CURAS DE DESHECHO
Primer escrito de un ex miembro del Opus Dei al que le calculo entre 60 y 70 que nos da una explicación sintetizada de los bandazos jurídicos del Opus Dei. Un misterio desvelado.
Querido hermano del difunto, soy clara y directa. Hasta el gorro de cataplasmas que gastamos con los dictadores.
Si algo está mal dicho, corrige lo que haya que corregir, pero no me digas que tergiverso, porque copio lo que voy pillando. Si no habláis claro los que "tenéis los datos" los demás nos líamos. Pasa mucho con el Opus Dei. No muestran las cartas y cuándo se pregunta no contestan a lo que se pregunta.
Sólo os limitáis a decirme, esto no es así, "esa mujer no era de Alicante ni era del Opus Dei". ¿Entonces quién era? ¿por qué no respondes a la pregunta? nombre de la calle y número donde ocurrió el hecho en marzo de 2013. ¿Tan difícil es decirlo y contarnos qué lugar es ese tan raro dónde fue a parar el cura numerario? me interesa, seguro que aprendo algo más sobre deshechos del Opus Dei, especialmente sobre qué se hace con los "curas de deshecho" que acaban tirándose por la primera ventana que pillan.
Has sido gallina, reconozco que yo también soy gallina de vez en cuando. Pero es un defecto nacional que tenemos que arrancarnos a dentelladas. Y lo primero es reconocer que no hay arrestos para reclamar nuestros derechos. No fuisteis capaces de reclamar el cuerpo, eras la familia y tenías el derecho, por encima del mismo papa. No lo hicisteis. Una vez muerto, no fuisteis capaces de esa elemental norma de piedad fraterna con un difunto hermano. No te digo que cuando estaba en vida os lo hubierais llevado arrastras de ese "no centro" en el que falleció. Quizás hubieras podido pero más difícil.
Pero una vez muerto ¿quién manda en un cadáver? Las fechorías que en este blog y otros lugares denunciamos no se acaban si los implicados directamente en la injusticia cometida no son capaces de reclamar su derecho. Me parece que es elemental que nadie puede incinerar cadáveres si la familia del difunto se opone. Y que si a pesar de todo el cadáver se incinera se puede denunciar. No habéis hecho más que estériles quejas y un año y medio después de los hechos, y desearle "feliz cielo". Gran subnormalidad.
Así no se puede avanzar. Seguirán atropellando. Seguirá habiendo difuntos curas muertos en extrañas circunstancias y todo seguirá igual, puesto que Opus Dei compra todas las voluntades y no lo decimos ni reclamamos.
Hace ya tiempo que me he dado cuenta de que en esto o empujamos los afectados o nadie va a mover un dedo. En mi ingenuidad de numeraria creía que todos los obispos y curas sólo por serlo estaban por encima de la medianía moral de las gentes. Craso error. Nada que ver. El carrierismo que dice el Papa, y que supongo que afecta exactamente a todos los clérigos que le rodean y viven con él. Lo poco que he observado en mi entorno de promoción en la iglesia el Opus Dei se lleva los ascensos que es un gusto.
De párroco o coadjutor de una humilde parroquia jiennense a la nunciatura en Madrid. De ecónomo de la diócesis de Astorga a jerifalte de las cuentas vaticanas, con derecho a terraza sobre la plaza de san Pedro, buenas vistas para las ceremonias y para organizar fiestecillas de católicos VIP con tal motivo.De simple cura de una diócesis alemana en plena juventud, rápidamente a Roma, rápidamente a la universidad opus de profe de derecho canónico y más rápidamente aún a secretario y confidente, mano, brazo, pie derecho, del anterior Papa. Los asiduos les pondrán nombre a las tres carreras de los carrieristas.
Hablando de carrieristas, ya se ve que el problema no es de ayer. Eijo y Garay, el primer prelado que protegió al founder era de la cuerda: amante del boato, la aristocracia y el poder. Normal que lo protegiera. Un carrierista de fondo.
Me harta mucho la inconcreción, aunque sea una inconcreción papal. Es uno de los restos que me ha dejado el Opus Dei, siempre tan amigos de concretar, de que concretará yo en las sucesivas charlas, confesión, dirección espiritual. Así que concreto.
Con ese percal, es muy iluso pensar que alguien jeráquico va a mover un dedo en las alturas por estos sacerdotes difuntos en extrañas circunstancias. De mujeres del Opus Dei drogadas y echadas a sus padres, de esas ya ni me molesto en hablar porque no tienen rango ninguno como para escandalizar al clero. Al fin y al cabo simples mujeres. Como la virgen María y bla, bla, pero mujeres. Es decir, segundo o tercer nivel.
Pero que pase estas cosas con curas en los cuatro puntos cardinales y nadie haga un gesto de interesarse y sigamos machacando con el "concebido no nacido" y no sé qué otras cruzadas imposibles...me desquicia. Aunque, es curioso, el concebido no nacido está en el vientre de una mujer, y a ese hay que protegerle a toda costa. A costa de la propia mujer si es preciso. Ser mujer y católica decididamente es estar condenada a la dependencia.
Querido hermano del difunto, soy clara y directa. Hasta el gorro de cataplasmas que gastamos con los dictadores.
Si algo está mal dicho, corrige lo que haya que corregir, pero no me digas que tergiverso, porque copio lo que voy pillando. Si no habláis claro los que "tenéis los datos" los demás nos líamos. Pasa mucho con el Opus Dei. No muestran las cartas y cuándo se pregunta no contestan a lo que se pregunta.
Sólo os limitáis a decirme, esto no es así, "esa mujer no era de Alicante ni era del Opus Dei". ¿Entonces quién era? ¿por qué no respondes a la pregunta? nombre de la calle y número donde ocurrió el hecho en marzo de 2013. ¿Tan difícil es decirlo y contarnos qué lugar es ese tan raro dónde fue a parar el cura numerario? me interesa, seguro que aprendo algo más sobre deshechos del Opus Dei, especialmente sobre qué se hace con los "curas de deshecho" que acaban tirándose por la primera ventana que pillan.
Has sido gallina, reconozco que yo también soy gallina de vez en cuando. Pero es un defecto nacional que tenemos que arrancarnos a dentelladas. Y lo primero es reconocer que no hay arrestos para reclamar nuestros derechos. No fuisteis capaces de reclamar el cuerpo, eras la familia y tenías el derecho, por encima del mismo papa. No lo hicisteis. Una vez muerto, no fuisteis capaces de esa elemental norma de piedad fraterna con un difunto hermano. No te digo que cuando estaba en vida os lo hubierais llevado arrastras de ese "no centro" en el que falleció. Quizás hubieras podido pero más difícil.
Pero una vez muerto ¿quién manda en un cadáver? Las fechorías que en este blog y otros lugares denunciamos no se acaban si los implicados directamente en la injusticia cometida no son capaces de reclamar su derecho. Me parece que es elemental que nadie puede incinerar cadáveres si la familia del difunto se opone. Y que si a pesar de todo el cadáver se incinera se puede denunciar. No habéis hecho más que estériles quejas y un año y medio después de los hechos, y desearle "feliz cielo". Gran subnormalidad.
Así no se puede avanzar. Seguirán atropellando. Seguirá habiendo difuntos curas muertos en extrañas circunstancias y todo seguirá igual, puesto que Opus Dei compra todas las voluntades y no lo decimos ni reclamamos.
Hace ya tiempo que me he dado cuenta de que en esto o empujamos los afectados o nadie va a mover un dedo. En mi ingenuidad de numeraria creía que todos los obispos y curas sólo por serlo estaban por encima de la medianía moral de las gentes. Craso error. Nada que ver. El carrierismo que dice el Papa, y que supongo que afecta exactamente a todos los clérigos que le rodean y viven con él. Lo poco que he observado en mi entorno de promoción en la iglesia el Opus Dei se lleva los ascensos que es un gusto.
De párroco o coadjutor de una humilde parroquia jiennense a la nunciatura en Madrid. De ecónomo de la diócesis de Astorga a jerifalte de las cuentas vaticanas, con derecho a terraza sobre la plaza de san Pedro, buenas vistas para las ceremonias y para organizar fiestecillas de católicos VIP con tal motivo.De simple cura de una diócesis alemana en plena juventud, rápidamente a Roma, rápidamente a la universidad opus de profe de derecho canónico y más rápidamente aún a secretario y confidente, mano, brazo, pie derecho, del anterior Papa. Los asiduos les pondrán nombre a las tres carreras de los carrieristas.
Hablando de carrieristas, ya se ve que el problema no es de ayer. Eijo y Garay, el primer prelado que protegió al founder era de la cuerda: amante del boato, la aristocracia y el poder. Normal que lo protegiera. Un carrierista de fondo.
Me harta mucho la inconcreción, aunque sea una inconcreción papal. Es uno de los restos que me ha dejado el Opus Dei, siempre tan amigos de concretar, de que concretará yo en las sucesivas charlas, confesión, dirección espiritual. Así que concreto.
Con ese percal, es muy iluso pensar que alguien jeráquico va a mover un dedo en las alturas por estos sacerdotes difuntos en extrañas circunstancias. De mujeres del Opus Dei drogadas y echadas a sus padres, de esas ya ni me molesto en hablar porque no tienen rango ninguno como para escandalizar al clero. Al fin y al cabo simples mujeres. Como la virgen María y bla, bla, pero mujeres. Es decir, segundo o tercer nivel.
Pero que pase estas cosas con curas en los cuatro puntos cardinales y nadie haga un gesto de interesarse y sigamos machacando con el "concebido no nacido" y no sé qué otras cruzadas imposibles...me desquicia. Aunque, es curioso, el concebido no nacido está en el vientre de una mujer, y a ese hay que protegerle a toda costa. A costa de la propia mujer si es preciso. Ser mujer y católica decididamente es estar condenada a la dependencia.
Comentarios
Es horroroso y más si han convencido al enfermo que era mejor no tratarse. Uno ata cabos tarde. No es lo que pasa a todo el mundo con el Opus?
"Esos son los directores del OD. Tienen tanto poder que incluso manejan a los médicos, profesional que deben guardar el mismo secreto y que igualmente violan por mandato de los directores. Aceptan como válidas las instrucciones que se les da, e igualmente dan información detallada de sus pacientes. Porque es costumbre yo he hablado con pelos y señales de las enfermas y he controlado al médico y he jugado con la confianza e intimidad de la persona y luego él informa a los directores y estos le dicen que debe informar al paciente y al centro al que pertenece." (Lali Riera Casadevall, "Me he vendido por treinta monedas...", http://www.opus-info.org)
La "discrepancia con las directrices institucionales son atribuidos –como hacía el régimen soviético con sus disidentes- a trastornos psíquicos, obligando al interesado a recibir tratamiento médico de facultativos de confianza de los Directores de la Prelatura, que suele sumir al que se plantea su salida, en una vía muerta que lesiona su salud psíquica y física, y que le deja secuelas en su vida. Podemos aportar abundantes testimonios al respecto." (Fuente: "Denuncia para el Vaticano", http://www.opus-info.org)