GUERRA JUSTA
Así que el marido de la Uxue Barcos socio del opusino portavoz....qué callado se lo tenía la presidenta. Y el Innerarity se ha pasado del partido nacionalista vasco al de Uxue, ¿y qué? ¿le han dado canonjía o no?
Sé que vive en Navarra, típica dacha en el campo.... Me extrañó pues la cátedra se la regalaron en Zaragoza y verlo en la comunidad foral me resultó sorpresivo. Pero claro si había juego político por medio....A este le da para todo tipo de servicios.
Navarra sí, como es Navarra no hay que decir Navarra Sí
Vaya con Navarra: opus en el foralismo navarro, opus en el nacionalismo vasco, opus entre los esquerbatúao como se llamen...¿no queda nadie normal?
Hace más de 2 décadas, fue candidato del PNV en Navarra, y lo teníamos colgado de las farolas por todo Pío XII en tiempo de elecciones, que no estoy hablando de "les aristocrates á la lanterne..." Tiene ese papel de vasco bilbaíno tirando de Navarra hacia el nacionalismo euskérico. Es lo constante en su vida, puesto que no le dan cargos en el País Vasco sino en Navarra.
"colgaremos a los aristócratas de las farolas..."
Coleccionando premios de Ensayo pero del mundo negro del OD no tiene nada que decir. Son este tipo de cosas las que te dejan muda, que nula conciencia del bien y del mal mientras recolecto las medallas precisas. Vendido al poder.
Menos mal que hay filósofos que siguen haciendo honor al nombre, provocando y convocando masas por donde van, defendiendo la revolución, me refiero a Zizek, que hubo tortas por oirlo en Madrid esta semana y eso que la conferencia fue en inglés con traducción simultánea.
ACTUALIZANDO LA GUERRA JUSTA
JP II siempre fue muy claro y directo al expresar su opinión
con respecto a los deberes de los católicos en defensa de su fe. En 1976 cuando
todavía era arzobispo de Cracovia, organizó una procesión desde la catedral
hasta el centro de la ciudad, numerosa procesión que a duras penas cabía en la
iglesia, contraviniendo así las ordenanzas de las autoridades comunistas. En la
plaza y bajo una lluvia pertinaz pronunció su homilía titulada La valentía de defender la propia fe que
sería reproducida con ese mismo titulo por las ediciones del opusino CRIS,
centro romano de encuentros sacerdotales.
Cinco años más tarde
y ya como papa desarrolló la misma idea en la audiencia del 1 de enero
televisada para el mundo entero, el mensaje tradicional del Día de la
Paz. Los cristianos están obligados por la
ley moral a defenderse a sí mismos frente al mal. “Aunque luchen por resistir y
prevenir cualquier forma de guerra, los cristianos tienen el derecho y el deber
de proteger su existencia y su libertad por medios proporcionados contra un
injusto agresor!, dijo en 1981.
Una vez que el comunismo fue enemigo vencido, Wojtyla se
centró en los derechos de los cristianos en países de ley islámica. Según el
portavoz OD que se había agenciado, Navarro Vas, el Papa estaba muy preocupado
por el alza del fundamentalismo islámico a raíz de la guerra del Golfo. La
resistencia en Somalia a las operaciones de la ONU era un punto fundamental. En julio de 1993
lamentaba que los combates de los marines norteamericanos en Mogadiscio
alimentaría la reacción de los islamistas radicales. 6 meses después de que un tiroteo desde helicópteros
americanos matara a 16 somalies, la catedral de Mogadiscio sufrió un atentado. El
último obispo, Pietro Salvatore Colombo había sido abatido por disparos fuera
de la catedral en julio de 1989. La reacción del Islam radical fue tal que los
cristianos ya no podían practicar su fe en lo que hasta entonces había sido una
ciudad europea a orillas del Índico.
En las cercanías del jubileo por el segundo milenio el
asunto de los cristianos perseguidos en países musulmanes se convirtió en uno
de los puntos de mayor interés para el Vaticano, la celebración del aniversario
tenía que mostrar al mundo que la fe cristiana es la única religión capaz de
reverla el misterio de la salvación a toda la humanidad. “La buena noticia de
Dios impele a la Iglesia
a evangelizar”, dijo el Papa a los obispos en Manila. En otras palabras, la Iglesia no puede renunciar
a su deber de proclamar el cristianismo
a todos los pueblos. Mientras repetía que “la misión y el destino de la Iglesia consiste en salvar
al hombre, a todo el hombre “ afirmaba también que “la evangelización nunca
debe ser impuesta. Incluye amor y respeto por los que son evangelizados…los católicos
deben evitar cualquier sospecha de coacción por o de persuasión desviada.”
Poco amor y caridad cristiana había en los Balcanes. JPII
había repetido y advertido que un conflicto generalizado en esa zona atraería
el desastre para Occidente. Hizo un llamamiento “al desarme del agresor”.
Subrayó varias veces que la legítima defensa contra el agresor era un deber
cristiano. “En la enseñanza de la
Iglesia toda agresión militar es juzgada como mala. Pero por
otra parte la legítima defensa es admisible y en algunos casos obligatoria”
avisaba el 12 de enero de 1994.
Un asesor del papa sin nombre, probablemente Navarro, añadió
que el Vaticano apoyaría una acción militar en Bosnia si era “ precisa y
proporcionada y dirigida a evitar la agresión militar”. El mismo anónimo asesor
afirmó que esa intervención tendría que respetar la doctrina de la Iglesia sobre la guerra
justa. La etiqueta “guerra justa” volvía a salir al mercado como una etiqueta
de “alimento ecológico” para los productos cultivados siguiendo las más
estrictas normas de respeto a la naturaleza.
No le concedieron la etiqueta a la operación de Bush “Tormenta
del Desierto”, quizás porque faltaban algunos toques doctrinales o quizás
porque el Vaticano, cuyo nuncio en Bagdad era el obispo Mariano Oles (que luego
sería transferido a Almaty, empezaba la labor en Kazajstán) creía que la invasión
iraquí de Kuwait no fue tan precisa y proporcionada como debería haber sido. En
cualquier caso tres años después de la dicha agresión, por primera vez desde
los tiempos de las Cruzadas resurgía la doctrina de la guerra justa actualizada
y lista para colocar en el mercado de los conceptos espirituales.
Aunque el cristianismo predica el amor universal, la guerra
siempre ha formado parte de las consideraciones teológicas. Sobre todo una vez
que Constantino emperador se hizo cristiano empezaron los problemas al
respecto, San Agustín (354-430) fue el primero en elaborar una doctrina a favor
de la acción militar. El obispo norteafricano permitía la guerra en ciertas
condiciones. Escribió “la guerra debe ser emprendida solo si es necesaria y sólo
si Dios puede por medio de ella librar a los hombres de la necesidad y
preservarlos en paz”.
En el siglo XIII santo Tomás de Aquino perfiló los
requisitos de la guerra justa:
-el combate debe llevarlo a cabo la autoridad competente.
-la causa ha de ser justa
-tiene que tener la justa intención de promover el bien.
El papa Juan XXIII sin embargo habló de evitar la guerra. En
1994 la doctrina de Juan XXIII se dejó a un lado y se reactualizó el asunto de
la guerra justa.
Viene en el nuevo catecismo publicado entonces, todos los
ciudadanos y gobiernos tienen que trabajar por evitar la guerra. Sin embargo siempre
que el peligro persista y no haya una autoridad internacional con el poder y la
competencia necesarios, no se puede negar a los gobiernos el derecho a la legítima
defensa una vez que han fallado todos los intentos por preservar la paz.”
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