CIPRIANI Y EL CASO SODALICIO

En 2015 Pedro Salinas y Paola Ugaz, periodistas peruanos, publicaron "Mitad monje, mitad soldado", como fruto y conclusión de una investigación de cuatro años sobre el "caso Sodalicio". El founder, todavía vive en Roma cómodamente retirado, fue acusado de abusos sex y la reata de estropicios comunes a los que como él vinieron "para renovar".

En esta bitácora maleña observamos cómo santificar el cargo de Arzobispo y de responsable diocesano por parte de dos escrivarianos en el poder eclesiástico peruano. Uno bastante más conocido que el otro. Lo nombra al principio, "no hizo nada". En medio, "cuando salió el libro y se esperaba una reacción del arzobispo más destacado del Perú, hubo de viajar a Chile para una procesión de Jesús de los Milagros". Esa semana otro locutor le sustituyó en su habitual programa de radio, en el que semanalmente sermoneaba, aconsejaba, iluminaba a los fieles desde las ondas de RPP.

A partir del min. 32 se extiende más sobre la actuación, mejor sería decir inactuación, frases políticamente correctas y poco más que caracterizó a tan ilustre personaje de la Iglesia. Cipriani, protagonista incansable del blog, hace años con motivo de aquella universidad limeña a la que quería quitar el apodo de Católica, por "un quítame allá esas pajas."

Aunque no sean santificadores es interesante el cúmulo de mentiras, unas más grandes, otras más chicas de los expertos: abogados canónicos, jerarcas varios....que si Figari, el founder abusador, era laico y por tanto la diócesis no se ocupa, tampoco Roma. Luego que sí, pero la diócesis no puede intervenir porque la institución de Sodalicio es de derecho pontificio...La denuncia más importante se hizo en el arzobispado en 2011, Santiago el denunciante se fue a su casa convencido de que la investigación estaba en marcha. Sólo en 2015 con motivo del libro y de múltiples entrevistas y reacciones, él y otras víctimas se enteraron de que en 4 años no se había hecho absolutamente nada.

Por otra parte también sale el mandatario máximo opus en Perú en la época. Con motivo de una visita invitación de la que fue objeto Salinas en la universidad de Piura, dicho director le comunicó sus dos únicas preocupaciones, "que no mezclara al opus dei en esto" y "que ni siquier conocía al gran jefe sodaliter". 
Y más todavía, otro supongo santificador de la abogacía, letrado contratado por Cipriani, sin haberse leído el libro afirmó en la radio o en la prensa, se puede comprobar, que el libro "Mitad monje mitad soldado" formaba parte de una campaña antiArzobispo, que tan seguido y querido era de sus fieles ovejas. Nada que ver con el tema del libro, que es Sodalicio y el arzobispo si acaso es un personaje secundario. Al que le preocupa como a todos ellos la "Imagen" de las instituciones que presiden y representan. En ningún caso las víctimas, su dolor, la injusticia, y la necesidad de reparación y prevención. 

Hace casi una década y hemos cambiado, se supone, en estos años franciscanos, en los modos de reaccionar. Aunque no tanto como parece. Si no se llama a la puerta y se insiste, los clérigos no hacen nada ni dan su brazo a torcer cuando se denuncian abusos eclesiásticos de cualquier tipo.

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