DESPOLITIZACIÓN

Sí gracias, ya Agustina sacó dicho artículo. Figuro en él como traductora de un documento vaticano.


Interesante info sobre el popular y el Sanladrón: todo pactado, incluido el espaldarazo de la Unión Europea para dejar caer el "popu"la apreciada entidad financiera de mi banquero. Estafados los miles de pequeños ahorristas que vieron esfumarse su dinero, como siempre y una vez más, el fruto de una vida de sacrificios por la ventana.

No se te ocurra pensar en cortar cuellos que estarás incitando a la violencia. Los de arriba nos pisotean y requetepisotean a placer.

Hoy manifa por la enseñanza pública: no haber votado Vox.

He disfrutado con este volumen



Redactado con corrección y hondura, combina lo amplio de lo que pasaba en España con lo concreto de lo que fue pasando en la ciudad y provincia de Granada, trae entrevistas de gente corriente que dan su testimonio, como vivieron, sintieron, padecieron o se beneficiaron del franquismo.

A la búsqueda de nuestra contribución al mismo que fue mayor.






Y sin duda un elemento que cohesionó a la inmensa mayoría de la población en torno al tierno viejito que dictaba sentencias de muerte mientras desayunaba, sobre todo en los últimos años, fue el desarrollo económico.

Paz, estabilidad, orden, seguridad daba el régimen frente al caos republicano. Los tecnócratas por su parte desde 1957 en el gobierno de la nación mostraron que la senda de la modernidad y el crecimiento económico eran compatibles con el mantenimiento de la más férrea ortodoxia católica.

Aunque en mis tiempos franquistas que fueron breves, era muy niña pero algo escuché a mis mayores, no se mencionaba que el desarrollo económico fue muy desigual. Y que provincias enteras como la de Granada quedaron bastante al margen del mismo hasta casi llegada la democracia. El cinturón de cuevas e infraviviendas alrededor de la ciudad, el despoblamiento del campo y hacinamiento en la capital a la vez que la indiferencia de las clases media y alta frente a estas tristes realidades.

En verdad se pasó de la alpargata al 600 como publicitaba Fuerza Nueva, los bisabuelos políticos de Abascal. Se había sufrido tanta miseria, hambre y escasez que el abuelito cogió buena fama entre las masas que sobrevivieron a la terrible década de los 40.

El gabinete de los supernumes y numes Navarro Rubio en Hacienda, Ullastres en Comercio y Laureano tomó medidas preestabilizadoras destinadas a paliar la inflación. La incorporación de España al FMI y al Banco mundial también fue obra suya.

El plan de estabilización de 1959 pretendía devolver el equilibrio a la balanza de pagos, lograr la estabilidad monetaria, insertar la economía en la internacional, liberalizar el comercio.

Dicho plan tuvo costes sociales para las exportaciones agrarias pero benefició las inversiones del capital extranjero. Se trajeron nuevas tecnologías que mejoraron la productividad y se generó empleo abundante. No en Granada, sino en Cataluña, Asturias, País Vasco....Madrid. A esta parte de la peninsula le tocó despoblarse. En cierto momento era la procedencia mayoritaria de los andaluces en la tierra de Puigdemont y secuaces. Qué desgradecido es el ser humano, después que se desangra Andalucía en su provecho, ahora no piensan más que en la indepen...

Se agrandaron las diferencias entre las 2 Andalucías, la occidental y la oriental. No hace falta explicar cuál es la rica y beneficiada y cuál la dejada de la mano de Dios.

El desarrollismo fue un arma de doble filo para el régimen y sus columnas, como nuestros supers y numes: por una parte que los españoles pudieran tener frigo, tele, lavadora, ¡coche! sirvió para mantener el orden social, por otra era una amenaza por las modernidades que podían entrar.

Eficiencia, progreso tecnológico, acumulación de capital, éxito personal, individualismo....no te metas en política y dedícate a lo tuyo, ganar mayormente, fueron los lemas de la sociedad española de los 60.

La voracidad consumista de los españoles era un modo de ahuyentar el fantasma del hambre. Algo nos ha quedado.

Confort de las clases medias y conformismo de los desfavorecidos, eran las 2 columnas del franquismo en 1966, momento estelar de los escrivarianos en el poder. "Voy al fútbol, al cine de estreno 2 veces por semana, como pollo y pago la tele a plazos...cien por cien mejor que hace 30 años", confesaba un granadino de a pie.

Ya no se hablaba tanto de los mártires de la cruzada.
Y los opus en el poder estaban de acuerdo con el dictador en que la democracia española tenía que ser eso, española, sui géneris. De ahí el refrendo masivo a la Ley Orgánica del Estado en diciembre de 1966, inventada por ellos.
De ahí el ateo amigo de los od, Fernández de la Mora proclamando la muerte de las ideologías.
 
"Una opción mucho más coherente para el franquismo era la que ponía el acento sobre las realizaciones materiales y la paz social obtenidas por Franco. No reunciaban en absoluto al Alzamiento Nacional, considerado como punto de partida del estado franquista, pero enfatizaban el bienestar y la mejora de las condiciones de vida de la población como pilares fundamentales sobre los que debía sustentarse la legitimidad del régimen. Eran aquellos que, en sintonía con Gonzalo Fdez de la Mora, pensaban que las ideologías se encontraban en una situación crepuscular y que opinaban que el hecho de que los españoles dedicaran más tiempo al fútbol  y a los toros que a interesarse por la marcha de la política nacional no solo no era preocupante, sino saludable.




"Se trataba de una concepción sostenida por los sectores tecnocráticos del OD que habían tomado las riendas del gobierno en 1957, que defendían la racionalidad y la eficiencia como bases del progreso económico y postulaban una sociedad desideologizada como garantía de estabilidad y convivencia armoniosa entre los ciudadanos.

Pero no solo por ellos, sino también  por muchos otros franquistas que habían ido diluyendo sus antiguas adscripciones ideológicas o se habían incorporado en estos años a la política sin una filiación política clara, pero que formaban parte del entramado estatal y consideraban las mejoras materiales experimentadas como un logro gigantesco propiciado por el liderazgo del Caudillo y su obra de reconstrucción nacional.

Sectores representados en Granada por buena parte del empresariado granadino y por hombres situados en la burocracia provincial y local o personificados por el alcalde Manuel Sola, que olvidado su pasado falagista, se había ido convirtiendo en el prototipo de franquista de los años 60: Fiel al 18 de julio y satisfecho al ver el crecimiento urbanístico de Granada y las largas colas de turistas que se formaban en los alrededores de la Alhambra." (p. 307)

Ya sabía yo que lo del fútbol y su omnipresencia en todas las bocas y conversaciones como modo de desengrasar, aligerar, desviar de las cuestiones graves, no era un fanatismo normal crecido por generación espontánea.

Buscado y fomentado, incluso alabado desde el poder, para que no toquemos las cosas serias, "nene kk". Así nos han tratado y nos siguen tratando. Ya están ellos "para manejar"