ORGANIZACIONES TÓXICAS
Se entera de una de cómo y porqué por muy inútiles que sean, seguirán en su puesto, con tanta clientela agradecida. Como a ella te dan la enhorabuena en privado, pero que no se note, "que peligra mi puesto".
Terror pensar que el país con todos sus aspectos, economía o educación, está en manos de inútiles y mediocres, sin formación para los altos puestos que ocupan. Y la formación profesional sería un primer paso, un segundo y más necesario honradez.
El mensaje está muy bien: no es solo un grupo sectario el que se hace con el poder. Hay una sociedad encantada de la mediocridad ensalzada y la excelencia pateada y expulsada. Como lo de los nazis en una sociedad encantada de la vida apoyando aquello. Y con opus tres cuartos de lo mismo. Da muchas ventajas el "mundillo" y mientras no toquen a mi familia no nos importa.
Ya se preguntaba Emilio J. Corbiére ¿Podrá cambiar el Opus Dei?
Es patético ver la imagen del beato Escrivá en Madrid posando con los camisas azules y militares golpistas del fascismo español. Así surge del vídeo de propaganda opusdeísta Un regalo de Dios o de la fotografía publicada en la revista Noticias de 10 de mayo de 1992.
La verdad sobre el terror católico-franquista ha comenzado a conocerse en los últimos años. Se sabían la violencia y los métodos criminales que utilizaron los franquistas durante la Guerra Civil en los años posteriores a la terminación de la contienda. Pero los centros de exterminio masivos recién se conocen ahora. En muchos de los campos de concentración franquistas trabajaron médicos y oficiales nazis. El diario La Nación del 12-03-02 a través de una nota de la corresponsal en España, Silvia Pisani, dio a conocer aspectos de un seminario histórico realizado en la Universidad de Sevilla que analizó esa zona de penumbra del franquismo.
Otro capítulo ignorado de la autocracia franquista es el de los sacerdotes católicos fusilados y perseguidos por la tiranía "nacional-católica". Para los sacerdotes católicos vascos asesinados por los franquistas no hubo ni una misa, ni recuerdo papal. Entre esos mártires figuraron el capellán de Hernani, Alejandro Mendicuti; los clérigos de la parroquia de Rentería, Martín Lecuona y Gervasio de Arvis; el archipestre de la parroquia de Mondragón, Joaquín Arin, y los sacerdotes de la misma parroquia José Marquiegui y Leonardo de Uribe; el vicario de la parroquia de Berriatúa (Vizcaya), José Sagarna, y el cura de la localidad de Marín (Guipúzcoa), Joaquín Iturri Castillo. Todos fueron vejados y fusilados el mismos días en que el sacerdote Jose maría Escrivá se instalaba en Madrid junto a los franquistas.
El tiempo transcurrió. El od desarrolló su estrategia de poder. No fueron sólo un pecado de origen aquellos comienzos fascistas. Con posterioridad, el apoyo a las dictaduras militares o autocracias civiles latinoamericanas, su sostenido conservadurismo teológico y pastoral, su apoyo a todas las campañas oscurantistas en materia de familia, sexualidad, política, sus enfrentamientos contra los núcleos católicos posconciliares, la batalla que libra contra la Compañía de Jesús, hoy baluarte del pensamiento y la práctica católica social, su verticalidad, especialmente con un papa adicto a sus tácticas como Wojtyla, hna demostrado que persiste en el camino regresivo y antidemocrático trazado por Escrivá. Y esto se produce aun cuando se presente al público maquillado con imágenes de apertura y modernidad.
Pero la esperanza de redención no puede negarse a nadie ¿Podrá cambiar el od? Es posible en el futuro mediato, cuando pasean muchos años y la figura del founder se desdibuje y se constituya en un mito menor. Será obra, de producirse, de otras generaciones católicas.
El superior de los jesuitas, el inteligente padre Arrupe sostuvo en una oportunidad lo siguiente: "Miro al opusd y veo a nuestra Compañía hace siglos atrás". Porque de aquellos jesuitas, fuerza de choque contra la Reforma protestante, a los jesuitas de hoy, comprometidos con la opción por los pobres y a enriquecer cultural y científicamente, en lo teológico y pastoral, al catolicismo, no quedan residuos de un pasado de cruzada.
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