CHANTAJE LABORAL
En especial en mi tierra hay un chantaje opus trabajo mediante de consideración.
Siempre presumen de ser la primera empresa foral en número de empleados. O presumían. No sigo la actualidad económica de allí, me extrañaría que las cosas hubieran cambiado.
Solo llegan noticias de nuevos edificios, museos, instalaciones cada vez más apantallantes. Lo que significa más empleos. Aunque sea de conserjes. Por lo cual me parece interesante esta noticia del vicario general de Essen.
En ese país las dos iglesias mayoritarias generan abundantes empleos en hospitales, escuelas, guarderías, parroquias. Aquí Opus tenemos los profes de religión designados por la Iglesia, pagados por la Comunidad Autónoma.
Hemos conocido algunos casos de profes de religión echados por haberse divorciado o convivir sin haber recibido el sacramento correspondiente. Algo incoherente es, no se puede negar, pero está la vida fatal para echar del trabajo con tan poca misericordia.
Y como también es un motivo para quedarse en cierto lugar, aunque te chirríen las cosas, y nunca se menciona ni se habla ni se dice, que muchas siguen y siguen y siguen aguantando carros y carretas por esta cuestión, me parece interesante dar cuenta de eclesiásticos que se plantean lo poco evangélico que resulta el chantaje laboral en instituciones dedicadas a facilitar santificación.
Pfeffer: La ley laboral eclesiástica promueve la "cultura del miedo"
Los empleados de la iglesia ya no deberían tener que preocuparse por su trabajo porque no vivían de acuerdo con la enseñanza de la iglesia: el vicario general de Essen, Klaus Pfeffer, exige que se elimine por completo la regulación legal pertinente.
Eichstatt - 02.03.2020
Según el vicario general Klaus Pfeffer de Essen, la ley laboral de la Iglesia Católica ha promovido una "cultura del miedo". Se tiene que terminar, dijo Pfeffer el lunes en la 23ª conferencia sobre derecho laboral de la iglesia en Eichstätt. Los trabajadores de la Iglesia ya no deberían tener que preocuparse por sus trabajos simplemente porque sus relaciones privadas no están en línea con las enseñanzas de la Iglesia. La regulación legal correspondiente debe ser completamente eliminada, también para gerentes y trabajadores pastorales.
Pfeffer dijo que la mayoría de los vicarios generales alemanes votaron sí para dar un "paso radical" hace ya seis años, pero que no tenían ninguna posibilidad de ser escuchados en la Conferencia Episcopal Alemana. Prevaleció la preocupación entre los obispos de que con la abolición de esta obligación de lealtad, la gente dejaría de recibir el matrimonio en la iglesia.
Sin embargo, la regulación causó "innumerables historias de sufrimiento", de las que aún oye hablar Pfeffer en su puesto de vicario general . Hay que hacer algo "para que las heridas puedan sanar". Muchas personas competentes fueron "expulsadas del servicio de la iglesia o ni siquiera admitidas en absoluto". Pfeffer llamó "diabólico" a este sistema y muchos estuvieron de acuerdo. Por ejemplo, los A menudo acuden denunciantes que presionan a los empleadores de la iglesia para que separen de su empleao a determinadas personas. Este no puede ser el camino de una iglesia que quiere proclamar con credibilidad el evangelio del amor al prójimo.
Otros eclesiásticos de alto rango piensan lo mismo.
El Vicario general informó que en 2019 uno de sus principales empleados recurrió a él después de importantes luchas internas. Su primer matrimonio se rompió, había ocultado por mucho tiempo un nuevo amor. Este "hombre sincero y honesto, católico apasionado", se humilló ante él explicando que tenía problemas para obtener permiso para contraer matrimonio civil. Pfeffer dijo que es una "situación absurda". La Iglesia católica debe poner fin a tales prácticas. Otros clérigos de alto rango también lo pensaban.
En 2015, la Conferencia Episcopal Alemana cambió la ley laboral católica por mayoría de votos. Desde entonces, no ha habido un mecanismo de terminación automática en caso de un segundo matrimonio o de convivencia con otra persona. Los trabajadores y líderes pastorales fueron excluidos de la reforma.
Pfeffer se quejó de que el orden básico de la legislación laboral católica sigue "caracterizado por un espíritu de seguridad y control", por una desconfianza consciente o inconsciente de los empleados. Trabajar en la iglesia debería ser un gusto y una alegría, y un enfoque humano en todos los niveles de la jerarquía debería informar la atmósfera de trabajo.
Siempre presumen de ser la primera empresa foral en número de empleados. O presumían. No sigo la actualidad económica de allí, me extrañaría que las cosas hubieran cambiado.
Solo llegan noticias de nuevos edificios, museos, instalaciones cada vez más apantallantes. Lo que significa más empleos. Aunque sea de conserjes. Por lo cual me parece interesante esta noticia del vicario general de Essen.
En ese país las dos iglesias mayoritarias generan abundantes empleos en hospitales, escuelas, guarderías, parroquias. Aquí Opus tenemos los profes de religión designados por la Iglesia, pagados por la Comunidad Autónoma.
Hemos conocido algunos casos de profes de religión echados por haberse divorciado o convivir sin haber recibido el sacramento correspondiente. Algo incoherente es, no se puede negar, pero está la vida fatal para echar del trabajo con tan poca misericordia.
Y como también es un motivo para quedarse en cierto lugar, aunque te chirríen las cosas, y nunca se menciona ni se habla ni se dice, que muchas siguen y siguen y siguen aguantando carros y carretas por esta cuestión, me parece interesante dar cuenta de eclesiásticos que se plantean lo poco evangélico que resulta el chantaje laboral en instituciones dedicadas a facilitar santificación.
Pfeffer: La ley laboral eclesiástica promueve la "cultura del miedo"
Los empleados de la iglesia ya no deberían tener que preocuparse por su trabajo porque no vivían de acuerdo con la enseñanza de la iglesia: el vicario general de Essen, Klaus Pfeffer, exige que se elimine por completo la regulación legal pertinente.
Eichstatt - 02.03.2020
Según el vicario general Klaus Pfeffer de Essen, la ley laboral de la Iglesia Católica ha promovido una "cultura del miedo". Se tiene que terminar, dijo Pfeffer el lunes en la 23ª conferencia sobre derecho laboral de la iglesia en Eichstätt. Los trabajadores de la Iglesia ya no deberían tener que preocuparse por sus trabajos simplemente porque sus relaciones privadas no están en línea con las enseñanzas de la Iglesia. La regulación legal correspondiente debe ser completamente eliminada, también para gerentes y trabajadores pastorales.
Pfeffer dijo que la mayoría de los vicarios generales alemanes votaron sí para dar un "paso radical" hace ya seis años, pero que no tenían ninguna posibilidad de ser escuchados en la Conferencia Episcopal Alemana. Prevaleció la preocupación entre los obispos de que con la abolición de esta obligación de lealtad, la gente dejaría de recibir el matrimonio en la iglesia.
Sin embargo, la regulación causó "innumerables historias de sufrimiento", de las que aún oye hablar Pfeffer en su puesto de vicario general . Hay que hacer algo "para que las heridas puedan sanar". Muchas personas competentes fueron "expulsadas del servicio de la iglesia o ni siquiera admitidas en absoluto". Pfeffer llamó "diabólico" a este sistema y muchos estuvieron de acuerdo. Por ejemplo, los A menudo acuden denunciantes que presionan a los empleadores de la iglesia para que separen de su empleao a determinadas personas. Este no puede ser el camino de una iglesia que quiere proclamar con credibilidad el evangelio del amor al prójimo.
Otros eclesiásticos de alto rango piensan lo mismo.
El Vicario general informó que en 2019 uno de sus principales empleados recurrió a él después de importantes luchas internas. Su primer matrimonio se rompió, había ocultado por mucho tiempo un nuevo amor. Este "hombre sincero y honesto, católico apasionado", se humilló ante él explicando que tenía problemas para obtener permiso para contraer matrimonio civil. Pfeffer dijo que es una "situación absurda". La Iglesia católica debe poner fin a tales prácticas. Otros clérigos de alto rango también lo pensaban.
En 2015, la Conferencia Episcopal Alemana cambió la ley laboral católica por mayoría de votos. Desde entonces, no ha habido un mecanismo de terminación automática en caso de un segundo matrimonio o de convivencia con otra persona. Los trabajadores y líderes pastorales fueron excluidos de la reforma.
Pfeffer se quejó de que el orden básico de la legislación laboral católica sigue "caracterizado por un espíritu de seguridad y control", por una desconfianza consciente o inconsciente de los empleados. Trabajar en la iglesia debería ser un gusto y una alegría, y un enfoque humano en todos los niveles de la jerarquía debería informar la atmósfera de trabajo.
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