LA "RIQUEZA INSTRUMENTO"

 

Casi rima con "Opus Dei".

No suelo frecuentar, pero tuve que acudir hace poco a la oficina de Correos en el sótano de este establecimiento. De paso subí al departamento de electrónica. Los dependientes intimidan por lo repeinadísimos y estilísisimos, me sentí tonta diciéndole a un señor tan elegante que me cobrara unos simplicísimos cascos... van tan peripuestos que te hacen pensar que "tienes que gastar más a la fuerza". Hay un no sé qué de exagerado en la indumentaria,

como si fueran de boda o estuviéramos en el palacio real a punto de una audiencia con su Majestad. Similar impresión en entidades bancarias de las que hemos dicho mil veces que tienen que ver sin tener que ver, la de Miró en el logo...la filosofía de la empresa se nota. Quizás en las capitales de país no choca tanto.

Retomo tu frase porque me parece clave: educarse en el Opus Dei deja a la gente a merced de gentuza muy pija la cual en triangulación narcisista siempre hacen de menos a quien van a desplumar y buscan complicidad dentro del grupo del desplumado.

Hacerte de menos, apabullar, hacer sentir basura porque no vas de Prada,  les cunde con la simple estética pija, repeinamiento y sentimiento de superioridad. Es difícil no dejarse amedrentar ni engatusar. No conozco gente más autoafirmada y convencida de que el resto somos plebe. De entrada, te pisan.

Está muy bien tu info, claro, unos almacenes siempre boyantes a base de clientela fija, el Estado. ¿Sino de qué una firma española iba a durar atravesando las décadas? y las estamos empezando a pasar mal...

Por supuesto el libro va a ser difícil de encontrar, y también me llama la atención que Margot Litten, la periodista alemana investigadora del tema que anduvo por aquí en 2017, había oído campanas sobre la relación escrivarianismo - Corte Inglés.

Hay un extracto en Infolibre.

LOS BANQUEROS DE DIOS

"El Opus Dei, con innegable sentido de lo práctico e inteligencia, se dedica a acumular poder temporal, a través de sus creyentes, aquí y ahora, quizá porque, con su intuición para lo ultraterreno, preseinte que, en el paraíso celestial, de existir, no habrá lugar para las ambiciones de dominio, ya sean éstas materiales o espirituales. El reino de de la Obra de Dios, ciertamente, si es de este mundo." Pepe Rodríguez, El poder de las sectas, ed. B, 1997.

El OD se maneja con numerosos recursos financieros para sostener sus actividades. No vacila en utilizar el artificio de sociedades que parecen no tener ninguna vinculación con la Obra. En el art. 9 de las constituciones del grupo integrista se expresa que "los socios del OD operan o individualmente o por medio de asociaciones que pueden ser culturales, o artísticas,, económicas, etc, y que se llaman sociedades auxiliares. Todas estas sociedades, por igual, se hallan sujetas en su actuación a la autoridad de la jerarquía del instituto."

¿Qué ocurre cuando la acción opusdeísta se ejerce por medio de las sociedades auxiliares? El Od actúa de manera significativa en el manejo de fondos para construir, sostener y desarrollar edificios-escuelas, universidades, campus diversos, hospitales para sus estudiantes de Medicina, campañas de proselitismo cuasi religioso, giras de sus dirigentes u operadores, imprentas, editoriales, comercialización de libros y revistas, sostenimiento de diarios o periódicos adictos, entre otras actividades.

Hay que recordar que los miembros deben vincularse mediante los 3 votos regulaes-religiosos de pobreza, castidad y obediencia. Sobre los dos últimos votos no existen dudas, pero no ocurre lo mismo con el primero. En el punto 632 de Camino, Escrivá cae en el siguiente galimatías: "La auténtica pobreza no consiste en no poseer, sino en renunciar voluntariamente al poder sobre las cosas. Por eso hay pobres que son realmente ricos, y a la inversa". Es decir, hay ricos que son de veras pobres.

Daniel Artigues, en "El Opus Dei en España", puso de relieve que la idea de una santa pobreza opusdeísta significa que el comportamiento práctico del OD en cuanto al problema de los bienes de este mundo podría definirse, en el cuadro español, del siguiente modo: "El dinero es bueno con tal de que se ponga el servicio de una obra buena. La riqueza es un instrumento que hay que buscar y utilizar. Actuar de otro modo equivaldría a negar a adaptarse a las condiciones del mundo de hoy: es preciso que el apostolado moderno pueda disponer de un arma esencial, pues sería absurdo dejarla utilizar sólo a los adversarios de la Iglesia".

En otra parte Artigues sostiene que "los miembros del OD, preocupados ante todo de no distinguirse de las gentes de su medio, muchos de los socios numerarios de la Obra, viven con toda clase de comodidades. Así se llega a la situación paradójica de hombres que en teoría no pueden hacer uso de su fortuna pero que, sin embaro, frecuentan los mejores hoteles y restaurantes. En cuanto a los locales que pertenecen a la Obra, sin por lo general confortables cuando no lujosos".

De esta manera, cualquier miembro burgués del OD debe llevar el mismo ritmo de vida que las personas de su círculo, y su presunta mortificación consistirá precisamente en no renunciar al lujo aun cuando pueda ser escandaloso, propio de las gentes de su posición social. Se trata en realidad de la "santa devergüenza" de la que hablaba el beato Escrivá en una muestra de su particular histrionismo.

Los miembros de la Prelatura no entregan el diezmo, sino que tienen la obligación de ceder una parte importante de sus dividendos, de acuerdo con su origen social, especialmente los profesionales. Resulta de interés transcribir textualmente lo que dijo Escrivá, en vida, a un periodista: "Cada centro se financia de la misma manera que cualquier otro de su tipo. Las residencias de estudiantes, p. e, cuentan con las pensiones que pagan los residentes; los colegios, con las cuotas que satisfacen los alumnos; las escuelas agrícolas, con la venta de sus productos, etc. Está claro, sin embargo, que estos ingresos nunca son suficientes para cubrir todos los gastos de un centro, y menos cuando se considera que todas las labores del OD están concebidas con un criterio apostólico y la mayoría se dirige a personas de escasos recursos..."

Está muy claro que cuando el OD, a partir de 1952 y especialmente en los años 60 y principios de los 70, estuvo encaramado en el poder franquista utilizó a sus cuadros de militantes profesionales, que ocuparon cargos en la tecnoestructura económica española durante un cuarto de siglo, para derivar fondos a la organización integrista. Se empleaba o contrataba a profesionales y equipos técnicos provenientes del OD para las obras públicas, y ellos, una vez cumplido su cometido, daban una parte sustancial de los honorarios, o todos, a la Prelatura.

Así escaló posiciones del Estado español y luego se expandió a otros países europeos, americanos y africanos. Al igual que otras organizaciones de élite, el OD cultiva el secretismo para mejor cumplir con las estrategias que trazan los directores de la institución. Dominar a la Iglesia Católica Romana y expandirse como nueva cruzada por todo el mundo.

(Emilio J. Corbière, Totalitarismo católico)