Interés antropológico





Un tal Luis de Cádiz me habla del interés antropológico de ver no sé que video opusino. Los tengo más vistos que el tebeo. Hace tiempo que perdieron todo interés antropológico a mis ojos, ahora bien, hay cantidad de cosas en el mundo que me interesan antropológicamente hablando.

Como ya habéis adivinado he estado en Ireland, me lo he pasado de escándalo, he encontrado gente muy diferente con la que he podido hablar, intercambiar, ¡incluso indígenas!

Y además he viajado por la isla, conduciendo por el lado anglosajón de la carretera: todo un reto que pensaba no iba a ser capaz de superar. Es bastante tensión cada vez que llegas a un cruce o a una rotonda y ves los coches entrando al revés... Por no hablar de que te vas a poner el cinturón y no hay cinto, se te queda la mano en el aire. O vas a meter una marcha y te encuentras con la puerta...

Y un ejemplo de interés antropológico son las carreras de perros "greyhound", toda la familia participa. Desde la más tierna infancia los papás llevan a sus bebés al restaurante desde el que se puede ver a los "greyhound" trotando por la pista. ¡Van como flechas estos perros! A este pueblo le encantan las apuestas, los espectadores anotaban en su libro lo que se iba a jugar en cada perro, desde las ocho a las diez y media, los irlandeses se jugaban el dinero como locos.

También ha tenido interés antropológico el libro de Claude Lévi-Strauss "Tristes trópicos" de 1958. Cuenta sus viajes por Brasil en los años 30 para conocer a tribus perdidas en la selva a punto de desaparecer. El libro tiene cincuenta años, para mí nuevo total, jamás en opuslandia se podría leer una cosa así.

En la universidad de Navarra en mi carrera de filosofía nos hacían "preocuparnos" intelectualmente hablando por temas que no tenían interés ninguno. Me acuerdo del libro de E. Gilson que habla del ser, y que recorre todos los filósofos, desde Parménides a Sartre para mostrar que ya desde Duns Escoto, justo tras Tomás, el ser perdió su trascendencia. Leyendo este libro me he dado cuenta de que con semejante antigua orientación estábamos "à côté de la plaque", "en la luna".

Para un filósofo de hoy es mucho más trascendente los estudios sobre las diversas culturas, que son como un espejo en el que podemos vernos a nosotros mismos y juzgar nuestra humanidad desde diferentes puntos de vista. Y no se puede estudiar filosofía ignorándolo todo sobre las ciencias humanas, porque al estar basadas en el psicoanálisis y el estructuralismo, ¡al infierno con ellas! Te condenan al atraso, al infantilismo, a la ignorancia.

Me ha llamado la atención Lévy Strauss porque es un hombre de un culturón imponente, como corresponde a cualquiera que ha tenido la suerte de pasar por l'ecole normale superieure francesa. Renunció a su puesto de profesor y se fue al Brasil en unas condiciones que son las de allí, pero terribles: comiendo gusanos, mono asado... teniendo que organizar expediciones a sitios inhóspitos, con mosquitos y hormigas que se comen el cuero, bueyes y mulas que mueren de cansancio... Una auténtica odisea. Todo por saber, por conocer cómo viven, cómo piensan, cómo se organizan esos pueblos que llamamos primitivos.

Son interesantísimas las conclusiones que saca sobre el etnólogo, tan crítico con su sociedad europea, y super conservador de las costumbres de los indios. Pero es que para aprender qué es el hombre necesitamos desprendernos de la sociedad en la que hemos nacido. La única de la que podemos realmente desprendernos.

Me llama la atención su admiración por Rousseau. En mis opustiempos me esforzaba por leerme las recensiones que llegaban de Roma sobre Jean Jacques.

Quería empaparme de porqué era tan hereje, y nunca acabé de entender. Sospecho que porque no trata el tema del pecado original, y popularmente se entiende que Rousseau inventó el mito del "buen salvaje". Habladurías e ignorancia. Lévi Strauss demuestra mayor conocimiento de la obra rousseauniana: Rousseau no idealizó como Diderot hizo al hombre natural. Rousseau sabe que el estado social es inherente al hombre pero la sociedad lleva consigo males, y la cuestión está saber si los males son inherentes al estado social.
También es muy sugerente su tesis compartida con Rousseau sobre el neolítico, del que según él, hicimos mal en movernos, puesto que ya entonces el hombre había conseguido la mayoría de las invenciones necesarias para la seguridad. El hombre se libró del frío, del hambre, tenía incluso tiempo para pensar... Luego llegó la civilización mecánica, creció nuestra potencia, nuestro orgullo... nuestra capacidad destructiva...

No quiero desvelar todo el libro, pero el capítulo titulado "un vaso de ron" me parece el mejor. Aunque para disfrutarlo bien hay que empaparse de todas sus aventuras y descubrimientos entre los pueblos del Mato Grosso.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
hola ana,conozco una numeraria que tengo la impresion por algunas cosas que está en crisis sin embargo sé que la han puesto de directora ¿es posible que a una persona que esta pensando en irse le den cargos?
Ana A ha dicho que…
es posible.

Satur, apodo de un ex numerario del que no recuerdo el nombre verdadero, contó en opuslibros.org que a él, modesto profe de colegio opus, con tal de retenerlo, (era un maquinón consiguiendo atraer a los chicos jóvenes), le ofrecieron trabajo en cualquier país de Sudamérica de su elección.

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