Divisíón seglares-clero
Margarita: salvo excepciones entre las que me cuento, la gente queda enganchada al Opus Dei. Se va pero no se acaba de ir. Y yo si he acabado de irme. No sé como es en Perú, en España el opus dei forma parte de la sociología de este país. Están incrustados y hay que ir esquivando para que los que me leen no se confundan.
Esa chica tan supersimpática siempre que no la necesites, es hija de supernumerarios, todos sus hermanos han sido numerarios o lo siguen siendo. Es decir, que es de su ambiente, porque así son las cosas en el opus dei. Nadie abandona la burbuja, es muy duro emprender la ruta en soledad.
Si esta chica hubiera abandonado de verdad el opus dei la hubiera tenido a mi lado cuando la necesité, no ahora que no la necesito. Y mucho menos se hubiera ido a casar con lo que me parece un novio buscado por el opus dei, el único chico en toda una familia de numerarias. ¿Habrá sido él también numerario en su juventud? Así se entierran las crisis personales que genera el Opus Dei, porque a esta siendo una mujer con sus valores, sana y trabajadora que no es poco en ese mundo de vagas y aprovechadas, la ponían a caer de un burro.
Ya no estamos en la adolescencia, con el "chupe" colgando para ir clasificando a la gente en simpática o antipática. Somos mayores como para saber que en esta vida cada uno busca lo suyo, sin más tonterías.
Así de dura es la vida, esta dureza enseña más que la universidad más prestigiosa. Hoy creo que sé aproximadamente bien a qué puertas acudir cuando necesite algo: comprensión, simplemente una oreja que me escuche o me dé un consejo, amistad, un poco de su tiempo e incluso dinero.
Ni al opus dei ni a nadie que los rodee. El desierto es la mejor escuela en la vida, y pienso que yo he estado en él a mi salida del opus dei. Un desierto como el del Sáhara, te lo aseguro.
Me alegra que entre unos y otros nos ayudemos a atar cabos, entre el comportamiento que parece exclusivo de Rojas y es un clásico. No sólo entre los psiquiatras que ostentan el título de supernumerario, hemos de incluir también a los simpatizantes... qué pena.
Y traigo un texto filosófico en el que Hegel se mete con la iglesia católica, pero que me parece relevante, porque efectivamente, allí dentro del opus dei no contaba en absoluto el valor moral de las personas. Contaban las prácticas religiosas y ni siquiera contaba eso, como ya he explicado mil veces. Pero de lo que predican y prediqué era de hacer muchos rezos inútiles, que no suponían un cambio ni una profundización en la vida espiritual.
También lo traigo a colación porque el "dadá" del opus dei en la actualidad, en especial si leemos las declaraciones del diretor Joffé al que han enganchado para hacer una película sobre el fundador Escrivá, es que este señor "descubrió" que todos pueden ser santos, no sólo los clérigos. Esto es tambén lo que predicábamos: "que se han abierto los caminos divinos de la tierra".
Sorprendentemente cuando nos acercamos a la realidad de como está gobernada esa institución y qué es juridicamente en la iglesia, resulta que el Opus Dei es de un clericalismo rancio. Sólo un hombre puede dirigirla, sólo un cura por supuesto. Sólo pueden formar parte de ella jurídicamente sacerdotes....¿qué es lo que es eso para una institución que se dice santificadora de lo ordinario? ¿es lo ordinario ser cura? A parte de aquella afirmación tan del seminario del siglo XIX de que en moral los seglares no pueden ser maestros, sólo escuchar. Cuando a las alturas que estamos.... no sé quién funciona todavía con semejante esquema.
Y en la historia del Opus Dei las mujeres entraron por la puerta de servicio, para hacer los trabajos de limpieza, cocina y plancha. Aunque con el tiempo vayan pintando la fachada. El sometimiento en todos los aspectos de una mujer, desde el dinero, tiempo para diversiones, acceso a libros, salidas, entradas, ropa.... es mucho mayor en las numerarias que en los numerarios. Cada vez que un ex numerario cuenta su vida, me ratifico más en ello. Así que Escrivá de iluminado e innovador nada de nada. Reproduce todos los vicios del catolicismo decimonónico que pareció haber sido superado en el concilio Vaticano II.
Aquí está el texto de Hegel, donde dice Iglesia sustitúyase por Opus Dei y queda perfecto reflejo de lo vivido:
"Los seglares no pertenecen al ámbito de lo divino. Esa es la división más profunda que afectaba a la Iglesia del medioevo, y que se produjo por considerar lo sagrado como una dimensión puramente externa. Para que los seglares pudieran participar en lo sagrado, los clérigos ponían determinadas condiciones. El desarrollo de la doctrina, los conocimientos, la ciencia de lo divino, es exclusiva posesión de la Iglesia; a los seglares no les toca más que creer: su obligación es la obediencia, una obediencia de pura fe, sin una reflexión personal. Este sistema de relaciones convirtió la fe en un mero asunto de derecho externo, que llevó hasta la compulsión y la hoguera.
El saber, el conocimiento doctrinal caen fuera de las posibilidades del espíritu; todo eso es propiedad exclusiva de una casta privilegiada que es la que debe definir la verdad. El hombre es demasiado pequeño para entablar una relación directa con Dios; por eso, como ya queda dicho, cuando quiere dirigirse a él necesita un intermediario, una persona consagrada. Se niega así la constitutiva unidad de lo divino y lo humano; y al hombre, en cuanto tal, se le niega la capacidad de acercarse a lo divino.
De este modo, al encontrarse el hombre separado del bien, no se le exige una transformación interna, que supondría la unidad de lo divino y lo humano en el corazón del hombre, sino que se le enfrenta con los horrores del infierno, pintado con los colores más terribles, de los que podrá liberarse no precisamente por su propio perfeccionamiento interior, sino más bien por algo externo, como son los medios de la gracia. Pero el seglar no sabe cuáles son esos medios; tiene que ser otra persona el propio confesor, el que debe proporcionárselos. El individuo no tiene más que confesarse, abrir todos los recovecos de su propia conducta al juicio prudente de su confesor, para saber cómo habrá de comportarse en el inmediato futuro.
De este modo la Iglesia se ha sustituido a la conciencia individual, ha guiado a los hombres como si fueran niños, y les ha inculcado que pueden librarse de los merecidos tormentos no por una práctica interna de la virtud, sino por obras exteriores, no por unos actos dictados por su voluntad, sino por las prácticas impuestas por los servidores de la Iglesia, como oír Misa, hacer penitencias, elevar plegarias, emprender peregrinaciones: todos ellos, actos que no proceden del Espíritu sino que lo embotan; son actos que se caracterizan sólo por su naturaleza externa, sino incluso porque se pueden poner en práctica por otras personas...
Queda claro que la esclavitud más absoluta se introduce en el reino de la libertad".
Comentarios
Pero Ana, de acuerdo que se pueda sustituir en el texto Iglesia por Opus Dei, pq "la intermediación" adjudicada sea mayor, pero con Iglesia también queda perfecto.
Esa intermediación que exponen e imponen como imprescindible, en mi experiencia, hay quien la extrapola a campos no religiosos (como al de la sociedad civil, libre y laica) y la presentan como necesaria, imprescindible y obligatoria, así tan panchos.
Por lo que veo que la "intermediación impuesta", está en la Iglesia y estará en mayor medida en el Opus, pero está también en todo pensamiento fascista al imponer pasar por unos aros, manteniendo signos externos para que te perdonen la vida o evitar represalias.
El punto de partida es el mismo y el montaje se lleva a cabo con el mismo fin. El sometiemiento de muchos seres a unos pocos, que se consideran privilegiados. A cambio, el sometido recibe premio o castigo.