilismo ético no distinguir los republicanos salidos del sufragio y los sediciosos que llegaron al poder a sangre y fuego. El fascismo estaba en un lado y el mundo, el resto del mundo ya estaba en el otro.No voy a decir que el resto del mundo era el mundo libre, puesto que conozco la naturaleza totalitaria de la URSS o de la China de Mao. Pero la empresa fascista de destruccion del mundo se asentaba en un principio de muerte. ¡Viva la muerte! gustaban de gritar los franquistas.
Guernica fue un Oradour-sur-Glane vasco efectuado por la aviación nazi,para empezar. Fueron los dirigentes nazis quienes fueron juzgados en Nuremberg, no los otros, los republicanos españoles, ni los anarquistas ni los comunistas ni los socialistas, no los rojos, es decir el pueblo como escribió el gran intelectual católico José Bergamin, es decir, mujeres, niños, ancianos a los que no se les perdonó la vida.
Las víctimas de las matanzas de Badajoz están entre los 200 000 muertos de la represión franquista. No, fueron los facciosos apoyados por sus aliados nazis y musolinianos, los que fueron bendecidos por el obispo de Barcelona y su colega de Toledo, los que fueron juzgados en Nuremberg por el mayor crimen que se puede cometer, el crimen contra la humanidad.
El general Millán Astray, jefe de la legión franquista, soldado ejemplar pero fascista exaltado, sin brazo que gritó « ¡ viva la muerte ! » en la universidad de Salamanca ante su rector, Miguel de Unamuno, el cual rompiendo entonces con los franquistas le contestó unas palabras que han quedado para siempre: "llenos de un odio inquisidor, la Inquisición (los franquistas) venceréis pero no convenceréis". Fue confinado en su domicilio hasta su fallecimiento tres meses después de estos hechos.
El obispo de Barcelona monseñor Irurita, aliado del franquismo, repartió armas a los curas de su diócesis, los cuales aceptaron todos menos dos, y dispararon al pueblo como si fueran milicianos desde el tejado del convento del Carmen, de la Diagonal o de la Iglesia de Santa María del Mar. En el extremo opuesto los capuchinos hicieron del convento una enfermería abierta a todos. Ninguno fue molestado por el pueblo. Es todo lo que salió del cerebro de un obispo envenenado por el fanatismo.
Hubo reigiosos inocentes que perdieron la vida, pero la culpa fue de sus obispos que no supieron predicar la paz y precipitaron al clero contra el pueblo para desgracia de todos. Una elección fratricida.
Una gran figura eclesiástica se opuso al odio y el auge de la violencia ideológica, el cardenal arzobipos de Tarragona Vidal Y Barraquer, gran figura de Cataluña que hubo de exiliarse por orden de Franco y acabó refugiado en Suiza.
Si hay que beatificar que sea a todos y no sólo a los que murieron creyendo que ser pastores de Cristo equivalía a convertirse en mercenarios espirituales del franquismo. Las fotos de obispos bendiciendo tanques dieron la vuelta al mundo, así como las de los desfiles de soldados de la legión y de moros a los que se hizo "cristianos honorarios" para la ocasión.
Desde los primeros momentos tras el golpe, el cardenal Gomá, arzobispo de Toledo, monseñor Eijo, arzobispo de Madrid (y primer reconocedor eclesiástico de la obra escrivariana), los de Córdoba, Sevilla, Andalucía en general y Castilla, luego Mallorca se aliaron con los fascistas.
El obispo Enrique Plá Y Deniel resumía el 30 de septiembre de 1936 la irreductible elección fratricida de una parte de la iglesia española: "Se trata de implantar un gobierno jerárquico contra el disolvente comunismo, de defender la religión cristiana, la patria, la familla contra los sin Dios y los contra Dios, los sin papeles y desarrapados del mundo. Se trata de una cruzada por la religión y la civlización. Nadie puede acusar a la Iglesia de haber perturbado el orden porque ya no existía, ni siquiera de modo precario".
Estamos ante la arenga de un político no de un pastor.
La jerarquía de la Iglesia no puede inhumar en el olvido los 16 curas bascos fusilados en la provincia de Guipúzcoa por haberse puesto del lado de la República, ni silenciar los 142 curas vascos encerrados en el convento de Begoña trasladados luego a Sevilla, ni puede olvidar los seminaristas y curas deportados tras la caída de Bilbao, ni omitir la expulsión de España del obispo de Vitoria monseñor Mugica que intentaba oponerse a la represión ordenada por el general Franco. Se estima que fueron 750 los religiosos bascos víctimas de la depuración dirigida por las autoridades franquistas.
Mauriac calificaba de abyectos los asesinatos de religiosos y el peor de los crímenes era "haber comprometido a Cristo. ¿Cuántos siglos harán falta para que España se deshaga de este terrible equióvoco, para que los hijos de mujeres asesinadas en Guernica, en Durango, en Barcelona y en toda España aprendan a no confundir la causa del Dios crucificado con la del general Franco ? »
Sí a la reconciliación
Bernanos rompió en nombre del honor con el franquismo lamentó siempre las masacres y el silencio del Vaticano. ¿hay que recordar que su hijo murió en las filas de Falange para que se le dé todo el peso a lo que dijo?
García Lorca asesinado por los franquistas de noche en Granada, se dirigía con desesperanza a Pío IX desde Nueva York en "Grito a Roma": el hombre vestido de blanco ignoraba el misterio de la espiga porque ya no hay nadie para compartir el pan y el vino".
España necesita reconciliación en estos tiempos díficiles, no que se ahonde la herida todavía no cicatrizada y desde luego no necesita beatificación parcial, minúscula ventaja ideológica concedida a una nostalgia revanchista. hace falta en España perdón, amor, unidad.
Bergamín concedía que no había que ignorar que « habían perecido víctimas inocentes, religiosos y curas víctimas del significado profano que habían tomado sus hábitos a causa de la mala conducta de sus pontífices y de todos los políticos conservadores que durante años defendieron sus intereses en parte ilegítimos, enmascarándolos tras la defensa de los principios de la religión."
Sería esta una dirección que llevaría a la reconciliación y no a la humillación de unos por otros, siguiendo el hilo de la homilía del arzobispo de Madrid Vicente Enrique y Tarancón, el 27 de noviembre de 1975 cuando afirmó la concordancia de la misión de la Iglesica con la primacía de los derechos humanos y el justo reparto de los bienes. Tarancón fue un obispo conciliar.
La intervención del papa Francisco ha de ejercerse sin ambigüedad, que su sí sea un sí a la reconciliación y que para los nostálgicos de la divisón su no sea un no (Mat 5, 37). Se impone un mensaje papal de amistad a la iglesia vasca y a toda España sin discriminación.
Jean-Pierre Mignard codirector de la revista Témoignage chrétien.
Nos duele España. Nos duele cuando va mal, corroída por la crisis, por la corrupción, debilitada por las disidencias y aplastada por el paro. Necesitamos la vitalidad española, su incandescencia, su genio, y del humor de su pueblo.
Tenemos hacia ella un sentimiento de cobarde abandono desde la época del Frente Popular, vencedor en Francia pero vencido en España por nuestra falta de solidaridad.
La guerra civil española fue el campo de pruebas de la Segunda guerra mundial. Lo que pasó en España no se pude separar del resto salvo en caso de miopía o perversidad.Hubo religiosos españoles asesinados, pero no se pueden beatificar muertos como si los mártires estuvieran todos del mismo lado y los verdugos en el otro. Es un error histórico y una falta moral.
No podemos renunciar a situar las responsabilidades y sería nihilismo ético no distinguir los republicanos salidos del sufragio y los sediciosos que llegaron al poder a sangre y fuego. El fascismo estaba en un lado y el mundo, el resto del mundo ya estaba en el otro.No voy a decir que el resto del mundo era el mundo libre, puesto que conozco la naturaleza totalitaria de la URSS o de la China de Mao. Pero la empresa fascista de destruccion del mundo se asentaba en un principio de muerte. ¡Viva la muerte! gustaban de gritar los franquistas.
Guernica fue un Oradour-sur-Glane vasco efectuado por la aviación nazi,para empezar. Fueron los dirigentes nazis quienes fueron juzgados en Nuremberg, no los otros, los republicanos españoles, ni los anarquistas ni los comunistas ni los socialistas, no los rojos, es decir el pueblo como escribió el gran intelectual católico José Bergamin, es decir, mujeres, niños, ancianos a los que no se les perdonó la vida.
Las víctimas de las matanzas de Badajoz están entre los 200 000 muertos de la represión franquista. No, fueron los facciosos apoyados por sus aliados nazis y musolinianos, los que fueron bendecidos por el obispo de Barcelona y su colega de Toledo, los que fueron juzgados en Nuremberg por el mayor crimen que se puede cometer, el crimen contra la humanidad.
El general Millán Astray, jefe de la legión franquista, soldado ejemplar pero fascista exaltado, sin brazo que gritó « ¡ viva la muerte ! » en la universidad de Salamanca ante su rector, Miguel de Unamuno, el cual rompiendo entonces con los franquistas le contestó unas palabras que han quedado para siempre: "llenos de un odio inquisidor, la Inquisición (los franquistas) venceréis pero no convenceréis". Fue confinado en su domicilio hasta su fallecimiento tres meses después de estos hechos.
El obispo de Barcelona monseñor Irurita, aliado del franquismo, repartió armas a los curas de su diócesis, los cuales aceptaron todos menos dos, y dispararon al pueblo como si fueran milicianos desde el tejado del convento del Carmen, de la Diagonal o de la Iglesia de Santa María del Mar. En el extremo opuesto los capuchinos hicieron del convento una enfermería abierta a todos. Ninguno fue molestado por el pueblo. Es todo lo que salió del cerebro de un obispo envenenado por el fanatismo.
Hubo reigiosos inocentes que perdieron la vida, pero la culpa fue de sus obispos que no supieron predicar la paz y precipitaron al clero contra el pueblo para desgracia de todos. Una elección fratricida.
Una gran figura eclesiástica se opuso al odio y el auge de la violencia ideológica, el cardenal arzobipos de Tarragona Vidal Y Barraquer, gran figura de Cataluña que hubo de exiliarse por orden de Franco y acabó refugiado en Suiza.
Si hay que beatificar que sea a todos y no sólo a los que murieron creyendo que ser pastores de Cristo equivalía a convertirse en mercenarios espirituales del franquismo. Las fotos de obispos bendiciendo tanques dieron la vuelta al mundo, así como las de los desfiles de soldados de la legión y de moros a los que se hizo "cristianos honorarios" para la ocasión.
Seminaristas pamplonicas en la asignatura ejercicios de tiro, plaza de toros | de Pamplona 1936 |
Desde los primeros momentos tras el golpe, el cardenal Gomá, arzobispo de Toledo, monseñor Eijo, arzobispo de Madrid (y primer reconocedor eclesiástico de la obra escrivariana), los de Córdoba, Sevilla, Andalucía en general y Castilla, luego Mallorca se aliaron con los fascistas.
El obispo Enrique Plá Y Deniel resumía el 30 de septiembre de 1936 la irreductible elección fratricida de una parte de la iglesia española: "Se trata de implantar un gobierno jerárquico contra el disolvente comunismo, de defender la religión cristiana, la patria, la familla contra los sin Dios y los contra Dios, los sin papeles y desarrapados del mundo. Se trata de una cruzada por la religión y la civlización. Nadie puede acusar a la Iglesia de haber perturbado el orden porque ya no existía, ni siquiera de modo precario".
Estamos ante la arenga de un político no de un pastor.
La jerarquía de la Iglesia no puede inhumar en el olvido los 16 curas bascos fusilados en la provincia de Guipúzcoa por haberse puesto del lado de la República, ni silenciar los 142 curas vascos encerrados en el convento de Begoña trasladados luego a Sevilla, ni puede olvidar los seminaristas y curas deportados tras la caída de Bilbao, ni omitir la expulsión de España del obispo de Vitoria monseñor Mugica que intentaba oponerse a la represión ordenada por el general Franco. Se estima que fueron 750 los religiosos bascos víctimas de la depuración dirigida por las autoridades franquistas.
Mauriac calificaba de abyectos los asesinatos de religiosos y el peor de los crímenes era "haber comprometido a Cristo. ¿Cuántos siglos harán falta para que España se deshaga de este terrible equióvoco, para que los hijos de mujeres asesinadas en Guernica, en Durango, en Barcelona y en toda España aprendan a no confundir la causa del Dios crucificado con la del general Franco ? »
Sí a la reconciliación
Bernanos rompió en nombre del honor con el franquismo lamentó siempre las masacres y el silencio del Vaticano. ¿hay que recordar que su hijo murió en las filas de Falange para que se le dé todo el peso a lo que dijo?
García Lorca asesinado por los franquistas de noche en Granada, se dirigía con desesperanza a Pío IX desde Nueva York en "Grito a Roma": el hombre vestido de blanco ignoraba el misterio de la espiga porque ya no hay nadie para compartir el pan y el vino".
España necesita reconciliación en estos tiempos díficiles, no que se ahonde la herida todavía no cicatrizada y desde luego no necesita beatificación parcial, minúscula ventaja ideológica concedida a una nostalgia revanchista. hace falta en España perdón, amor, unidad.
Bergamín concedía que no había que ignorar que « habían perecido víctimas inocentes, religiosos y curas víctimas del significado profano que habían tomado sus hábitos a causa de la mala conducta de sus pontífices y de todos los políticos conservadores que durante años defendieron sus intereses en parte ilegítimos, enmascarándolos tras la defensa de los principios de la religión."
Sería esta una dirección que llevaría a la reconciliación y no a la humillación de unos por otros, siguiendo el hilo de la homilía del arzobispo de Madrid Vicente Enrique y Tarancón, el 27 de noviembre de 1975 cuando afirmó la concordancia de la misión de la Iglesica con la primacía de los derechos humanos y el justo reparto de los bienes. Tarancón fue un obispo conciliar.
La intervención del papa Francisco ha de ejercerse sin ambigüedad, que su sí sea un sí a la reconciliación y que para los nostálgicos de la divisón su no sea un no (Mat 5, 37). Se impone un mensaje papal de amistad a la iglesia vasca y a toda España sin discriminación.
Jean-Pierre Mignard codirector de la revista Témoignage chrétien.
Comentarios
“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.”
https://www.aciprensa.com/recursos/oracion-a-san-miguel-arcangel-798
No sé si ha actuado San Miguel, pero esto parece un milagro. ¡¡¡El Opus pide perdón!!!
Ergo, el Opus dice que no es la Obra de Dios.
“Opus Dei 90 años, el prelado: “Perdón por nuestras faltas y pecados”
ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ 02/10/2018
“Perdón por nuestras faltas y pecados”. Una petición inusual para un momento de celebración. Al cumplir 90 años de fundación del Opus Dei, el prelado Fernando Ocáriz quiso reconocer las carencias de los miembros de la Obra, sobre todo con aquellas personas que no recibieron en ella “la generosidad y el cariño que necesitaban”.
https://www.lastampa.it/2018/10/02/vaticaninsider/opus-dei-aos-el-prelado-perdn-por-nuestras-faltas-y-pecados-CZExmHi4XtlxtSoG8N5LdI/pagina.html
Si pide perdón quiere decir que no es la Obra de Dios, porque Dios no se equivoca. Hasta ahora todo lo que ha hecho el Opus es hacer creer a sus miembros que son la Obra de Dios, y como tal, la institución conocida es perfecta, y todo lo que viene del Opus viene de Dios. Este es el truco -herético, blasfemo, y manipulador- en que se ha basado el Opus. Ahora se ven obligados a romper este mito, el mito en el que han basado todo. Me parece que tiene gran importancia.
Ya se que, conociéndolos, es hipocresía, y que sería soñar mucho en que hagan siquiera un amago de reparar el mal causado a lo ex miembros. Pero el Opus siempre ha sido redomadamente hipócrita y nunca han dicho esto de ahora, todo lo contrario.
Extrañamente, la entrevista es en el Vatican Insider. Un medio de la Stampa que está oficialmente con el Papa, diría que liderando la defensa ante los actuales burdos y brutales ataques.
¿Por qué lo hacen? Seguro que forzados, de un modo u otro, por el Papa. El asunto sería saber si dentro del Opus hay alguien con poder dispuesto a rectificar de verdad. No lo parece el catalán Ocariz, de hecho desde que llegó -previo adelantamiento de la muerte de Echevarría por el obispo Jaume Pujol- se han radicalizado a lo bestia. Pero todo puede ser. Viéndolo desde fuera, como mera morfología del poder, lo lógico es que haya dos grandes grupos: las sotanas y los manguitos bancarios. A las sotanas, por interés personal, les interesaría seguir con lo que es su centro de poder, meramente “religioso”. A los manguitos bancarios, el poder económico y político, les interesaría mantener este centro de poder y que se quemen las sotanas, que ellos siempre podrían aspirar a conservar el poder económico y político, aún muy disminuido. No serán grupos homogéneos, estarán recíprocamente “infiltrados”. No sé si siempre, pero hace un año por estas fechas hicieron cambios en los capos regionales en España. Veremos si hacen algún nombramiento. Ningún cambio sería creíble si no echan al capo del Opus en España, Ramón Herrando Prat de la Riba, el nieto del inventor del supremacismo catalán y el odio a España.
Hay otras novedades en lo que dice Ocariz. Habla de los ex miembros del Opus. Me parece que es la primera vez que el jefe oficial del Opus hace esto. Su táctica siempre ha sido hacer como si no existieran.
Reconoce su completa decadencia. Dice que no tienen que abrir nuevos centros: “este impulso evangelizador no es poner en marcha nuevas actividades o instituciones como las ya existentes” Ya ni con su gran poder económico pueden. No hay personal. Me parece que es la primera vez que lo dice. Y se acaba el mito de la expansión, que el Opus siempre se ha presentado a sus socios como en permanente expansión, y este éxito, en plan calvinista, era para ellos la prueba de que eran la “Obra de Dios”. Hacían creer que ellos por presentarse como ortodoxos crecían mientras los demás perdían efectivos. Adeu al mito.
“Cada año fallecen unos mil fieles de la prelatura”, dice Ocariz. No dice cuantos ingresan. Y no dice cómo se da la casualidad que ingresen justo el mismo número que los que fallecen, que llevan años y años diciendo que son el mismo número.
A ver si se produce el milagro que dejen de machacarnos a los españoles con su golpista tabarra catalana y su múltiple violencia. Rezo a San Miguel para que dejen de atacar a la Iglesia.
de milagro,
todo el mal que hacen lo hacen con plena conciencia
es sistémico, y son responsables, es absurdo solucionar con pedir perdón.
No hay perdón para el robo organizado de vidas y haciendas
Lo suyo serían pleitos y a la cárcel
échale un galgo a encarcelar a alguno de estos estafadores.
Les sale gratis su vida de extorsión. El after Opus es terrorífico.
Por eso aunque somos muchos los engañados, miles sólo en España,
no llegamos ni a una centena ni mucho menos, los que damos la cara.
Estamos hablando de crímenes y delitos continuados, apoyados
en brainwashing de menores y extorsión con los puestos de trabajo
y el pan de las familias. Apoyados en el poder en España
con Franco y despues de Franco, en sus manos.