LA IDENTIDAD DE LA NUME
Cuando se trata de semi sectas de todo a cien, la Iglesia no duda en ordenar su disolución, como esta Comunidad del Pan de Vida de historia novelesca (7 fundadores al principio, entre ellos dos parejas, que al final quedaron en 1 pareja) y prácticas "parecidas" a las nuestras con abusos varios: en 2023 se disolverá.
Nosotros no podemos disolvernos así como así, con esa facilidad y ligereza...la Comisión de Escucha a las auxiliares es ridícula si no fuera dramática. Dicen que es iniciativa del gobierno central, a saber, puede que lo sea de la propia Congregación de la Doctrina de la Fe a la que se dirigió la queja.
De hecho así se ha procedido en las comunidades acusadas de derivas sectarias, como la mencionada otras veces Comunidad de Belén. Después del estropicio vital que se te inflingió, 2 monjitas se ofrecen para escucharte, que no para dar a la seguridad social las cotizaciones no pagadas en su momento. Conseguir que la comunidad pagara fue lucha aparte, larga y tediosa de Patricia Blanco ayudada por otros ex comunitarios expertos en hacer que las caritativas comunidades religosas, tan sobrenaturales ellas, cumplan con sus obligaciones con la seguridad social.Y luego ya si eso te escuchan. "Belén" ha hecho acto público de arrepentimiento y enmienda en el que personalmente no creo, la "sectariedad" está en la raíz y el origen, así como la mentira.
Aquí échale un galgo al "Opus" español. Acabas escaldada como denunciante, no por denunciar, solo por abrir la boca tímidamente y en un rincón de Internet. O más bien por existir, porque las represalias comenzaron antes de que dijera "esta boca es mía y me pertenece".
Sería interesante destapar quién recibió la queja de las former auxiliares en Roma, ¿burócratas opusinos instalados en esa Congregación? si es así la solución está servida. No habrá solución. Cobra todavía más valor la pelea de Catherine Tissier, 10 años de procedimiento para que los tribunales reconocieran no el sectarismo, solo el incumplimiento de obligaciones laborales del empleador, ACUT en este caso, con la numeraria auxiliar que fue durante más de 10 años.
Todo esto llama profundísimamente la atención porque cuando la Congregación para la Doctrina de la Fe ha querido sancionar teólogos "desviados" no le ha temblado la mano ni un segundo. En la época Juan Pablo II y después se arrebataron cátedras y licencias para enseñar alegremente. Consúltese a Matthew Fox. De un plumazo y de un día para otro aquí en Granada José María Castillo fue echado sin contemplaciones de su cátedra en la facultad de teología. No hubo lugar a apelación ni discusión. Llegó la orden de Roma un jueves y el viernes ya no pudo ni recoger sus cosas. Fuera.
Muy otra la actitud cuando se trata de denuncias de engaño, malos tratos, explotación laboral y esclavitud modum operis dei. El asunto se deja en el dique seco, y en todo caso se pone cara de no haber roto un plato y de que "sería excepcional" ese caso, cuando es comportamiento sistémico con todo ser humano captado: La explotación hasta el último rincón de tu persona física y mental.
No sé quien dijo por sus obras los conoceréis. Gloso: por sus obras "sabréis sus prioridades".
Agradecimiento sin límite a quien da datos sobre quiénes son las ilustres personas cuyo cv "largo como un día sin pan", causó asombro a propios y extraños. Nada menos que ex monja misionera en apoyo de la moción.
Y una cita del aviador y escritor Richard Bach "Nada es azar":
La razón de los problemas es superarlos. Esa es la naturaleza misma del hombre, pensé. Llegar más allá de los propios límites para comprobar su libertad. No es el desafío que nos enfrenta el que define quiénes somos ni qué podremos ser. Lo que nos define es la forma en que enfrentamos el desafío, prendiendo fuego a las ruinas o construyendo un camino a través de él, paso a paso, hacia la libertad". "Y tras todo esto no está la suerte ciega, sino un principio que nos ayuda a comprender, mil coincidencias y amigos que se nos acercan a mostrarnos el camino cuando esl problema es demasiado difícil para solucionarlo solo".
AUSENCIA DE PERSPECTIVAS PROFESIONALES Y ENFERMEDAD
La humillante condición reservada a las mujeres dentro de od afecta a la esfera profesional, a pesar de que gustan de presentarse como "la aristocracia de la inteligencia", una élite para pertenecer a la cual se exige una licenciatura universitaria. La represión de las posibilidades intelectuales y profesionales provoca en las numes más inteligentes consecuencias graves:
"Quiero decir que la limitación profesional que sufrí, además de las limitaciones a mi personalidad, provocaron en mí un contante malestar físico. El freno que se me imponía sin cesar hizo que cayera mi autoestima, me provocó falta se seguridad, síntomas que aún hoy sigo combatiendo. Un ámbito en el que esta modalidad de control y esta constricción de la personalidad alcanza sus expresiones más fuertes y devastadoras es el de las decisiones profesionales, las oportunidades de crecimiento en una profesión y a través de la profesión.
"Me refiero a mi experiencia y también a la de algunas numes que ví salir del centro de estudios a las que se obligaba a escoger una carrera que con el tiempo les haría abandonar la vocación. Me presionaron mucho a la hora de escoger estudios. Yo dudaba entre la facultad de Letras y la de Derecho. Me animaron a matricularme en Derecho porque en aquel momento era más útil para la obra, aunque todavía yo no formara parte ya habían establecido los planes de mi vida.
En los 2 últimos años de universidad me dieron un encargo como directora de un Consejo Local que en los años siguientes se convirtió en mi trabajo profesional. Los intentos de dejarme recorrer mi camino profesional eran muy artificiosos y distantes de la modalidad con la que normalmente se accede a un trabajo.
Un supernume de Milán me contrató en su despacho de abogados, en el momento en el que yo estaba más entusiasmada y con resultados, la obra me pidió que me marchara a Verona porque las labores apostólicas así lo exigían. En Verona tenía que dirigr un trabajo de formación con chicas que como ya dije, nunca sentí mío.
En la Obra quien se ocupa de este tipo de trabajo se considera que tiene mucha suerte porque tratas con las "pitables". Y así se abre un universo de minimización de la evolución profesional de la mujer, Siempre tuve la impresión de que las cosas no eran así para los hombres que pertenecían a la prela.
En primer lugar porque bien pocas numerarias son consideradas por la condición de desear un trabajo profesional y vivir una dinámica de crecimiento en él. La propia identidad en la obra se consolida para la nume media por sus "encargos apostólicos" a los que es destinada. Una nume es encargada de san Gabriel, otra de san Rafael, otra es directora y otra es nume sin más. No se perciben a sí mismas ni a las demás como una médica, una ingeniera, una asistente social, una maestra, una abogada....en las tertulias entre las numerarias el tema tiene que ver sobre todo con el apostolado, mucho más que con una dificultad en el trabajo, una victoria profesional, un éxito en la carrera o un curso de formación profesional. Normalmente no se habla de temas relacionados con la economía global, con las leyes financieras propuestas por los diversos gobiernos, con la situación política del país en el que se reside..."
Ultra prohibido hablar de temas profundos, te desviaban la conversa en cerocoma, se daba cancha a lo más estúpido e infantil e incluso desvaríos de personas que todas sabíamos no estaban en sus cabales. Y eso que hablar de política o economía no me parece un tema profundo, es solo un tema ciudadano normal y corriente: imposible en centro numeraril femenino.
"Sufría por la falta de un debate serio sobre estos asuntos. Vivía con numerarias mayores que no se habían ocupado en toda su vida más que encargos internos de la obra, que no sabían hablar más que las madres del club, de vender tartas para obtener dinero para tal o cual obra benéfica, de quién iba a participar en un curso de retiro.
Recuero lo cuesta arriba que se me hacía ir a la tertulia, hasta el punto de que en mi último período opus me auto exoneré de este deber de "familia". Lo mismo que dejé de participar en las reuniones del consejo local del que formaba parte por la imposibilidad de conciliar mi exigencia de evolución con el modo cómo se trataban las cuestiones en aquellas reuniones de trabajo".
Ferruccio Pinotti
Comentarios