POLÍTICA VATICANA
Este es el vídeo que me tiraron, susto o muerte, por ir supuestamente contra las normas. Pero si un señor que lleva 40 años curando, investigando epidemias infecciosas, que ha hecho más de 15.000 serologías, no sé cuantos genomas y miles de tests no es adecuado, ¿quién va a poder abrir la boca?
menos mal que me lo devolvieron, nombra a Ioannidis como primer experto mundial en epidemias, de Standford que acaba de sacar un artículo valorando las "medidas", cuya eficacia no está probada. Habla de las propias cifras oficiales y no hay exceso de mortalidad en 2020 por debajo de 65 años.Habla de tratamientos, de hacerse cargo de los enfermos. Lo normal y corriente de un médico, lo que no es normal es que te digan "no vengan que contagian". Ni que salgan a pedir papeles por ir a cara descubierta o por acercarse a otros. Qué destrozo psicosocial estáis haciendo.
Que en las elecciones no vayan a las urnas ni las águilas. ¿No es juntarse gente? vaya trasiego un día electoral de bocas y narices respirando, inspirando y expirando.Reservorio vírico sobres y papeletas.
POLÍTICA VATICANA
"Para mí después de la trinidad y de nuestra madre la Virgen, en la jerarquía del amor viene el Papa" dijo el founder en una entrevista a Le Figaro.
Pero las relaciones con los 3 que conoció fueron poco cordiales. Antonio Pérez Tenessa, que fuera directivo y luego ex, cuenta que "Pío XII nunca entendió a E. el espontaneísmo español casaba mal con el ambiente vaticano.
Otro nume reportó estos propósitos: "Estoy atado de pies y manos. Este hombre (Pío XII) no me deja moverme y aquí estoy encerrado". Y gesticulaba con las manos como diciendo que era incomprensible
Refiriéndose a Pío XII: "este santo varón, que Dios nos haría un gran favor si se lo llevara al cielo cuanto antes."
Qué diferencia de la propaganda al andar por casa en zapatillas con el santo varón, porque hoy el santo varón es él, no Pío XII.
La muerte del papa en 1958 fue un duro golpe porque Juan XXIII (papa de 1958 - 1963) desconfiaba todavía más que su antecesor. Ello no fue óbice para que siguieran trabajando por aumentar la influencia e implantación en las oficinas vaticanas.
Si el od se había servido en Spain al régimen franq. como el régimen franq. quería ser servido, una vez adquirido poder estaban dispuestos a servir a la Iglesia de Roma como él entendía que la I. quería ser servida. Repetiría la frase como un mantra. Sobre todo si invitaba a comer a un dignatario vaticano, por ejemplo el cardenal Tardini.
El cardenal Tedeschini que los protegió falleció en 1959, lo sucedió Tardini en la función de cardenal protector. Desde 1946 cuando habían llegado a Roma les tenía simpatía y duraría hasta su fallecimiento en 1961.
Tardini se había significado por su lucha y desmantelamiento de los curas obreros de Francia. La llegada a Roma del grupo español fue una bendición para el grupo de cardenales ultraconservadores celosos de su cargo. El card. Ottaviani encabezaba el grupo. Se sirvió del founder and cia. para contrarrestar otras organizaciones nefastas como Mission de France, que obtuvo el estatuto de prelatura nullius en 1954.
La amistad de Tardini y Ottaviani les granjeó en 1955 una villa en Castelgandolfo para cursos de retiro y formación. Y en el 56 una prelatura nullius en los Andes peruanos, donde nadie, y menos nosotros quería ir. Así nos lo contaban que habían pedido el lugar más recóndito y salvaje, imposible de toda imposibilidad que hubieran pedido una cosa tan salvaje en plena cordillera. Pero nos lo creíamos.
La prelatura de Yauyos fue confiada al cura nume Ignacio Orbegozo, el que había tirado el cilicio al tejado de en frente, según su hermana. La prela peruana fue un compromiso que hubo de aceptar el ambicioso barbastrense si quería seguir sus ambiciones. Yauyos no solucionaba la cuestión jurídica, un engorro más bien, pero era vitrina para el apostolado moderno en la altiplanicie y un ejemplo de la disposición de servicio a la Iglesia universal. La posición od se reforzó y facilitó hallar alfombra roja cuando se propuso que la uni de Pamplona fuera reconocida como centro educativo de la Iglesia. romana.
La clave de la proclamación del Estudio Gral de navarra como Uni pontificia por la constitu. Apostólica de 6 de julio de 1960 son las excelentes relaciones que logró tejer con el ala ultraconservadora vaticana. Era un as de las Public Relations. Si eso es santificable, las santificó, y los que mejor le imitaron fueron embaucadores number 1. Pienso en LVT.
Aprovechó la coyuntura para consultar a Tardini a la sazón Secretario de Estado sobre la conveniencia de presentar oficialmente la revisión del estatuto jurídico. En los preparativos el founder y son bras droit, contactaron con Scapinelli, subsecretario para Asuntos Extraordinarios, pero la respuesta de Tardini en junio de 1960 fue "estamos muy lejos, es mejor que las cosas sigan como están."
En diciembre de 1961 el nuevo protector Ciriaci aconsejó que presentara la cuestión por escrito al Papa Juan XXIII. El Papa bueno ya había tenido contacto con la obra de D. El 23 de julio de 1954 siendo Patriarca de Venecia cenó en el colegio mayor la Estila, residencia en Santiago de C, y también pernoctó en Miraflores, la de Zaragoza.
López Rodó recuerda: "cenó allí con varios catedráticos, entre los que me encontraba, luego estuvo de tertulia con un centenar de tertulia, le contaron anécdotas de la vida universitaria compostelana, le dirigieron preguntas que contestó con llaneza, le cantaron canciones entre otras la de Fonseca...Lo pasamos muy agradablemente y se mostró complacido". Roncalli puso un elocuente autógrafo en el libro de firmas del colegio mayor.
Tras la desaparición del cardenal Tardini, el founder estaba impaciente, dedidido a seguir adelante desoyendo los consejos de Tardini, que por otra parte asistió emocionado a la colocación de la última piedra de la sede central romana, acontecimiento que tuvo lugar en 1960. Ciriaci les protegía y pasaba por ser un adversario decisivo de la convocatoria de un Concilio aperturista.
A principios de 1962 Juan XXIII recibió la petición documentada presentada por el cardenal Cicognani, secretario de Estado, donde se solicitaba la revisión del Estatuto. El founder quería lo que le habían dado a la Mission de France, disposición que había desatado controversias vaticanas.
La propuesta consistía en que od fuera prelatura nullius, confiriéndole el Papa un territorio, aunque fuera simbólico, con menos de 3 parroquias, en la que los sacerdotes quedaran incardinados, con un derecho particular basado en las constituciones ya aprobadas por el Vaticano. Desde el punto de vista canónico la propuesta era un mix entre prelatura y vicariato castrense, y aunque había antecedentes dudosos ¿Huelgas?, Escv. basaba la petición en la "asistencia espiritual de unos laicos, que desempeñan con una formación específica un apostolado de vanguardia."
No era convincente. El Papa desestimó. El cardenal Cicognani lo comunicó por carta al founder el 20 de mayo de 1962.
Unas semanas antes enterado de las pocas posibilidades escribió: "la rectitud, la pureza de intención, el amor a la sta.Iglesia y a mi vocación, que me mueven a procurar que dejemos de ser instituto secular". Su soberbia santa le condujo a declinar su responsabilidad en el fracaso, proceso que explicaba de la siguiente manera: "La pureza de intención ha tenido además el mérito de una obediencia (...) nos hemos limitado a obedecer al cardenal Protector, que aseguraba que sacaría todo adelante. Yo, en estos momentos, no me hubiera movido."
Restablecido del golpe pidió audiencia con el Papa en la misma carta en la que mostraba "completa y perfecta adhesión a la Sta Sede". El 27 de junio de 1962 acudió vestido "de colorao", como le gusta decir, con el atuendo de prelado doméstico. Aquel atuendo era para él como un cilicio, decía a sus seguidores. Disimulaba bajo capa de aparente humildad su gusto por el boato y de pasear con una vestimenta fácilmente confundible con la de los grandes jerarcas de la Iglesia.
Juan XXIII resumió en aquella audiencia el crecimiento del "opus dei" y sus vinculaciones con el poder: "la primera vez que oí hablar del od me dijeron que era una institución imponente e che facheva molto bene. La segunda...que era una institución imponentissima e che faceva moltissimo bene."
Por su parte el funder comentaría: "Pío XII llegó a conocer la obra y la quiso...Juan XXIII la quiso muchísimo y me decía que fuera a verle más a menudo...Un día hablando con él me dijo en italiano: Monseñor la obra pone ante mis ojos horizontes infinitos que no había descubierto."
Ante sus seguidores hablaba deslenguadamente siendo proverbiales sus comentarios irreverentes. Con respecto a Juan XXIII testigos afirman que lo más suave que dijo es que fue un "patán". Los vientos liberalizadores en ese Papado no le favorecían. Estaban recientes los movimientos retro de Tardini y los seguidores de Escrivá oponiéndose a cualquier apertura de la Iglesia.
A mediados de mayo de 1962, Ildebrando Antoniutti dejó de ser nuncio en España. Fue uno de los dignatarios más comprensivos tanto con Franco como con od. Sus lazos fueron tan estrechos que le merecieron pista de patinaje en Pamplona
y no se puede olvidar a este prelado para analizar la influencia opusd en la curia.
Volvió a Roma en 1962 y fue nombrado prefecto de la Congregación de Religiosos e Institutos seculares. Desde donde influiría.
Había sido nuncio en Madrid desde 1953, en un período fasto, de expansión opusina. En 1958 Franco inauguró la nueva sede de la Nunciatura en av. Pío XII. Donde se iba a "rondar" a JP II lors de su visita a España en 1982. Claro, así la prela llegó en un mes. Día de la Virgen Milagrosa de 1982.
El nuncio anterior había sido Cicogani quien se había hartado del opus dei. En 1953 fue nombrado cardenal y regresó a Roma. En 1960 fray Justo Pérez de Urbel, abad del monasterio de los Caídos fue a visitarle para que fuera a España y pedirle autorización para la basílica franquista de marras. Cicognani durante el refresco que se tomaban juntos le dijo: "No sé, pero voy a aceptar en atención a ud y en atención a Franco con una condición". "¿Qué condición?". "Que me admita de huésped en la abadía". "De huésped, de abad, de lo que quiera". "Sí porque si me quedo en Madrid tengo que ir a la nunciatura, y no quiero que mis cartas, mis llamadas, todas mis comunicaciones pasen al archivo del opus dei".
El cardenal Cicognani sabía que Antoniutti había aceptado en la nunciatura la presencia de militantes od mujeres que se ocupaban de la intendencia, servicio doméstico y puestos subalternos como telefonistas o abridoras de puertas. Pa enterarse.
Antonio Riberi, sucesor de Antoniutti, comentó P. Hofmann, corresponsal en Madrid del New York Times que era imposible en la nunciatura hablar abiertamente en presencia del servicio, que estaba lleno de "monjas" del od y que se había visto obligado a sustituir a algunas telefonistas, porque estaba convencido de que escuchaban todas las conversaciones´. Hubo eclesiásticos en la nunciatura que usaron nombres falsos porque todas sus conversas eran escuchadas por las sirvientas del opus dei. También en la mesa se interrumpían los temas delicados cuando entraban en el comedor de camareras. Unos de los eclesiásticos sometidos a vigilancia era monseñor Bellini, que luego sería sustituto de la Secretaría de Estado, sirviendo de enlace entre Pablo VI y los órganos de la curia vaticana.
Comentarios
Arcadi Espada, “Raval. Del amor a los niños”, Anagrama, 2000, pág. 178.
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