Los secretos del Opus Dei en el Cono Sur: millones, obediencia y silencio. HALMA

Aquí dice que hay más demandas en Portugal, Méjico, España...

De mis lecturas veraniegas, Nazarín-Halma, dos novelas diferentes pero la segunda es continuación de la primera. Nazarín es un cura sui géneris que practica el amor a los enemigos como predicó Jesús, imposible predicación que llevada a la práctica hace que la sociedad le tome por loco. 
 Curas de ricos, curas de pobres. 

Halma, que bonito seudónimo sacado de esta novela. Un relato clave, de los primeros de OL, con el que me sentí identificada. Vivía en un pueblo, echaron el anzuelo a la familia, quiso huir de la vocación, sufrimientos absurdos que todas padecimos antes de pitar. Después de pitar la sádica práctica del tema "vestimenta", tu madre te compraba ropa y se lo daban a otra. Comparado con el tráfico de auxiliares "engañadas" son bobadas, pero hacían sufrir, aunque no dé para denuncia internacional.  Alfilerazos del día a día te clavaban en el sitio. Sentaba a cuerno quemado, yo creo hoy que hay que estar mal de la cabeza para hacer estas prácticas, prácticas de ordinaria administración, sobre todo con las más jóvenes recién pitadas. Te van machacando poco a poco mediante bobadas psicopáticas propias de mentes enfermas.
En especial porque las prácticas ascéticas, si es que uno quiere meterse por ahí, deben de ser voluntarias, como en los personajes semi místicos un poco relamidos de las novelas galdosianas. Allí dentro todo era decretado, y suponiendo que entregar la ropa mona que te habías comprado fuera un sacrificio ofrecido al Señor, quedaba desfigurado al convertirse en un "decretazo" e imposición. 

Estos equívocos de lo que acerca o aleja, sirve para "Imitar" al Señor o no... vistos de cerca por "almas entendidas", deberían de generar al menos dudas y preguntas.

No creo que Galdós en sus novelas se burle del clero español, los "fotografía". Aunque en la wiki explica que no le dieron el premio Nobel de Literatura por anticlerical. Muchos españoles se opusieron a su candidatura, como es tradición por aquí, tirar contra el que va delante del pelotón y reconocer sus méritos solo después de muerto. 

Quizás en sus artículos periodísticos que no he leído se metía con los curas. No me extrañaría, han sido lastre frente al deseado avance de las libertades en España, y un gran retratista sociológico como este escritor no podía dejar de hacerlo notar.

Más tarde le dieron el Nobel a Benavente por motivos políticos, como reparación por no habérselo dado al escritor español que en verdad lo merecía.

Frente a Nazarín, el extremista Jesuano, tenemos a d. Manuel Flórez, cura de las clases acomodadas de Madrid, que en el último minuto de su vida se arrepiente de haber sido un clérigo "situado" le dice a Halma: 

"No me olvide en sus oraciones, mi buena y santa amiga. Dios tendrá misericordia de mí, el más inútil soldado de la cristiandad militante. Nada hice de gran provecho: entrar, salir, saludar, consejos vanos..., charla, etiqueta, buena vida, sonrisas..., bondad pálica...¿Sufrir? Nada....¿Sacrificio? Ninguno....¿Trabajos? Pocos. 

¡Ah señora mía y hermana!, de lo mucho y grande que usted hará en la vida mística que emprende, pídale al Señor que me aplique a mí alguna parte, por la buena fe con que servía sus ideas, figurando que las inspiraba! Yo no he inspirado nada, nada grande...Todo pequeñito, todo vulgar...No fui bueno, ni fui santo; fui simpático...¡ay de mí! simpático. Válgame ahora, Redentor mío, mi simplicidad, esta pena de no haber sabido imitarte, de no haber sido como Tú, sencillo, amoroso, manso; de no haber sabido labrar con el bien propio el bien ajeno, único que debe regocijar a un alma grande; la pena de no haber muerto para toda vanidad, y vivido solamente para encenderme en tu amor, y comunicar este fuego a mis semejantes."

En definitiva, un santo de salón. Un cura cuyo papel era fomentar la piedad en las clases elevadas y dirigirlas en sus campañas benéficas frente al cura de pueblo del que fue compañero en el seminario, que vivía no de las rentas como el otro, sino del trabajo duro. Siempre que el cura del pueblo necesitó algo el de ciudad le facilitaba cantidades, ya que d Manuel Flórez tenía tierras que le rentaban.
Pero en el momento de la muerte, d. Manuel Flórez se arrepiente de su vida regalada. 
El contraste con Nazarín que se echa a los caminos a vivir de la limosna y que nada quiere para sí, solo habla si le preguntan y no busca sino identificarse plenamente con Jesús es palmario. Son doscientas páginas en total que dan para mucha y fructífera meditación. 

No me esperaba el desenlace de Halma, cómo se estropea en medio los propósitos del "calavera" que se quiere hacer asceta por las maledicencias de la buena sociedad madrileña y cómo se arregla con el consejo de Nazarín, que situado en otro nivel ve las verdaderas intenciones e inclinaciones de las personas que tanto solemos disimular.

En definitiva, recomendable pareja de novelas: Nazarín-Halma. Pura literatura.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
https://www.rfi.fr/es/programas/noticias-de-am%C3%A9rica/20250722-en-argentina-el-opus-dei-sigue-envuelto-en-un-esc%C3%A1ndalo-por-trata-de-personas
Anónimo ha dicho que…
"Los pedidos de indagatoria son fuertes, inclusive la querella ha pedido la indagatoria del número uno del Opus Dei, el señor Fernando Ocáriz, porque se considera que él sabía lo que pasaba. Aparte inclusive trabajaron en Roma, en la sede central del Opus Dei, porque el Opus Dei las trasladaba, una vez que ya se hacían numerarias o miembros del Opus Dei, las trasladaba a diferentes partes del mundo, entre ellos Roma", explica a RFI Sebastián Sal.

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