GABRIELA

Después de haberle negado el pan y la sal a Julián Marías, ahora viven de él. Así son. Puro oportunismo. Le chafaron la tesis (García Hoz), le chafaron la cátedra (Calvo Serer). El mismo destino ha encontrado la republicana declarada, exiliada y peregrina por el mundo María Zambrano. 


Todavía en los 70 se negaban a reconocer su categoría filosófica digna de doctorado honoris causa en la u. de Málaga. Testimonio del catedrático hoy jubilado de esa universidad, impulsor principal de la Fundación que lleva el nombre de MZ en Vélez Málaga y uno de los responsables de la vuelta  a España de la pensadora española por antonomasia.

Me subestimas considerando que voy a publicar tus ataques, anónimo troll de los Borbones. 

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El Yoda del régimen habló ayer noche predicando "lo humano que es pretender sueldo de ministro". ¿Motivo? salvar la cara de los socios de gobierno que en 2014 predicaban tres salarios mínimos como máximo para los cargos públicos de Podemos y hoy tienen asiento en el consejo de ministros. Es el tope de la sabiduría que nos podemos permitir en la tele: Todos estamos por la pasta




Traigo esta historia, no creo que seamos ni mejores ni peores por aquí. Si acaso más domesticados en el silencio de los corderos.



«Sólo una cuarta parte de los curas vive realmente la castidad como máximo. Es una farsa.»
Gabriella Loser Friedli mantuvo durante años una relación secreta con un religioso católico. No se muestra nada sorprendida por el clima homoerótico y por la pedofilia de los clérigos. Se limita a sugerir que se termine el deber del celibato.
Simon Hehli, Antonio Fumagalli 7.03.2020,
Peter Schneider / Keystone







Gabriella Loser Friedli.
Gabriela Loser Friedli
Gabriella Loser Friedli es una mujer resuelta. Las muchas luchas que ha llevado adelante en su vida no le han robado la energía. Queda claro cuando nos sentamos en un café de Friburgo (Suiza) y pide agua mineral mientras empieza a contar su historia en un torrente de palabras. 

Nadie sabe mejor que ella lo que ha ocurrido tras la fachada de la Iglesia católica.  Loser Friedli vivió una relación secreta con el fraile dominico y profesor universitario  Richard Friedli (ver su biografía). 

Una vez que la pareja se hizo pública y  pudieron contraer matrimonio, se dedicó a otros afectados por el mismo problema y en  2000 fue una de las fundadoras de la Asociación de mujeres afectadas por el celibato  (Zöfra). Así es como se enteró de muchas historias que la jerarquía de la Iglesia prefirió callar, historias de relaciones homosexuales, pederastia e incumplimiento del deber de celibato. 
Sra. Loser Friedli,  nuevos casos de pedofilia siguen sacudiendo a la Iglesia. ¿Es el abuso de niños una consecuencia del deber de celibato para los curas?
Un hombre no se hace pedófilo por motivo del celibato. Es un trastorno psíquico que se tiene o no se tiene. Podría ser en ciertos casos aislados que un cura ncapaz de satisfacer sus tendencias sexuales atacara a infantes. Pero tengo claro que muchos pedófilos han escogido la ocupación de cura porque les resulta atractivo el acceso ilimitado a niños, o al menos así eran las cosas antes. 
Hoy nos encontramos con que un hombre acusa a Paul Frochaux, párroco de la catedral de Friburgo de haberle obligado hace 20 años a mantener sexo oral.
No me extraña que ese caso salga a la luz, todavía tendrán que salir más. Todos los que se han ocupado del asunto en los últimos años saben que hubo un grave problema con los pedófilos. 
¿En qué se basa para decir eso?
Basta observar las fotos de excursiones con niños y jóvenes, las manos del cura están en lugares donde no deberían estar. Lo sé por un párroco al que las catequistas no dejaban un momento solo con los niños. Dicho cura sigue siendo clérigo. 


El caso Frochaux deja en mal lugar a  Charles Morerod obispo de Friburgo porque el cura acusado es una de sus personas de confianza de siempre. 
La crítica a Morerod no se justifica. Durante años cuando la asociación suiza de víctimas  Sapec quiso darle a conocer la realidad del asunto, el obispo pensaba que eran unos exagerados. Por eso no hizo caso hasta que alguna de las víctimas se echó a llorar. Así como se enteró de lo que los ataques pedófilos afectan a las víctimas, que se ven marcadas de por vida. Sé de un hombre que por vez primera a los 60 contó que había sido objeto de abuso con 13 años.  Morerod comprendió que esas historias no debían de volver a repetirse. Su lucha contra el abuso es auténtica. 

¿No debería un obispo darse cuenta si el abuso es rampante en su diócesis o al menos en su entorno inmediato?

Richard, mi marido actual, fue durante 12 años prior de una comunidad de Dominicos en la que había frailes homosexuales y pedófilos. Lo supe porque muchos de ellos me lo contaron. Pero mi marido no lo captó, no tenía ninguna sensibilidad para la corporalidad. Ni siquiera hoy se da cuenta cuando está frente a una persona homosexual, aunque para los demás sea algo evidente. Conozco a muchos curas que son puro cerebro, en su formación se ha insistido y favorecido "los vuelos intelectuales". Morerod está cortado por esa misma tijera. Cuando se enteró de las acusaciones contra Frochaux probablemente cayó de las nubes. 
Cuando en 2012 Morerod puso a Frochaux de párroco de la catedral, ya podía o incluso tenía que saber porque hay un expediente de acusaciones que data de  2011 contra él. 
Le creo cuando dice que no lo había visto (yo no le creo). Un expediente se pierde enseguida sobre todo cuando como es el caso de nuestra diócesis no hay suficiente dinero para mantener un archivo de modo profesional.   Sin embargo hay que reprocharle que fue muy torpe con la comunicación al principo del caso Mekongo.

EL cura africano  Nicodème Mekongo reprocha a Frochaux que abusó de él entre  2008 y hasta  2011 cuando Mekongo era seminarista y vicario . . .
. . .y Morerod reaccionó diciendo que Mekongo acusaba porque quería impedir un traslado a Canadá por esas agresiones. «L’accusateur accusé», es una conocida máscara usada en la Iglesia. 
¿Es el asunto de la pedofilia en la Iglesia cosa del pasado o se sigue dando en gran medida?
Creo que esos tiempos ya pasaron. Los curas ya no disfrutan de la autoridad que tenían en los pueblos, cuando nadie ponía en cuestión nada de lo que hacían. En la actualidad hay una mayor sensibilidad en padres, profesores y también en los niños. Si un niño es manoseado lo puede contar y se le escuchará. Martin Werlen, antiguo abad de Einsiedeln ha logrado que los obispos se activen y actúen con firmeza en ese sentido. 

El caso Mekongo no sólo pone el foco en los casos de pedofilia, también en el hecho de que en la Iglesia hay un clima homoerótico. 

¡Claro que sí! La proporción de curas homosexuales es muy alta. 
¿Eligen los gays conscientemente el ambiente de la Iglesia?

Sí. Un homosexueal no se mete en un medio donde domina un espíritu machote. Sé de curas homosexuales que con  17, 18 años ya sabían donde querían estar. Les gustaba poder vivir entre hombres.

Versión opusina de lo mismo.
 
¿También el sexo?
No todos viven la homosexualidad ni necesariamente unos con otros. Muchos frailes tienen su amigo del alma en el convento con el que mantienen una relación platónica. Pero fuera del monasterio mantienen relaciones sex incluso con más de una persona diferente. 
¿Cuántos curas se puede decir que viven la castidad?
Estimo que como mucho la cuarta parte de ellos. ¡Es una farsa! 
Si un hombre adulto tiene relaciones sexuales consentidas por ambos no hay nada que reprochar desde un punto de vista liberal. 

Sí claro, nada tengo que decir al respecto. Pero entonces  no se debería enfurecerse contra la homosexualidad desde el púlpito como hizo el último obispo de Chur. Y sobre todo no hay motivo para castigar a los sacerdotes heterosexuales que tienen una pareja y arruinarles la vida. 
El tema al que ha dedicado su vida es los curas que se han enamorado de una mujer y tienen hijos con ella. ¿Cuál es la amplitud de este fenómeno?
Es  mayor de lo que se piensa, aunque bastante menos importante que el de los curas homosexuales. En los últimos  30 años hemos documentado que en Suiza al menos  550 mujeres tienen una relación con un cura. De esas relaciones han nacido al menos  130 niños. Seguro que son mucho más altas las cifras de los casos no revelados. 

¿Cómo son las mujeres que se sienten atraídas por un cura? ¿Se puede decir que hay un modelo de mujer en ese aspecto?
Sí, diría que al menos la mitad de las mujeres han sufrido abusos en su infancia como fue mi caso. Pude confiarme a porque sabía  que no me pasaría nada. Nuestra primera conversación fue con motivo de la confesión en la que con  22 años le conté mi historia de niña que había sufrido abuso. Al contrario que mi madre enseguida me creyó. Me hallaba en una situación de crisis, también eso es muy típico. En tal situación uno es increíblemente receptivo a las personas que son buenos escuchando a los demás, como los sacerdotes. 
¿Hay también similitudes entre los sacerdotes que se relacionan con mujeres?
Muchos tienen entre 40 y 50 y presentan signos de fatiga debido a su fuerte compromiso con la comunidad. Están estresados y solos. La mayoría viven solos y no tienen nadie con quien hablar cuando han enterrado a un niño o a una mujer joven que se ha quitado la vida en el pueblo.
¿Qué pasa en una pareja que sólo puede amarse en secreto?
Es como una vida que no has vivido. No se puede ir al cine los dos juntos ni cogerse de la mano en público. Sólo después me dí cuenta de cuanta energía se necesita para estar siempre jugando al escondite. Una mujer tiene que amar mucho a su pareja para soportarlo. Y para el hombre tampoco es más fácil. 
Un cura tiene mucho que perder. 
Sí, sobre mi marido actual pesaba una gran responsabilidad. Como profesor universitario de religión muchos estudiantes creían en él. Y su familia, todo el pueblo, había hecho lo posible para que pudiera seguir su carrera de sacerdote. De ahí que un cura que ya no puede seguir siéndolo pierde el fundamento entero de su existencia.   Muchos aman a fondo su trabajo, su pareja no quiere arrebatarles esa parte de su vida. Por eso el nivel de sufrimiento debe ser muy alto para que una pareja decida amarse públicamente.

La hipocreía suele llegar al punto de poner punto final a un embarazo. Usted sabe de esto por experiencia.
Hasta el día de hoy sigo luchando con eso. Por supuesto que el aborto es contrario a la doctrina, pero todo es posible con tal de proteger al sacerdote y con él a la Iglesia. He sabido de casos en los que la Iglesia se ha hecho cargo de los costes del aborto, por supuesto por medios enrevesados de modo que no dejara pruebas. 

 ¿Y qué pasa con los niños que vienen al mundo?
La mayoría sufren mucho por el hecho de que nadie tiene que saber quien es su padre. No es fácil recuperarse de ese trauma, los hay que necesitan terapia durante años. 

Usted y  Richard no tuvieron una "salida del armario" por propia voluntad, un compañero de trabajo envidioso los denunció en 1992. ¿Han cambiado mucho las cosas desde entonces?
¡Muchísimo! En primer lugar las mujeres de mi generación no teníamos buenos estudios. Con nuestros bajísimos salarios no podíamos financiar a nuestra pareja una alternativa profesional, una formación de un par de años por ejemplo que les permitiera trabajar en otro empleo. Hoy las cosas son muy diferentes.
En segundo lugar un cura que quiera casarse puede hablar con casi cualquiera de los obispos suizos. Y éste le ayudará a volver el estado laico e incluso si quiere podría seguir teniéndolo en cuenta para contratarlo como asistente de pastoral. Casi podrá seguir haciendo lo mismo salvo celebrar la Eucaristía. 
En tercer lugar hoy se procura en la formación de los curas que tengan una alternativa en caso de que se demuestre que no están hecho para asumir el celibato. 

¿Quiere decir que hoy los futuros curas están preparados para asumir los retos del celibato?
No, ni mucho menos. Hemos intentado hacerlo ver en los seminarios, tendría que formar parte de la formación aprender a gestionar las propias necesidades sexuales. Pero ni los seminaristas ni la dirección de los seminarios quieren oír hablar del asunto. Un director de seminario les dice hoy a los alumnos que cuando se les pase por la cabeza que necesitan una mujer que se den una ducha fría. ¡Es una irresponsabilidad!

La mayoría de los sacerdotes que hoy se ordenan han de demostrar una gran fidelidad a los dogmas de la Iglesia. ¿Se elimina así el problema de los amores secretos con mujeres?
En el caso de los sacerdotes europeos es cierto. Normalmente son personas muy devotas y creen que podrán salir adelante con la ayuda del Espíritu Santo. Las cosas son diferentes para los sacerdotes que vienen del tercer mundo, algunos de los cuales vienen a Europa porque nos faltan sacerdotes. En los países en vías de desarrollo la carrera de cura es la única forma de obtener una educación para muchos jóvenes. Si todavía sigue habiando hijos de sacerdotes en Suiza, los padres son en su mayoría procedentes de países del tercer mundo. Y es una situación muy difícil, porque si dejan de ser sacerdotes pierden el permiso de residencia y ya no pueden mandar dinero a casa, dinero del que vive toda su familia.

No pasarían estas cosas si no hubiera la obligación del celibato. El Papa Francisco que pasó por ser la "esperanza de los católicos progresistas" no se ha movido un milímetro de la doctrina oficial. ¿Se siente decepcionada?
No, ya que leo su último documento  «Querida Amazonia» con otro espíritu. No sólo señala el Papa que la Iglesia se viene abajo sin las mujeres. Sino que también escribe que las circunstancias deben ser las adecuada para la cultura respectiva. Pide a los obispos que le envien sus propuestas, y ahí veo yo el camino abierto a las reformas. 

¿Cree usted que dentro de 20 años los curas se podrán casar?
Sí, la Iglesia debe alegrarse por cada sacerdote que tiene, los obispos saben que tienen que hacer algo y algunos de ellos tienen suficiente coraje e imaginación para cambiar. Traer clérigos del extranjero no puede ser una solución permanente. Desconocen la cultura democrática de nuestros países y se asustan cuando se dan cuenta de que los consejos parroquiales tienen la última palabra sobre las finanzas. 

Los reformistas luchan también sin celibato contra una grave falta de sacerdotes. 
Sí pero juntos, dando un papel más importante a la mujer puede darse un nuevo amanecer en la Iglesia católica. ¡Hay tantas y tan buenas teólogas! Por ahora se encuentran con que el cura les da el alto, porque teme que una mujer joven llene la Iglesia cada domingo mientras a él solo le van a escuchar 10 ancianos, pero todos los que piensan así morirán en los próximos años. 

20 años de relación secreta

hhs. · En abril de 1994 se casaron Gabriella Loser, de 42 años, y  Richard Friedli de 57. Suena banal pero el camino hasta la boda fue largo y lleno de renuncias. Ya que Richard Friedli era dominico y como tal obligado a la castidad de por vida. En 1974 había conocido a Gabriella, se enamoraron. Dos años después ella se convirtió en su secretaria en la facultad de Teología de Friburgo en la que Richard era profesor de Misiología y Ciencias religiosas. El trabajo juntos les ayudó a mantener oculta su relación durante 20 años.

Entre tanto Gabriella quedó embarazada de Richard, para salvar su carrera y su relación, se dejó convencer para practicar un aborto. Con  28 años– dado que una relación abierta con Richard no era planteable – se involucró con otro hombre y un año más tarde, también para provocar a Richard, se fue a vivir con él. Funcionó. Por primera vez el dominico le dijo que la amaba y que no podía ni quería vivir sin ella. Volvió con él y con él quedó incluso cuando quedó embarazada del otro hombre.  Richard se convirtió en su padre «social».
Pero en 1992 un compañero de trabajo de la Facultad de teología que se sintió relegado en un ascenso, los denunció al obispo. El asunto se hizo público y hubo titulares en la prensa: «El sacerdote tropieza con la secretaria». Según Loser Friedli el denunciante también mantenía relaciones con una mujer. El obligado  outing sumió a Richard en una profunda depresión, pero al final fue el impulso para la libertad. La universidad de Friburgo no dejó a Richard en la estacada y trasladó su cátedra de la facultad de teología a la de filosofía, donde pudo seguir enseñando hasta su jubilación en 2006.
 Resultado de imagen de Oh Gott! Kreuzweg Zölibat
«Richard se desplegó como una flor, no pensé que una persona pudiera cambiar de modo tan positivo», reconoce hoy Gabriella Loser Friedli. Tuvieron mucha suerte y fue el motivo por el que decidió ayudar a mujeres en idéntica situación. Tras varios años de compromiso con esa labor, fundó en  2000 junto con otra mujeres la "Asociación de mujeres afectadas por el celibato"  vom Zölibat betroffenen Frauen (Zöfra) de la que fue presidenta hasta 2017. En 2014 publicó  «Oh Gott! Kreuzweg Zölibat», ¡Oh Dios! el calvario del celibato, en el que Loser Friedli expone su propia historia y la de muchas otras mujeres.

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