DÍA DEL HEREJE

 Helmut Ortner pide el final de la complicidad del Estado, la política y la Iglesia, hemos de presionar más a los políticos y poner en marcha creativas formas de desobedicencia civil. Su libro de combate  "EXIT – Por que necesitamos menos religión" es no solo un bestseller en la escena secular, también en las librerías. 

Carolin Martens: La relación Iglesia-Estado es el tema de su libro  EXIT, en el que han colaborado  autores conocidos. La idea común a todos ellos: el Estado ha de ser neutral en cuestiones de fe. Y hay que terminar con los privilegios y exclusividades de las Iglesias. Habla usted de una ignorancia "enemiga de la constitución" …

Helmut Ortner: Dos ejemplos actuales, en marzo los portavoces parlamentarios de  FDP, DIE LINKE y Bündnis 90/Die Grünen hicieron una proposición conjunta de ley para abolir el dinero que el Estado aporta a las Iglesias cada año. Son unos 10 mil millones de euros.  Desde 1919 existe una orden en ese sentido ... , un mandato constitucional ha sido ignorado durante cien años. Una violación permanente de nuestra constitución. Sí, yo lo llamo ignorancia anticonstitucional ...

Ni los conservadores, ni los socialdemócratas ni los verdes ni la coalición, ningún gubierno quiere acabar con este estado de cosas … ¿A qué se debe?

El entrelazado de las Iglesias, Estado y Partidos es una complicidad histórica. Las  compensaciones a las iglesias, que se remontan a la secularización hace más de 200 años, ya no son un argumento. La mayoría de la población, 37,8 %,  no pertenece a ninguna comunidad religiosa. Pero el lobby de la iglesia se defiende, continúa saboteando las decisiones. Como siempre ... Cada año, millones de euros fluyen de los presupuestos nacionales a unas iglesias obscenamente ricas.

Tenía usted dos ejemplos…

… la gestión de los casos de abuso por parte del clero. La mayoría de las investigaciones han finalizado, si alguna vez se iniciaron. Un escándalo. Los casos de abuso, lo llamo crimen sacerdotal, muestran no solo un grado aleccionador de ambigüedad y mendacidad clerical, sino también el fracaso del estado de derecho. Incluso si al creyente no le gusta mirar en el reservorio venenoso de su iglesia, el estado de derecho tiene obligación de hacerlo. Tenemos que exigirlo con más decisión. Es un  ejemplo que debería movilizar nuestra protesta y resistencia: las décadas de ignorar la neutralidad del Estado en materia religiosa, el reciente aplazamiento y obstáculo de las investigaciones de los fiscales de los delitos sexuales de la iglesia ...

¿Hay que presionar más a los políticos?

Sí en todos los niveles. Está el camino largo de la justicia pero que puede ser exitoso. La reciente decisión del tribunal constitucional sobre la eutanasia muestra que no es un sin sentido, sino que es urgente.  Y tenemos que presionar más a los  parlamentarios y a los partidos. Deberíamos actuar con mayor urgencia y sostenibilidad. La clase política no representa los intereses de los fieles, sino de los ciudadanos. Hay formas de desobediencia civil que enseñan. ¡Deberíamos ser menos cómodos!

¿No es muy difícil con una mezcla tan heterogénea de no religiosos, seculares y sin Dios? Aparte de las protestas individuales, no hay una agenda común, un programa que llame la atención y logre cambios legislativos. 

    Las personas sin religión, seculares, son individualistas, escépticos ante todas las promesas de curación y felicidad y no se entusiasman fácilmente con las formas colectivas de organización. Hay una gran cantidad de grupos y asociaciones, foros y fundaciones que están activos en este tema. Yo mismo soy miembro del Consejo Asesor de la Fundación Giordano Bruno, que ha ganado  aceptación y resonancia en los últimos años. Hay acciones alentadoras, como la campaña de autobuses seculares "¿Estados Pontificios? No, gracias", que ha causado revuelo en toda el país. Los "días de los herejes" como un  contraste con los días de la iglesia también son campañas con alto perfil público. Hay otras formas creativas de educación y protesta posibles ...

Una delgada línea entre la violación deliberada de la ley y lo que a menudo se conoce en la cultura de protesta como "desobediencia civil". Creatividad en lugar de militancia. ¿Alguna sugerencia específica?

    Por ejemplo, en las llamadas "vacaciones silenciosas" ... seamos ruidosos y creativos. Es grotesco que en Semana Santa se atenúen la música y los programas de radio y televisión, se cierren las salas de baile y se prohíba en los cines la proyección de  "La vida de Brian" de Monty Python. Al fiel católico le gusta pararse el Viernes Santo y hacer penitencia. No tenemos que hacerlo y no queremos hacerlo. Mi sugerencia: organicemos conciertos, celebremos fiestas, proyectemos películas. Convirtamos una "fiesta silenciosa" en un día animado. Vivimos en una sociedad abierta, no en un estado de Dios.

¿Entonces queda mucho por hacer?

    Claro. Pero en tiempos de Corona, de lo que estamos hablando es de importancia marginal de todos modos. Todos tenemos prioridades, diferentes desafíos. Lo que queda es el principio de esperanza, en todos los aspectos.