Fe, dinero, celibato.
Por lo visto hay gente masoquista en internet que se dedica a leer los blogs que le parecen un rollo. Qué cosas, ni me acerco a lo que no me da credibilidad ninguna. También es paradójico que los opusianos todos, estando en un lugar donde ni siquiera se puede criticar pongamos el color de las cortinas, pues el color se ha decidido "colegialmente en el consejo local" ¡qué risa! se extrañen de que los ciudadanos españoles, todos y cada uno tengamos plena libertad para crear un blog en el que pongamos nuestras opiniones y vivencias. Así es el opus dei, acostumbrado desde hace ya ¿qué? sesenta años en este país a que absolutamente todo el mundo acabe haciendo y diciendo lo que ellos quieren que digas y hagas.
No pensaban ni por asomo que llegaría algún día donde encontrarían la horma de su zapato. Gracias a Dios van siendo cada vez más las hormas que le están saliendo a esta secta. Por eso he publicado el correo que pretender ser humorístico que va en el anterior post. En ese escrito están las obsesiones particulares del opus con los que se van: que te quedes sin trabajo, primera maldición rejalgariana, que no tengas dinero, segunda, y tercera maldición que te cases por la vía exprés porque así queda claro al resto que verdaderamente lo tuyo no era una vocación en la iglesia, y por tanto como no eras capaz de vivir el celibato por eso te fuiste. La gente que remata las profecías del rejalgar es la que tras casarse luego se separa, pues acaba de demostrar que la que no funcionas eres tú, mientras que el opus queda libre de culpa. Es todo terrible, asqueroso, retorcido, pero es la verdad pura y dura.
Lo que más me alegra de mi actual situación es que las cosas que sucedieron a mi salida, el escándalo en el insti ha sido tan público y notorio, tan sonado que con preguntar a tanta gente que lo presenció sale uno de dudas. Así que ya se puede empeñar el opus dei en decirme que las atrocidades vividas son inventadas... y un jamón.
Y sobre el tema del celibato en la iglesia católica habría muchísimo que hablar. Pero muchísimo. El opus lo convierte en motivo de orgullo, cuando verdaderamente casado, soltero, viudo, divorciado.... no es el título por el que se nos va ni a conceder la felicidad en esta vida ni a proporcionar la vida eterna. Probablemente la iglesia católica debería también examinar esta cuestión porque yo no sé hasta qué punto ciertos tics tradicionalistas han sacado las cosas de quicio.
Quería hacer la observación de que es curioso la relación que se establece en este país entre el afán de dinero y la religión. Hace unos meses ví una entrevista a Mario Conde, el famoso banquero modelo de triunfador en los años 90 que acabó en la cárcel por fraude en Banesto. Me recordó poderosamente ambientes vividos, pues no paraba de referirse a la fe, a la otra vida, a sus creencias... Y francamente a mí me cuesta mucho dar credibilidad a gente que ha demostrado tanto amor al dinero hasta el punto de pisar la cárcel por ello. Seguramente no será el único con mucha religión y fe y mucho amor al dinero como acompañamiento. No me cuadra, donde hay de verdad fe el dinero es en lo último que se piensa.
En el opus el dinero es el motor de todas las supuestas "vocaciones".
Ana Azanza
No pensaban ni por asomo que llegaría algún día donde encontrarían la horma de su zapato. Gracias a Dios van siendo cada vez más las hormas que le están saliendo a esta secta. Por eso he publicado el correo que pretender ser humorístico que va en el anterior post. En ese escrito están las obsesiones particulares del opus con los que se van: que te quedes sin trabajo, primera maldición rejalgariana, que no tengas dinero, segunda, y tercera maldición que te cases por la vía exprés porque así queda claro al resto que verdaderamente lo tuyo no era una vocación en la iglesia, y por tanto como no eras capaz de vivir el celibato por eso te fuiste. La gente que remata las profecías del rejalgar es la que tras casarse luego se separa, pues acaba de demostrar que la que no funcionas eres tú, mientras que el opus queda libre de culpa. Es todo terrible, asqueroso, retorcido, pero es la verdad pura y dura.
Lo que más me alegra de mi actual situación es que las cosas que sucedieron a mi salida, el escándalo en el insti ha sido tan público y notorio, tan sonado que con preguntar a tanta gente que lo presenció sale uno de dudas. Así que ya se puede empeñar el opus dei en decirme que las atrocidades vividas son inventadas... y un jamón.
Y sobre el tema del celibato en la iglesia católica habría muchísimo que hablar. Pero muchísimo. El opus lo convierte en motivo de orgullo, cuando verdaderamente casado, soltero, viudo, divorciado.... no es el título por el que se nos va ni a conceder la felicidad en esta vida ni a proporcionar la vida eterna. Probablemente la iglesia católica debería también examinar esta cuestión porque yo no sé hasta qué punto ciertos tics tradicionalistas han sacado las cosas de quicio.
Quería hacer la observación de que es curioso la relación que se establece en este país entre el afán de dinero y la religión. Hace unos meses ví una entrevista a Mario Conde, el famoso banquero modelo de triunfador en los años 90 que acabó en la cárcel por fraude en Banesto. Me recordó poderosamente ambientes vividos, pues no paraba de referirse a la fe, a la otra vida, a sus creencias... Y francamente a mí me cuesta mucho dar credibilidad a gente que ha demostrado tanto amor al dinero hasta el punto de pisar la cárcel por ello. Seguramente no será el único con mucha religión y fe y mucho amor al dinero como acompañamiento. No me cuadra, donde hay de verdad fe el dinero es en lo último que se piensa.
En el opus el dinero es el motor de todas las supuestas "vocaciones".
Ana Azanza
Comentarios
Pero que estupenda colaboración ofendidísimo, esta es la maldición de una mujer, "ser incasable"
vivir en un pueblito andaluz, (espero que los del pueblito que lean esto y andaluces en general se indignen), y lo último lo habéis dicho tantas veces...