ACOSO Y DERRIBO

Si de los Focolares se saben los nombres que están colocados en el Vaticano con el aval de Bertone, los exlegionarios se organizan y reclaman sus derechos. Gracias por el envío de la noticia

http://www.redescristianas.net/2012/04/09/legionarios-fuera-de-la-leyalejandro-gutierrez/

No quiero ser pesimista, pero es más probable que a la hora de una denuncia al Opus por no haberte pagado en tus años mozos te topes con un inspector Opus que un exlegionario se encuentre con un legionario colocado en la administración.

Silencio de las víctimas del Opus Dei, no se denuncia, y colocación  de los peones en puestos estratégicos, protegidos por la agencia española de protección de datos, pues es de mal gusto preguntarle a un cargo público sobre su pertenencia al Opus Dei.

 Sobre el asunto del notario, se le puede preguntar, "Señor notario, ¿cree usted que lo que me está contestando es digno de su cargo y posición?".

 Lo poco que se denuncia se acalla. Ha habido casos: recuerdo un profesor de un colegio de Sevilla que denunció por despido improcedente, y la familia de la noble dama de no sé qué edificio en la avenida de la Palmera o en otro lugar de Sevilla que protestó porque el Opus quiso apropiarse de lo que era un "préstamo" por unos años para quedarse con la nuda propiedad.....¿dónde están? independientemente del desenlace de la historia que ignoro, ¿dónde están esa familia sevillana agraviada por el Opus Dei? . Hay noticias dispersas, pero no se junta todo, no se permite atar cabos. Se empantanan los asuntos, la opinión pública no hila una cosa con otra, otros sufren y callan los atropellos.

Iba a decirle a Kari que no se sulfurara, pero he cambiado de opinión, sulfúrate Kari, ojalá más madres y más hijas que han pasado lo que ni se sabe por culpa de esta secta lo hicieran. Pero ya ves, parece que somos cuatro. Muchos intereses creados, muy bien trabajadas las familias, muy bien hecho el marketing. En España tienen tantos efectivos de supernumerarios que cuando pita una numeraria cuyos padres no pertenecen a la secta, tienen a quien recurrir para que "trabajen" a los padres de la "vocación reciente" y hagan pasar la píldora.

He observado que en el caso de Catherine Tissier la ex numeraria auxiliar francesa que denunció, probablemente no había un cura agregado en su pueblo que se ocupara de hablar con la madre y comerle el tarro. Tampoco un matrimonio de supernumerarios vecinos que hicieran lo mismo. En mi caso viviendo en Pamplona cuando mi hermano y yo estábamos en edad de merecer para el Opus Dei no sabes la de efectivos desplegados alrededor de mis padres que empleó el Opus. Que si el cura agregado muy "salao", un turolense don no sé qué Sancho. Ese se ganó a mi padre, confesor semanal en la antigua capilla universitaria. Ya he explicado que en aquella época, faltos de iglesias en nuestro barrio, nos íbamos hasta el museo a misa los domingos. Una misa en el Opus Dei no tiene el mismo efecto que una misa en la parroquia. De cara a los pitajes me refiero. Que si el confesor de mi madre, otro cura agregado, don Augusto Sarmiento, este duró años y años confesando en la parroquia de san Miguel. Que si el agregado profe del Irabia me parece, un tal Angel Espejo que se invitaba a mi casa a comer, era el que hacía apostolado con mi hermano. No triunfaron con él. Que si las numerosas "amigas" supernumerarias de mi madre, Mariví, Choncho, Marisol, otro matrimonio de supernumerarios con los que incluso fuimos de excursión algunos domingos, pero estos, qué cosas, se escaldaron con el Opus Dei antes que yo.

Acoso y derribo, modalidad taurina

 Comprábamos los libros de texto en la librería Opus. Todo eran ocasiones de no relacionarse más que con ellos por los cuatro costados. Me parece que lo único que no comprábamos en el Opus Dei debía de ser el pan y la ropa. Estrategia de acoso y derribo a toda la familia. También la enciclopedia que se compró en mi casa fue la del Opus, la famosa GER, llena de artículos bien orientados para hacer los trabajos del instituto. Los vendedores eran otro matrimonio el señor y la señora Autonell. ¡Qué tiempos!,  Parecía haber tanta gente del Opus Dei en Pamplona que la población autóctona no era suficiente para que todos los miembros del entonces instituto secular pudieran hacer apostolado con "4 ò 5". Superconcentración y superdensidad de Opus. Agobiante.



Cuando me fui a Francia la directora de mi centro era Maria Isabel Alvira y viajaba mucho a Pamplona, estaba haciendo la tesis doctoral en filosofía con la ayuda de su hermano en la universidad de Navarra. Cada vez que Maria Isabel iba a Pamplona se encontraba con mis padres ¡a saber lo que les diría y le dirían! Otra ocasión para tranquilizar, suavizar, hacer pasar los tragos.... No creo que le dijera a mi madre: "señora que leo las cartas que le escribe usted a su hija, que se pone usted muy sentimental y no conviene. Que escribe usted con boli rojo y eso es de muy poco tono humano."
Son algunas de las observaciones sobre cartas en general y mis cartas en particular que tuve que escuchar de sus labios, de los labios de esta persona que para mí era la quintaesencia de la numerariez, a quien toda numeraria debía parecerse y con quién comparaba a todas las demás directoras que tuve a lo largo de mis años en Opuslandia.




 ¿Qué hubieran dicho mi madre y mi padre si se llegan a enterar de que la directora del club Isaba, una estudiante de medicina, le había dado un cilicio a su hija de 16 recién cumplidos? y de que su hija lo usaba, claro, no fui tan lista como para decir "cilicio tu abuela". ¿Qué les hubiera parecido si se llegan a enterar de que sus cartas y mis cartas pasaban la censura? ¿cómo hubiera reaccionado cualquiera de los dos al saber que entonces y más tarde probablemente nuestras conversaciones telefónicas eran escuchadas?

Seguro que de ninguno de estos extremos la mar de interesantes  hablaban toda esa caterva de supernumerarios, supernumerarias, agregados y curas agregados de la sociedad sacerdotal de la santa cruz que nos rodeaban. Hay mucha doblez en la sociedad, Kari. Y la alienada soy yo por hablar de ella y no conformarme. Ya ves.