AGUSTINA

 Recuerdos a Edith en el día de su fiesta, como todos los 9 de agosto en el blog. Ya es tradición recordar que está siendo monopolizada por ellos, al menos en España. Twiteros, whatsaperos, facebookeros que de ella se acuerdan...la marca de la b.

 Curioso, Felzman, el primer checo, que convivio con el founder decía de él que minimizaba los crímenes hitlerianos. Oficialmente nunca se nos hablo de sus pensamientos con respecto a la segunda guerra mundial, anticomunistas éramos todos por definición como él, lo habían perseguido en los primeros tiempos de la guerra civil. Demócrata lo que se dice demócrata... en referencia a las potencias que se opusieron a Hitler...no me lo imagino. 

Así que de aquellos duros años lo que consta aunque pretenden borrarlo, es su franquismo, el apoyo que recibió de Eijo y Garay, el arzobispo de Madrid, y de otros clérigos columnas del régimen nacido de la victoria 1939. El dinero que pidió para sus obras en Roma también al dictador, constan las cartas....en resumen es altamente probable que en aquellos tiempos y a pesar del ateísmo nazi, las simpatías de los primeros opus estaban con la División Azul. Aquella que envio Franco a luchar en apoyo de la Wehrmacht.

Y 80 años después, ya no se puede figurar al lado del demonio oficial de la civilización. Nos "posicionamos" con las víctimas de dicho demonio, como lo fue Edith. Nos adornamos con las joyas de sus virtudes que no nos pertenecen. Ni por asomo. 

A lo mejor es una constante de la historia: hoy estamos con el poder y mañana con las víctimas del poder que hoy favorecemos. Aquí estamos los demás para señalar que nos hemos dado cuenta de los manejos. Que Edith nunca buscó el poder sino la verdad. Es la gran diferencia con el founder y adláteres. Murió joven.

 

PERDONAR PERO NO OLVIDAR

Agustina López, 50 años, soltera, periodista en Madrid. Fue nume durante 9 años. En 2002 tras la canonización del founder, creó haciendo frente a muchas dificultades, la web opuslibros, un punto de encuentro en el que los ex del od comparten sus experiencias. Un espacio importante que opus ha intentado silenciar varias veces mediante acciones legales cuyo objetivo era cerrar el sitio que antes se llamó Opus Dei Libros. Pero Agustina y otros ex no se dieron por vencidos y continuaron la batalla asumiendo en primera persona los riesgos de un empeño humano y civil.

Es una diferencia importante entre Italia y el extranjero: mientras que en Italia no se habla del od, si no es de modo superficial y no documentado, no hay una editora especializada que se ocupe de este fenómeno y los periódicos evitan cualquier tipo de profundización, en el extranjero el debate sobre esta controvertida realidad de la Iglesia sigue abierto y está hoy en un estadio avanzado, como tendría que ocurrir en toda verdadera democracia.

Agustina inicia su relato contando un dato personal: su decisión de abandonar od.

"En mis últimos años como nume fui tomando conciencia de que en opus hay una especie de esquizofrenia. Una cosa es lo que te dicen que hay que vivir y otra lo que se vive en la realidad. Cuando te das cuenta de ello te genera una serie de preguntas que nadie contesta. Llega un momento en que todo  se rompe, produciendo una sensación interior que no te deja caminar hacia delante, porque te lleva a la enfermedad. E incluso a perder la fe".

Agustina habla con pasión e intensidad bien hispanas de las muchas contradicciones del od.

"Por ejemplo, en od te dicen que la familia de sangre, como llamamos a nuestros padres y hermanos es muy importante, hay que rezar por ellos y acercarlos a la obra. Pero para ir a visitarlos aunque vivan en la misma ciudad, tienes que pedir permiso. Si en la misma semana vas 2 veces a verlos por lo que sea, en el opusd te dicen: Oye, ¿no te parece que estás apegada o te estás apegando a tu familia?.

Nos decían sin parar que éramos cristianos normales en medio del mundo, pero no es verdad".

 

Agustina López de los Mozos , creadora de la web opuslibros

La periodista describe con eficacia las sutiles formas de manipulación psicológica empleadas para conquistar a las personas.

"Cuando te captan, cuando quieren convencerte para entrar en la obra, utilizan muchas frases y teorías para envolverte hasta que caes. Es un verdadero proceso de enamoramiento en el que te ves involucrada.

Normalmente cuando se acercan a tí eres joven, adolescente, a menudo en una fase existencial en la que tu afectividad se está desarrollando todavía. Y tu personalidad igual, obviamente. Es una etapa difícil, te ves abierta a todo, te ves confrontada a una serie de carencias afectivas y de demandas personales. Ellos, los del od, consiguen hacer que te sientas querida, muy querida, te hacen sentir necesaria, indispensable, acogida y con una misión. Te seducen y empiezas a ser desobediente a tus padres".

El alejamiento progresivo del núcleo familiar es una etapa necesaria en od. La periodista española pone en evidencia el hecho de que los métodos utilizados para acercarse a una persona son sutiles y furtivos.

"La primera vez que tuve contacto no sabía qué era od, nadie me dijo, el día que acepté la primera invitación que se trataba de algo de opus dei. Me invitaron a jugar un partido de baloncesto y luego hubo una merienda estupenda, una atmósfera muy simpática de gente fascinante. Tenía 16 años. 

Una de las personas me pidió el número de teléfono y así empezó todo. El proceso de captación de la persona por parte de la organización es tan eficaz que te lleva poco a poco a creer que Dios te está hablando, que Dios te ha llevado a conocer od. Cuando maduras y ves que tienes que repetir con otras más jóvenes lo mismo, te das cuenta de que todo es artificial, de que es una manipulación. Por eso puedo afirmar que no me sentí libre cuando entré en od".

El relato del modo en que el od cambia de cara una vez obtenido el resultado es muy amargo:

"Desde el momento en el que escribí la carta para pedir la admisión, lo que ellos llaman pitar, todo cambió. Antes era una persona a la que hacían sentir importante, después de pitar era una nume más. Y así tenía que ocuparme de que entraran otras. En la obra todo lo que te exponen y dicen es así: hay que hacerlo y no hay discusión. No existe la posibilidad de que puedas hacer lo contrario, y si no lo entiendes ahora ya lo entenderás más tarde".

Agustina denuncia el clima de censura intelectual que vivió.

"En cierto momento empecé a pensar en la carrera de periodismo. Estudiaba y tenía que leer libros que me recomendaban los profes de la uni, pero en el od no puedes leer lo que te apetece, siempre tienes que pedir permiso. Yo, por ejemplo, tenía que leer a Simone de Beauvoir para mi licenciatura, pedí permiso. Y od me dijo que no se podía leer. ¿Por qué? pregunté, porque era una mujer que no estaba casada y convivía con un marxista, Sartre. Había una represión continua, no leas esto porque te hará daño, no veas aquello porque te podría gustar".

 Claro, la que le dijo que no lo leyera tampoco lo había leído ni sabía nada al respecto, la excusa es ridícula e infantil.

Otra observación de la periodista ex nume tiene que ver con el clima de "familia" que hay en el opus, y que en realidad representa un instrumento de poder sobre la vida de las personas.

"No se puede decir que en los centros haya un ambiente de familia como dicen. Hay tantas normas y obligaciones que seguir que od no puede considerarse una familia. No hay ni confianza ni afecto por lo demás. No puedes tener amigas que sean numes, solo puedes hablar a fondo de todo lo que te pasa con la persona con la que haces la charla, la conversa semanal en la que hablas de tu vida interior. Esta "confesión" se hace con la directora del centro, con una numeraria que ellos te asignan o con un sacerdote".

La crueldad, el mantenimiento de las relaciones en un rígido formalismo es fuerte:

"Llega un momento en el que si ves a una persona llorar o la ves gravemente preocupada no puedes acercarte a ella. Lo único que te permiten es ir a la directora y decirle: Fulana está llorando. Ella se encargará de hablar con la nume que está pasando un mal momento. 

Una de las principales obligaciones es el proselitismo. En todas las charlas de formación se habla constantemente de que hay que llevar nuevas vocaciones. Yo misma me propuse que mi hermano y mi hermana entraran en la obra".

La salida del opus, explica Agustina, va precedida por un proceso similar y como un reflejo del enamoramiento inicial.

"Como ocurre en la fase del enamoramiento, del mismo modo hay algo en tí que se rompe y empiezas la marcha hacia atrás, hacia el desenamoramiento. Analicé críticamente el hecho de que todo lo que te decían en la obra era en nombre de Dios, como si Dios hablase a través de la boca de los directores. Entendí que todo ese modo de vivir no podía provenir de Dios".

La salida se la impidieron de mil maneras. Como siempre:

"Cuando dije que quería irme del centro me cambiaron de casa, me enviaron a uno donde vivían numerarias muy especiales, problemáticas. Me dí cuenta de que estaban como yo iba a estar dentro de pocos años. Estuve en aquel centro de mujeres tristes solo 3 meses. Además una persona no puede irse del opus así como así, cuando quiere.

Las numes consideran por toda la formación que han recibido de que si te vas no serás feliz, te condenarás y serás otra Judas. Te inculcan el miedo a irte. Por este motivo, a menudo el proceso de alejamiento de od es retrasado y pasa por varias fases. Luego llega un momento en el que tu situación personal es tan extrema,  el desquiciamiento del propio ser tan violento que piensas: me voy, peor no puedo estar."

Exhausta, Agustina llegó a este estadio y literalmente tomó la fuga.

"Un día, como si fuera una novela de Agatha Christie, programé la fuga. Me preparé una bolsa con lo mínimo indispensable, poca ropa para no despertar sospechas. Al día siguiente dije que me iba a trabajar pero después del trabajo me fui con mis padres. Les dí una gran alegría cuando me vieron volver."

Después de una fase difícil, Agustina encontró la fuerza no solo para reconstruir su vida personal y profesional sino también para empeñarse contra las manipulaciones opusinas.

"Hoy estoy metida en una batalla personal muy importante: perdonar, pero no olvidar. Cuando creamos el sitio internet Opuslibros, mucha gente del mundo entero reunió el coraje necesario para hablar de lo que les pasó. Me gustaría que se entendiese un aspecto importante de nuestro empeño. Los ex miembros od buscan solo una cosa: que no se vuelvan a repetir aquello que nos pasó. Que los padres y la Iglesia estén atentos. No alimentamos el odio ni el rencor. Pero no hay que olvidar, se tiene que poder hablar de los problemas a cara descubierta".

Ferruccio Pinotti