INMADUREZ CLERICAL

Bella y profunda conferencia de Sophie Ducrey, autora de "Etouffée" = Ahogada, donde relata su experiencia de abuso espiritual y sexual por parte de un cura de la Comunidad de Saint Jean. 

La charla tuvo lugar hace un mes y medio organizada por el Comité de la Jupe, colectivo de mujeres católicas surgido a partir de una equívoca frase del entonces (2008) Arzobispo de París, mons. Vingt Trois: "lo más difícil es que haya mujeres formadas, no basta vestir falda, hay que tener algo más dentro de la cabeza".

Christine Pedotti y Anne Soupa, comunicadoras católicas denunciaron en el tribunal eclesiástico de la diócesis la  indignante declaración episcopal. El Arzobispo retiró sus palabras y ellas su denuncia. Pero activaron esta asociación cuya finalidad es que haya igualdad entre hombres y  mujeres en el gobierno de las comunidades religiosas católicas en particular.  

Sophie se expresa en el marco de la inevitable superación de las instituciones jerarquizadas, en las que algunos lo son todo y otros nada, lo cual se presta al abuso de poder, entre esas  instituciones destaca la Iglesia, que es del mundo y "mundana" como la que más. O nos iniciamos a una sociedad más solidaria, donde el poder se reparte o nos hunden. Nos hunden los del poder a los que no lo tenemos.

Con 16 años, Sophie descubrió la comunidad de Saint Jean, alegre, amistosa y amorosa, un ambiente cristiano, católico juvenil, divertido y sonriente, chicos y chicas se renunían en torno a jóvenes frailes modernos pertenecientes a la comunidad fundada por el dominico Marie Dominique Philippe en 1975 en Friburgo (Suiza). El comienzo no podía ser más prometedor, esta comunidad tiene 3 ramas, a ella le propusieron la de monja contemplativa. El cura formador ya le había echado el ojo desde el principio.

Con gran prudencia se esperó a que Sophie tuviera 18 años para su agresión sexual con motivo de amor de amistad, "Dios lo quiere", "refuerza nuestro lazo espiritual en el Señor" o parecida excusa. Sophie se quedó de una pieza, ahí congelada, fuera sentimientos, muerta en vida, le llevó 10 años "salirse" del encantamiento de este cura. Fue tan violenta la experiencia, el choque y confrontación con la realidad que pensó en el suicidio.

Se dirigió a todas las autoridades competentes por su debido orden: superiores religiosos, obispo, Vaticano. 10 años de lucha para nada: 

"¿Por qué viene a contarnos esto? ¿no ha podido perdonar después de todo este tiempo?".

Lo principal es sobrevivir: volvió a su cuerpo, a sentir y pensar. No podemos prescindir del cuerpo para salvarnos. El agresor perverso narcisista, sigue siendo cura en 2022 y sigue ocupándose de "formar" jóvenes entusiastas. Sophie descubrió que ella no era la única: el cura había montado su exclusivo harén de monjas. La publicación del libro de Sophie hizo posible que se unieran para protestar con el efecto ya relatado.

Tesis de psicología profunda: abuso de poder por denegación, denegación de la propia debilidad. La familia y entorno social apoyan la denegación, "si te agreden sexualmente, algo habrás hecho", "no es para tanto".

Como decía Pascal "quien quiere ser un ángel, acaba siendo una bestia", eso denuncia Sophie. Todo es sobrenatural en algunos aledaños tóxicos eclesiales. Ya sabéis "la falta de vision sobrenatural" arreglaba un roto y un descosido cuando algo no te acababa de cerrar. En vez de afrontar mentiras y debilidades, pecados palpables, se tapan y niegan.

La Iglesia fábrica de ilusiones "reza y se te pasará". Magia. Sophie habla muy claro de las relaciones falsas entre personas que no muestran emociones ni sentimientos, y el celibato impuesto que no escogido conlleva situación atractiva para inmaduros. Como este cura abusador, que se montó un harén de monjas,  incapaz de una relación estable y duradera, comprometida con una mujer de carne y hueso con sus altibajos, su lado oscuro y su lado claro. Y así por años. La vida corriente es demasiado corriente para ciertas personas que están por encima del rebaño.

Se cambian relaciones comprometidas maduras por omnipotencia clerical, soy "el todopoderoso cura por encima del Bien y del Mal." El resto del pueblo fiel que se arrastra por esta tierra, necesita la purificación del sacramento que solo el cura administra. Fuera de la Iglesia no hay salvación.

Pero el cura es la primera víctima. Cuando se le hace renunciar a lo que le hace vivo y único en un cuerpo que siente y padece. 

Se puede vivir el celibato escogido libremente, aunque ella dice que pocos curas y frailes lo viven en la realidad. No sé, ignoro las estadísticas, en España no se hacen ese tipo de números. Hay que estar metido en la Iglesia a fondo para hacerse una idea al respecto. 

En cualquier caso muchos testimonios de opuslibros.org son de personas que evidentemente lo suyo no era el "celibato por el Reino",  no es de masas,  y od echaba la red barredera proponiendo una vida de monja/fraile a muchos que no iban a a poder con ella. Pero entre que se daban cuenta y tomaban las de Villadiego, con la correspondiente culpabilidad a la espalda y en el alma bien metida cuán pesada piedra, eso que "opus dei" se quedaba de juventud, fuerzas, energías, trabajo apostólico, ¿dinero?, contactos...

La Iglesia promete a esos curas inmaduros, compensación por su debilidad: serás un superhombre adulado. 

Como  las numes que llegaban a ser directoras in aeternum...supermujeres aduladas, a la imagen del clérigo.

Sophie nos recuerda que la necesidad de ser adulado es una señal de falta de autoestima.

"Tendrás un poder divino si obedeces perfectamente a tu jerarquía"

"Opus Dei" como concentrado de las patologías clericales transmitidas a hombres y a mujeres.

 

Casta de Castos

Evoca la figura omnipotente, castradora de la madre del cura. Tan apreciada en nuestro imaginario opus, crespillos aparte. En general, qué honor para una supernume tener un hijo cura. 

La madre castradora quiere conservar a su nene, no quiere que se haga adulto. Pobreza, que no se gane la vida, Castidad, no relaciones sexuales, Obediencia, tres votos tan apreciados y Sophie me descubre que en realidad  es lo propio de la infancia. No es tanto tu unión con Dios, como que te pones en manos de otros, en dependencia total para que hagan de tí lo que les dé la gana. Como así fue. En nuestro contexto opus y nivel de evolución social de nuestra sociedad, no cabe duda.

Laicos totalmente sometidos. La cuadratura del círculo. Sin autoridad otra a la que acudir que la de la prela, bien pensado, la esclavitud es sin salida, no hay más instancias para quejas.

Por no hablar de la imagen de la mujer, virgen y madre, asexuada, la única posible para un cura. Otra vez, la imagen de la mujer como la ve un niño.

Ya lo dijo Drewermann en su tiempo: al clérigo dedicado plenamente a su Madre la Iglesia, omnisciente y omnipotente, le aterroriza el pensamiento de  que las mujeres puedan salir de ese papel y tener poder en la Iglesia. Su mundo se hunde.