EN TIERRA SANTA
ARDIENTE AFRICA
A mediados de marzo de 1994 Alvaro Portillo peregrinó a
Tierra Santa. Si alguien se acuerda que me corrija, creo recordar que no fue en
una air line como cada hijo de vecino sino en algún tipo de avión especial
fletado especialmente de pocas plazas, un coope o super o similar. Somos
cristianos corrientes hasta para ir a Tierra Santa, nada de masas ni de
autobuses ni de grupo. Operaciones no santificables.
OD acababa de abrir un centro en Jerusalén, recuerdo a una
“filósofa” de Marbella que tras completar estudios en Pamplona se fue para
allí, eran un equipo de numes reducido pero muy internacional. OD se movía en
su papel “cruzado-protector” de los santos lugares. Portillo pasó una semana
tras las huellas de Jesús por Tierra Santa, me leí y releí el relato y ví las
fotos del viaje en Noticias mil veces. En esos días tuvo encuentros pastorales
con numerosos cristianos que allí viven y los animó a ser promotores de
paz…¿Cómo harían para rellenar de gente las famosas tertulias soporíferas? No era
Alvaro la alegría de la huerta ni la amenidad personificada ni tenía el salero
aragonés de su predecesor y mentor. Creo que las vimos filmadas en los centros.
El cristianismo corre peligro en Tierra Santa y el tema
concierne al OD. “En un mundo que está siendo testigo del renacimiento de las
hasta ahora durmientes religiones y étnicas identidades, la situación es
extraordinaria y requiere atención”, escribió Said Aburish, palestino musulmán.
Es de los que piensan que Jerusalén sin creyentes en Cristo podría ser más
trágico que Roma sin Papa.
La última de una larga serie de cargas soportadas por la
comunidad cristiana fue la
Intifada o rebelión palestina en los territorios ocupados por
Israel. Trajo con ella el aumento del extremismo islámico que parecía natural
pero fue invasivo y provocó el miedo de los cristianos con respecto a su futuro
en especial los de Belén, cuando la ciudad pasó a formar parte de la Autoridad nacional
Palestina en diciembre de 1995. El Jerusalem
Post reportó docenas de casos de clérigos católicos atacados por los
musulmanes y se apuntaba a que probablemente tras las primeras elecciones los
cristianos de Belén se convertirían en ciudadanos de segunda clase cuyos
derechos religiosos no serían respetados.
Que el cristianismo sufriría un empobrecimiento notable sin
la presencia en Tierra Santa es un hecho evidente. OD parecía dar al problema
la necesaria atención sugerida por Aburish cuando abrió su primer centro en
Belén. Sólo quedaban 4000 cristianos en Jerusalén y en toda Tierra Santa
rondaban los 130.000. Propiedades que habían sido cristianas durante siglos,
incluido el Hospicio de San Juan en el barrio cristiano de la Ciudad Vieja, habían sido
expropiadas y vendidas. El imponente edificio de Notre Dame de Jerusalén,
antiguamente Notre Dame de France, frente a la Puerta de Jaffa se
enfrentaba a la expropiación por no pagar los impuestos requeridos. Si la
solución financiera OD fuera aceptada, la Prelatura se convertiría en la organización
dominante en Tierra santa ¿Lo fue?
Pero estos planes no iban a ver cumplimiento durante el
viaje de don Alvaro ni bajo su mandato prelaticio. Tras una semana de visita
celebró la misa el 21 de marzo en el Cenáculo y volvió a Roma al día siguiente.
Murió esa noche de un heart attack,
tenía 80 años, uno menos que Navarro Valls. El vicario general Javier
Echevarría lo acompañaba y en ese momento retiró del cuello de Alvaro el Lignum
Crucis que ya portara el founder.
En las siguientes 24 horas el pontífice polaco visitó la
iglesia prelaticia y se arrodilló ante el féretro de don Alvaro. El Papa se
saltaba el protocolo según el cual un pontífice sólo se arrodilla ante los
despojos de un cardenal, mostraba así su alta estima por el prelado del OD y su
fidelidad a los que lo llevaron en volandas al trono de Pedro, además de
constituirse en prácticamente su garde de
corps en todos los aspectos, personal y doctrinal e incluso ejerciendo
funciones de Mutawah dentro de la
iglesia a nivel mundial.
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