TOP SECRET
En Franco Top secret
(2005) de J. Lesta y Miguel Pedrero encontramos toda la panoplia de
supersticiones habidas y por haber en España en tiempos de Franco, con especial
incidencia en aquellas que afectaron al Caudillo y a su familia. Empezando por el espiritismo
que practicaba su madre dña Pilar como evasión de la mala vida que le dio el
padre de Franco, masón y mujeriego que acabó abandonando el hogar familiar,
continuando por la cruz de la victoria ovetense o el brazo más bien la mano de
santa Teresa que el dictador llevaba consigo y terminando por la construcción
del mausoleo de los Caídos lleno de símbolos mágico-esotéricos.
Da escalofríos ver un pueblo tan hundido en la oscuridad de
la superchería y propenso a creer a cualquier embaucador que ha visto ovnis. Santiago
Matamoros estuvo en Brunete, visto por el propio dictador, animando a la tropa.
Y la virgen se apareció en un pueblo vasco anunciando la guerra.
La ceremonia del traslado y solemne entierro de los restos
de José Antonio desde Alicante hasta Cuelgamuros, todo un ritual que el régimen
aprovechó en 1939 para legitimarse, con gentes acompañando el cadáver a pan y
agua por los caminos, aviones echando flores sobre el cortejo, misas y el
propio Franco arrojando la primera paletada de tierra después de alocución y el
obligado ¡Jose Antonio Primo de Rivera! ¡Presente! De haber estado vivo a lo
mejor Franco hubiera eliminado a un competidor con carisma y oratoria. Pero le vino de perlas el culto
al “Ausente”.
Parece que su inquina contra la masonería procedía de que no
le dejaron entrar.
Y también es sorprendente el diseño del Valle de los Caídos
en parte debida al dictador así como la estrecha vigilancia que llevo a cabo de
las obras presentándose de improviso incluso de noche con su chófer.
Salen las caras de Bélmez, surgidas en 1971 mientras María
freía sus pimientos las caras en el suelo de la cocina. Las caras hicieron
famoso al pueblo, gobernador y Obispo se preocuparon por motivos diferentes y
el pobre alcalde fue llamado a Madrid para amenazarle sino acababa con la
superchería.
Y no podía faltar un epígrafe dedicado al “Opus Dei” que añade
algunas curiosidades.
Nadie que hubiera conocido a aquel joven sacerdote en el
Madrid de 1930 habría llegado a pensar que iba a convertirse en uno de los
personajes más poderosos de la
España franquista. JM Escrivá Albás llegaría a comandar la
mayor sociedad secreta de nuestro país, una organización que cuenta con una
enorme influencia en todo el mundo, empezando por la Santa Sede. En la actualidad el
OD controla miles de empresas e importantes jerarcas de la Iglesia, algunos muy
cercanos al difunto papa JPII, además de numerosos políticos de diferentes
países, pertenecen al grupo fundado por Escrivá. En España durante el gobierno
de Aznar varios ministros y altos cargos pertenecían.
Todo esto habría parecido imposible en la España de los años 30. El
sacerdote aragonés, como muchos compañeros suyos, estaba empeñado en una lucha
sin cuartel contra la recién estrenada república. En 1932 varios estudiantes dirigidos espiritualmente por Escrivá
participaron en el intento de golpe de Estado del general Sanjurjo, y
muchos de ellos terminaron entre rejas. E. solía visitarlos con frecuencia para
darles ánimos. En 1935 fundó la
Academia de estudios DyA, en Madrid. De los tres pisos del
edificio en la calle de Ferraz, uno era su vivienda y los dos restantes servían
para impartir las clases y para las habitaciones de los estudiantes internos.
De este centro de estudios surgieron los primeros seguidores de la sociedad secreta,
quienes a su vez se dedicaron a captar nuevos miembros.
Al estallar la guerra civil, Escrivá y sus seguidores
decidieron salir del Madrid republicano con el fin de pasarse a la zona rebelde.
Después de un largo periplo finalmente recalaron en Pamplona. Este periplo se
convertiría en la mítica opusdeística en una especie de viaje iniciático, en el
transcurso del cual el hombre tocado por el aliento del Espíritu Santo dirige a
sus discípulos hacia la salvación. Desde Pamplona el grupo embrionario de la
futura sociedad secreta viajaría a Burgos, ciudad en la que el bando franquista
tenía instalado un gobierno provisional. Allí escrivá comenzó a relacionarse
con personas que luego ocuparían importantes cargos en la dictadura.
Entre los militares que simpatizaron con el peculiar cura se
encontraba José Fontán Lobe, quien una vez terminada la contienda le
presentaría a Carrero Blanco, pieza clave para entender el ascenso del Opus a
los despachos del poder franquista.
Los planes de E. eran simples: se trataba de captar en
Burgos a personajes importantes. Es la táctica utilizada desde siempre por el
Opus. Solía acudir a una tertulia en la que se reunía la flor y nata de la
intelectualidad falangista, en un café del paseo del Espolón. Allí charlaban
escritores como Ridruejo, Torrente Ballester, Laín Entralgo, Foxá, Jiménez
Caballero.
Milagros Martínez, esposa de Laín, recuerda las andanzas de
Escrivá en Burgos: “Era un arribista tremendo en aquella época (…) recuerdo
verle con sotana y otros curas acudir al restaurante donde mi marido y yo
almorzábamos (…) Es cierto que quiso acercarse a Pedro. Lo intentó a través de
otro cura, Antonio Portillo, de Palma de Mallorca, amigo suyo a quien nosotros
tb conocíamos”. Al final el encuentro se produjo: “Ambos charlaron durante un
paseo. No olvido nunca lo que dijo mi marido. “Siento mucho rechazar su
invitación a formar parte de su grupo, pero no admito que nadie me dirija.”
Otro de los habituales de las tertulias de Burgos de
entonces, Torrente Ballester recuerda que Escrivá “estaba intrigando allí, aunque entonces no tenía mucho relieve, era un
curilla amariconado que daba mucho la lata buscando adeptos.”
Comentarios
"José Fontán Lobe, quien una vez terminada la contienda le presentaría a Carrero Blanco, pieza clave para entender el ascenso del Opus"
Y Fontán Lobe fue después el jefe de los servicios secretos personales de Franco. Información es poder. Lo lógico es que acabara espiando a Franco al servicio del Opus. Acabó de jefe en el Instituto Social de la Marina. En 2004 montaron una historia retorcida con el antiguo chofer de Pascual Lobé en ese Instituto que vendía por internet los papeles secretos del almirante. Un modo de avisar los opusinos que tenían información comprometida para otros.
El opusino Adolfo Suárez sacó las oposiciones de Letrado del Instituto Social de la Marina, sin que estudiar nada. Su mujer Amparo desesperada intentando que estudiara. Era más listo Suárez, sabía que no necesitaba estudiar para aprobar las oposiciones. Habría que ver a cuantos opusinos colocaron en ese Instituto. Y en otros organismos.
Como el viernes republicaron en Opuslibros el estudio del sacerdote del Opus Antonio Ruiz Retegui sobre el Opus, aprovecho para enlazarlo:
http://www.opuslibros.org/teologal.pdf
El Opus es "una estructura de pecado", dicho por un sacerdote del Opus.