Los usurpadores

 

Este es el título de una colección de relatos escritos por Francisco Ayala que se pueden leer en su Narrativa completa. Me he acordado al pasar por delante de una farmacia (¡los farmaceúticos! presa de apostolado muy codiciada... ¿por qué será?)y ver un cartel anunciando para este fin de semana un simposio en esta ciudad sobre la amplitud de la enseñanza de Escrivá. Y casualmente por algo que me ha pasado hoy me he dado cuenta de que en aquella época parecía tonta y era tonta. Tan beata, como ellas mismas me calificaron, rezo y más rezo, devota de todo lo que hubiera ( el Santísimo, la virgen María, mi cilicio...) ¡estaba hecha una máquina de piedades! Y efectivamente esa es la imagen que algunos de los miembros hemos dado y siguen dando: meapilas integral y gilipollas más integral todavía.

Pero éramos "usurpadores", yo no participaba de la hipocresía, tenía y tengo fe en todo lo que me enseñaron mis padres, pero se acabaron los rezos para dejar de pensar. No hemos venido al mundo a rezar rosarios, ni tampoco a poner cara de santos y recoger dinero para aumentar el capital. Usurpadores, eso es lo que son, porque van de iglesia auténtica y no lo son.

Y lamentablemente están echando a la cuneta del catolicismo a grupos y personas que si dan su vida por los demás.

Eso viene a cuento de que Isabel habla de vocación. Y vuelvo a lo mismo. La vocación en esta vida no es una imposición ni un engaño, es una inclinación a una forma de vida que lleva siempre implícito el servicio a alguien. Pero un servicio no excluyente, no egoísta, no esclavo. Un servicio consciente. Sin el uso de la razón, sin estar despierto y bien espabilado en la vida, eres una marioneta no un ser humano. En el opus se entra por coacción mantenida, porque otros deciden por ti. Tener engañada a una persona, sin otras fuentes de información que los directores sobre absolutamente cualquier cosa (filosofía, política, religión, decoración, vestido, tus padres, la ciudad en que vives, la gente que pasa por la calle...) no es vocacional, es esclavitud. Puede resultar muy cómodo pero nada que ver con la vocación.

Y una pregunta que se me ha ocurrido hoy, los padres que consienten en la "vocación de numerario de sus hijos" ¿saben y consienten que a su chiquillo de 16 años le hagan ponerse un cilicio todos los días? ¿lo permiten? ¿no es esto una barbaridad?

Los talibanes que salen en la tele adoctrinando adolescentes para estampar coches contra las tropas americanas no voy a decir que no me impresiona, pero ¿hay tanta diferencia entre las cosas que desde niña me han obligado a hacer en el opus y eso? Porque al menos el muchacho afgano vive en un país "no occidental" y a lo mejor los talibanes lo han sacado de una vida miserable. Pero es que nuestras historias de fanatismo ocurren en países democráticos, con constitución, libertades, parlamento... y pertenecíamos a familias con nivel cultural, ¿qué locura es esta?