MIL PREGUNTAS SOBRE OPUS DEI

Muy bien la parte histórica que describe lo que era España a principios del siglo XX. No sabe que fueron los prelados más franquistas de todos, Eijo y Garay, que le dió reconocimento de pía sociedad, y Pérez de Urbel, que les dió clases de sacerdocio a sus "sosias" quienes favorecieron el nacimiento y primeros años de la criatura.

Durante la guerra mundial cualquier habitante de España que estuviera del lado del régimen franquista como era lo decente, y nosotros siempre fuimos decentes, estaba con el bando nazifascista italiano germánico. Normal, porque ellos habían ayudado a Franco a ganar la guerra civil, de ese punto no está informado el documentalista. ¿Cómo no le va a gustar la triada de dictadores de derecha si él creó la suya propia? encantado de la vida, todos, los 4 compartían el mismo enemigo, los rojos comunistas.

Pío XII no fue fan, ni tampoco permeable a su típica labor de pasillo. De Juan  XXIII pensaba lo peor, gordo, tonto, feo. Obsérvese en todas las fotos que no hay un feo entre quienes le rodean, un factor clave en la selección de sus colaboradores, no hace falta ser mister play boy, pero al menos no desagradable a la mirada. Se cuida muchísimo la fachada.

En efecto, con Pablo VI no se entendió, este pontífice visitó un conglomerado "corporativo" que crearon en Roma en el barrio Eur, cuyo nombre he olvidado, pero todo marketing y fachada. Centro Elis, me parece. 

Y los millones para enjuagar la deuda vaticana acabaron de convencer a Juan Pablo II que estaba ya convencido sin millones de que se merecíán la prelatura, la canonización y la Biblia en verso. Que fue lo que tuvieron. Es triste pero es historia y hay que reconocerlo, la Iglesia católica oficial ha sido cómplice necesario hasta el día de hoy de todos nuestros desastres existenciales. Pido perdón y penitencia, en vez de comisión de escucha. 

Es lo que suele pasar, nosotras estábamos semana a semana pidiendo perdón por una mosca que matases o dejases de matar. Y estos jerarcas nunca piden perdón por nada. Sienta fatal, además de que la justicia es una exigencia en cualquier sociedad que quiera subsistir como por ejemplo la Iglesia católica. Hay que ser capaz de llamar a las cosas por su nombre: delito al delito y no error o fallo, de li to.

Qué envidia Francia, como aquí quienes se opone al sistema sufren represalia, como Juan Branco, abogado hispanofrancés que se ha destacado por la defensa en los tribunales de París de causas perdidas o de causas de débiles, obteniendo grandes victorias frente al poder. Ha escrito libros mostrando la podedumbre del sistema y del Estado. Por una tontería lo echan o le quieren quitar su licencia para seguir de defensor. A nadie debería de importarle, y si le pasa aquí se lo come él solo con patatas. En París la gente, medios de comunicación alternativos, chalecos amarillos y otros franceses hartos de su gobierno le apoyan en la calle, no está solo. Como él dice, no se trata de ser mártir en plan "crístico", solos no somos nadie frente al poder, juntos cambia todo.

Uno de los muchos vídeos de apoyo a Juan

https://www.youtube.com/watch?v=mOxCWHc6bLQ&t=22s

Cristóbal estará superjubilado, haciendo testamento, digo yo. ¿A estas alturas lo van a encausar? si se lo merece a la cárcel previa devolución de lo robado.

Lo que no comprendo es que con tanta basura haya votantes de nadie.

En cuanto a Jorge Bustos, no me alegro del mal ajeno pero no sabía esas marranadas que contaís, como tienen tanto que ocultar y tapar nos insultan y calumnian a los demás, es evidente.

Y la comisión de escucha, sí, los grupos  mafiosos en vez de ser juzgados organizan comisión de escucha. La hipocresía que no encuentra la horma de su zapato por el momento, algo, alguien, un caso que les pare definitivamente los pies. Lo tenían "a huevo" en el Vaticano si les hubieran pedido papeles por la denuncia de las auxiliares argentinas más la que presentó Moya & cia. Como si no existieran esas acusaciones con lo cual seguirán y seguirán como pilas Duracel, estirando el chicle de la buena vida todo lo que se les siga permitiendo.