LAS RAÍCES DE LA POLITICA ESPAÑOLA
Nos han ofrecido los medios el caso de tres prisioneros políticos de verdad, de los de la dictadura para contrastar con los famosos Jordis.
Pérez Embid , nume editor de Maeztu y
secretario de Arbor, Director general de Bellas Artes y presidente de la Sociedad de Amigos de
Ramiro de Maeztu manifestó en 1962 su hostilidad a la tímida apertura del
régimen:
“Somos
adversarios por amplitud de criterio y aun por estética de las burdas
tosquedades de la derecha reaccionaria, pero estamos a la vez alejados por
instinto de responsabilidad del complejo de inferioridad ante las amenazas de
la izquierda, y a favor de una convivencia civil en donde la libertad esté
institucionalizada, así como asegurado el progreso y la necesaria
transformación de las estructuras socioeconómicas. Para ello, es preciso sin duda
la acción de un Estado fuerte, con
autoridad legítima que impida las violencias revolucionarias sin recurrir a la
coacción ni a la supresión de esas libertades políticas que son imprescindibles
para que en un país del siglo XX haya una paz verdadera.”
Cuanto blabla,
que coincide con RCS cuando pide una “tercera fuerza” y que propondrá la
creación de un partido Centro Social Democrático. Hizo propaganda desde el
diario Madrid, mucho antes de la
fundación de UCD, del posterior CDS, y del Partido Social Demócrata de
Francisco Fernández Ordóñez, que también fue un ex socio del “Opus Dei”, ¿hasta
cuando vamos a seguir descubriendo “ex” del “Opus Dei”? este falleció de un
cáncer en los 90. Lo recuerdo en los fastos del 92 ya enfermo.
En 1962 Pérez
Embid le hizo un prefacio al libro de Cacho Viu, otro Opus como Marrero, titulado “La Institución Libre
de Enseñanza”. En el rígido y monolítico régimen de Franco, Pérez Embid
distinguía tradicionalismo, progresismo cristiano y catolicismo universalista.
PE echa por la borda la primera porque “no ha sabido diferenciar las respuestas
que la ortodoxia religiosa puede ofrecer a los problemas de hoy”, acusación que
procedía de los falangistas en fechas inmediatamente posteriores a 1939. El
progresismo cristiano son los sucesores
de la CEDA,
discípulos de Maritain, muy sensibles al materialismo marxista con el que
buscan dialogar. Los agnósticos seguidores de Ortega y Gasset son amigos de
este grupo que se identifica con el min. de Educación Ruiz Giménez y con la
revista Cuadernos para el diálogo.
Queda claro que
la tercera fuerza representa el catolicismo universalista, son los del centro,
que no se han quedado anclados en el pasado y no dialogan con el marxismo, in medio virtus. Amplitud de horizontes,
actualización de la ortodoxia católica, apertura a la ciencia y a la técnica,
modernización de España. Cierta sensibilidad social, clara voluntad de
asimilarse a las burguesías europeas completan sus dones. Alejados del
totalitarismo comunista y nazi, entre los carlistas y los democratacristianos,
los OD de los años 60 se veían como el centro “del tablero” que diría Errejón.
Tras excluir al exilio por supuesto se veían preparados para la monarquía
parlamentaria.
Y casi 40 años
después casi lo consiguieron: un partido socialista moderado y un gran partido
burgués, con el pendiente de reequilibrarse con la burguesía vasca y catalana,
problema que se arrastra desde 1898. Total que las propuestas de Maeztu hechas
en la dictadura de Primo de Rivera, hace casi un siglo, han triunfado.
Sólo los
católicos vinculados al OD iban a evolucionar hacia posiciones liberales,
liberales salidos de la
Inquisición, los falangistas se sentirían más cómodos en el
socialismo y los carlistas iban a desaparecer del mapa, ya se encargó Fraga en
Montejurra, vaya golpe. Fraga presumía de meter a la gente en la cárcel en
1976, “un tiempo a la sombra y no pasa nada”, ya saldrían. Terrible la
prepotencia de Fraga ministro de gobernación en los aciagos primeros tiempos de
la monarquía franquista todavía sin constitución.
Lo de “no somos
una organización circunstancial” se cumplió, venían a noyauter la burguesía que le faltaba a España como diagnosticó
Maeztu. Aranguren no se equivoca cuando habla de la fundación de la universidad
de Navarra y menciona al “intelectual requeté”, en realidad es una burla. Aranguren que tiene dos parientes no sé si
directos, indirectos o muy lejanos escritores y profes ad usum operis dei reprochaba al OD ser más que una organización
política. Y hacía bien en reprochárselo porque si con algo nos machacaban es
que “el OD no se mete en política”. Es cierto que la definición clásica del
catolicismo español realizada por los jesuitas hacía inevitable la dimensión
política de la teología. OD y SJ compartían la comprensión elitista de la vida
y la sociedad, supertradicionales. A Villacañas le falta “Santos y Pillos” de
Joan Estruch para comprender que las diferencias entre ambos de lejos y si uno
es agnóstico pueden parecer mínimas pero de cerca y mirados desde dentro de la
iglesia son hoy casi opuestos en muchos aspectos. Sobre todo hay que leerse la
comparación entre las respectivas escuelas de negocios y sus planteamientos.
Puede que en la época de Franco fueran dos familias dentro del mismo régimen
que se disputaban la influencia en él, pero por dentro no pienso que haya “casa
del terror” en SJ como sí la hay y de modo esencial e imprescindible en OD.
Recurso a la psiquiatría.
Villacañas se
explaya con el PSOE de Felipe, dice que acabó representando la teoría del caudillaje,
afín al falangismo, de ahí que se encontraran a gusto en él Laín y Aranguren.
Le prestaron aires de legitimidad al gobierno de González. Hubo ruptura con la
segunda república casi total. Y se impone que los dos partidos que dominaban
España hace una década guardan en sus “arcana” respectivos las rivalidades
internas de los grupos que prosperaron bajo Franco.
Y como estas
cosas se ignoran es difícil comprender la política española. Derecha e
izquierda proceden por un lado de Maeztu y sus herederos franquistas y por otro
de Ortega y sus discípulos católicos. Pero ninguno de los dos profesó
convicciones democráticas, ambos eran “elitistas”.
Comentarios
“El nacionalismo catalan como factor de modernización” VICENTE CACHO VIU
https://www.casadellibro.com/libro-el-nacionalismo-catalan-como-factor-de-modernizacion/9788477272601/639342
Un madrileño teorizando sobre la superioridad catalana y la obligación de subordinarse a ella. Cosas del Opus. Pero como este abundan en Madrid y en toda España. Cosas del Opus. El Opus es así.
Me intriga saber si el periodista Jesús Cacho es pariente suyo. Cacho trabaja descaradamente para La Caixa.