DESHACIENDO YUGOSLAVIA
Una vez recibida la copia del acuerdo de préstamo, el
periódico serbio Politika
la emprendió contra el Vaticano por colaborar con la ruptura
de Yugoslavia. Desde una posición parcial sin duda, Politika informó en febrero de 1991
de que el cardenal Franjo Kuharic de Zagreb había tomado parte en el
trato,
y que el préstamo había sido firmado por el primer ministro croata Josip
Manolic, su vice Mate Babic, el ministro de finanzas Hrvoe Sarinic y una
asesora del ministerio francés de finanzas Madame Mirjana Zelen-Maksa. Pero lo
que escapó a los serbios fue que en la prisa por firmar la financiación de la
primera compra de armas al extranjero los croatas habían sido víctimas de un
engaño.
En el anuario vaticano no había mención alguna de “monseñor”
Coppola y los caballeros de Malta molestos por la publicidad no querida que les
daba el caso, aseguraron que el documento de préstamo era falso, que era parte
de un intento del embaucador por quedarse con una comisión de 200.000 $
arrancada a los croatas. El fraude fue descubierto a tiempo, y se dijo que el
culpable, a pesar de que alegó inmunidad diplomática presentando pasaportes al
efecto de varios países occidentales, acabó en una prisión italiana. De hecho
el departamento antifraude de la orden de Malta presidido por el conde José
Antonio Linati, tenía un archivo bien repleto referente a Roberto Coppola,
empresario napolitano con una historia de “falsa representatividad” desde los
años 70, y ya había alertado a las embajadas de la orden por el mundo de estar
alerta con respecto al falso “monseñor”.
Politika informaba
de que los financieros vaticanos habían apoyado la fundación de una aerolínea
de mercancías embargada que operaba entre el puerto adriático de Split y la
isla de Malta. El dinero para la aerolínea había sido transferido a los croatas
a través de un banco en Luxemburgo que anteriormente se había utilizado en
algunas de las transacciones de United Trading.
Dejando aparte las manifestaciones del diario serbio, la
evidencia sugiere que la red OD, contraviniendo el embargo de la ONU al comercio de armas de
1991, facilitó la creación por parte de Croacia de un ejército bien armado y
eficiente, primero mejorando la imagen del país en Occidente de manera que
lograra escapar de las sanciones internacionales y segundo facilitando
contactos con la administración Clinton. Los esfuerzos por rearmar Croacia se
habían iniciado antes del reconocimiento por parte del Vaticano de la República de Tudjman.
Cuando las fuerzas federales serbias abandonaron sus
posiciones alrededor de Zagreb en 1992 olvidaron dos viejos MiGis de la fuerza
aérea yugoslava y algunos tanques inutilizados. En septiembre de 1993 los
croatas habían comprado 28 MiGis en stock de la República checa. Los
MiGis listos para ensamblar fueron
transportados a Croacia en camiones que atravesaron Hungría por carretera-
Zagreb consiguió también dinero de Washington destinado a la ayuda exterior. La
red del Opus Dei en Wasington que iba desde la nunciatura en Massachusetts Av
hasta la Casa Blanca,
el FBI y el Pentágono, proveyó a los croatas de los contactos correctos de
manera que supieran exactamente qué tenían que pedir y como formular sus
requerimientos. Los serbios recibieron las sanciones internacionales en plena
cara, pero los Croatas responsables de su propia depredación en el oeste de
Bosnia, consiguieron evitarlas.
Un movimiento que dejó perplejos a los observadores: Alvaro
(del) Portillo pasó varias semanas del verano de 1993 en Warwick House, la casa que
la prelatura tiene en Pittsburgh. El director, el numerario John Freeh, era
hermano de Louis J. Freeh director del FBI con Clinton desde 1993. Oficialmente
Portillo estaba en Pittsburgh para dirigirse a los católicos más visibles de la
ciudad. Pero no pasó desapercibido que esta ciudad tiene o tenía su sede la Croatian Fraternal
Union of America, una aseguradora de 150 millones de $ de capital y la mayor
organización de emigrantes croatas en el mundo. El Presidente nacional de la
misma Bernard M.Luketich, gozaba de tal consideración por Roma y Washington que
estuvo presente en la delegación oficial de la
Casa Blanca que dio la bienvenida a Juan
Pablo II en su visita oficial a EEUU en 1995.
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