LA VIDA ES MILICIA
Una abuela de Puigdemont era de La Carolina (Jaén), todos tenemos que tener algún defecto. Me refiero Defecto en tanto que independentista, entiéndaseme.
Compañía y OD
Ignacio escribió sus ejercicios como quien era, un militar,
se trataba de ejercitarse para la batalla al modo medieval. Se realizan durante
varias semanas y en ellos hay que imaginar el fuego del infierno e incluso los
alaridos de los allí condenados. La primera meditación ignaciana se titula “las
dos banderas”.
Monumento a san Ignacio en Pamplona, lugar emblemático |
El founder toma
ejemplos de san Ignacio. Pero su militarismo se inscribe no en el s. XVI sino
en el fascismo clerical, que junta lo mejor de los clérigos y lo mejor de los
militares en un mix de difícil digestión hoy en día, pero entonces era lo que
predominaba en España. Por ejemplo cuando recomienda lo del examen general como
defensa y el particular como ataque, y compara el primero con la armadura y el
segundo con la espada toledana.
También nos recuerda en Camino 306 que ya en tiempos de Job
se sabía que la vida sobre la tierra es milicia y que hay comodones que no se
han enterado Y lo de los muros capitales de la fortaleza, más la batalla de la
mantequilla.
En Camino 931 directamente: “El genio militar de san Ignacio
nos presenta al demonio que hace un llamamiento
a innumerables diablos y los esparce por estados, provincias, ciudades y
lugares, tras de haberles echado un sermón, en el que les amonesta para echar
hierros y cadenas, no dejando a nadie en particular sin atadura. Me dijiste que
querías ser caudillo, ¿para qué sirve un caudillo aherrojado?”
En otras máximas nos recuerda: “¿Qué tienen todos los medios
mientras tú no tienes ninguno? Acuérdate de Ignacio, ignorante entre los
doctores de Alcalá. Pobre, pobrísimo entre los estudiantes de París.
Perseguido, calumniado…Es el camino: ama, cree y sufre, tu Amor y tu Fe y tu
Cruz son los medios infalibles para
poner por obra y para eternizar las ansias de apostolado que llevas en el
corazón.” Esta máxima escrita en tiempos de la república, Escrivá participaba
de la visión negativa que tenían todos los fascistas clericales respecto de la ILE y halló consuelo e
inspiración en el fundador de la compañía.
Hay más máximas en las que se ve la influencia del
jesuitismo: la 741, cuando se refiere a san Francisco de Borja “¿Ves cómo se
deshace materialmente en humores que apestan el cadáver de la persona querida?.
Pues, ¡eso es un cuerpo hermoso! Contémplalo y saca consecuencias.” Y en la
798: “¿Razones? ¿qué razones daría el pobre Ignacio al sabio Xavier?”. Es un
ejercicio de retórica y retorcimiento interesado de argumentos. Hay muchas más.
Las constituciones de la compañía dicen que aún redactadas
hace cuatro siglos ofrecen mayor amplitud de miras espirituales que las de OD.
Ignacio dice en el preámbulo que le hubiera hecho feliz que no fueran
necesarias, que la ley interior de la caridad y del amor del Espíritu Santo
bastara. Pero las constituciones al final son un documento más espiritual que
jurídico. Todo lo contrario de las ordenanzas opusdeísticas donde predomina con
deleite el juridicismo.
La obediencia perinde
ac cadaver jesuítica contrasta con los férreos resortes burocráticos
opusinos. Arrupe predicaba ante la crisis de la obediencia en la iglesia en el
siglo XX que en modo alguno “hallaremos la solución en la mera adhesión a los
criterios antiguos y la resistencia contra el nuevo estado de cosas…En una
palabra: una crisis que ha nacido de los elementos nuevos debe ser resuelta con
formas anticuadas no nuevas”. El remedio moderno a un mal moderno es lo más
opuesto a la actitud bunkerizada OD que intenta mantener cueste lo que cueste
el férreo control burocrático sin fisuras, apabullando de trabajo a los
miembros OD en crisis y donde se ocultan las defecciones de manera sistemática.
En estas condiciones OD encontró un apoyo sin fisuras en el papa Juan Pablo II,
amante también él del fascismo clerical modo polaco.
Torelló un sacerdote numerario catalán que ejercía en Viena
y escribió algún libro de notable éxito entre los opusinos llegó a reprochar la
férrea obediencia jesuítica porque no hay fronteras para el tupé: “La
espiritualidad jesuítica, con su principio de obediencia total y absoluta jamás
podrá dar lugar a una espiritualidad auténticamente laical. ..Al no estar fundamentada
en la libertad y la responsabilidad personales, en efecto, fácilmente desemboca
en un espíritu de cuerpo y en una instrumentalización de los valores
temporales, con lo cual los laicos acaban siendo tan sólo la longa manus mundana de la Compañía.” El mundo al revés, y
como cuajó.
Comentarios
“El beato Josemaría y los inicios del Opus Dei en Cataluña Joan Baptista Torelló*
Enero 2002
https://odnmedia.s3.amazonaws.com/files/El%20beato%20Josemaria%20y%20los%20comienzos%20del%20Opus%20Dei%20en%20Catalu%C3%B1a20151125-104157.PDF
Por cierto, me he dado cuenta del verdadero y definitivo nombre de Escrivá: Josepmaria. Así le llama el Opus:
“EL BEAT JOSEPMARIA I ELS INICIS DE L’OPUS DEI A CATALUNYA”
http://multimedia.opusdei.org/pdf/ca/jornadestorello.pdf
Empezó llamándose Jose María Escriba, luego Jose María Escrivá, después Jose María Escrivá de Balaguer, acabando en vida como Josemaria Escrivá de Balaguer. Post morten lo han catalanizado definitivamente como JosepMaría Escrivá de Balaguer. Era un instrumento suyo y se creen con derecho a cambiarle el nombre al finado.
ya me lo he descargado y leído.
Las memorias opusinas hay que tomarlas con muchas pinzas
no es posible seguir sacando novedades durante un siglo
y es lo que están haciendo.
No hay forma de "fijar el canon"
cada uno de los que antiguos que escribe del ayer o los primeros tiempos
cuenta cosas que una no sabe porqué no las
contaron antes, si no eran políticamente correctas
o se lo acaban de inventar y qué es lo que se inventan
para adornar.
Escrivá animando a parlar catalán
no lo leí en mi vida ni se lo oí tampoco nunca a nadie
quizás es el detalle posmoderno añadido
a saber.