CARMEN
Royuela hijo ha tenido que salir de España. Se exilia para que no lo metan en la cárcel. Son puntos para él, estimo. A pesar de que es difícil poner la mano en el fuego ni por la propia madre, le da credibilidad.
El bombo y platillo de la carta que va y viene y la publicidad del caso del colegio de Bilbao, cansa.
Hay miles de víctimas en el mundo católico y no se les ha hecho tanto caso ni por supuesto su padre ha accedido a cargo político ninguno en premio a sus denuncias. Algo pasa con el PSOE atrapa denunciantes, pienso en Zaida Cantero, la denunciante de abusos en el ejército que también mereció escaño. ¿Se me escapa algún otro?
Insisto en que una condena, así sea del tribunal supremo, en la que no se paga ni medio céntimo ni se entra en la cárcel me parece de chicha y nabo. Mis razones tengo, no toco más que las teclas de mi ordenador y me ha salido bastante más caro que los supuestos tocamientos sex del nume a un menor según esa "verdad judicial" de la que habla el gran jefe.
Verdad judicial la que os cayó con Catherine Tissier, de esa ni pío, no dijistéis nada, aunque naciste en París y la France no te es extraña. La justicia francesa no está bajo control como la española.
Ellos sabrán que pretenden y si están escenificando.
Hay que irse a 1 hora 26 del audio para escuchar la entrevista a Sebastián Sal, el abogado de las 43,
https://actualidadenfoco.com/lanata-sin-filtro-sin-cortes-publicitarios-de-jorge-lanata-04-08-22/
descubrimos que el letrado los conoce por dentro, porque fue. Ya me parecía. Sabe sus triquiñuelas, pero no sé hasta qué punto es aconsejable que un ex nume lleve el caso. Impresiona escuchar en voces ajenas la exposición pública del sistema esclavista opusino. Enlaza con quien solía recordar a los negreros catalanes en el origen de la cosa.
Si fueron ellos, idearon una nueva esclavitud, que iba más allá de imitar el servicio de la marquesa negurítica en cuyo comedor babeaba el founder viendo las doncellas con cofia: ¡yo quiero de eso!
El ideador del sistema está en los altares, aureola, misa propia, lugares de celebración de su fiesta, estatua en el Vaticano, vidriera en el Angelicum...universidad romana en la que supuestamente defendió su tesis doctoral con 50 tacos. ¿Se verán obligados a la iconoclastia?
Por otra parte los periodistas relacionan con el caso de la institución religiosa para niños sordomudos, el cura abusaba en Italia, lo llevaron a Argentina y siguió abusando. Lo del sordomudo abusado es práctico, ya pasó en EEUU en la St John organización similar. Cruel y horrible.
El letrado señala lo difícil de acudir a la justicia ordinaria porque opus se esconde tras al menos 17 sociedades en Argentina, ademas de que las denunciantes trabajaron en paises diversos: Argentina, Italia, Bolivia, Uruguay.... Lío de jurisdicciones y épocas. La jurisdiccion mundial del prelado, que desterritorializa a las personas, facilita la explotación bajo cuerda de vocación sobrenatural.
Y como listos de la vida se han apresurado a cambiar la nomenclatura que podía estar involucrada en la explotación de estas mujeres por dires de 40 años.
Sabemos "que esto es tan de Dios como lo demás", ¿otra parte del carisma conlleva la explotación laboral de pobres?
CARMEN CHARO
"Me sentía morir"
Carmen Charo Pérez, 48, fue numeraria durante 18 años y vivió en centros de la organización en Valencia, Murcia y Pamplona. Fue directora en uno de ellos. Hoy vive en Vitoria, capital del País Vasco, casada, sin hijos. El inicio de su testimonio es muy fuerte:
"Dejé od porqué me sentía morir. Sufrí durante 7 años una dolorosa depresión. Estuve recibiendo tratamiento psiquiátrico. Cuando estaba en od empecé a ser incapaz de hacer cada vez más cosas, sentía que no tenía vida. Estaba tan mal que tengo que reconocer que ni siquiera tenía fuerza para tomar la decisión de abandonar od. Y sin embargo era incapaz de cuestionar a la obra. Cuando me fui, no era capaz de proponerme nada, no podía razonar, no podía analizar lo que me pasaba".
En Carmen Charo prevalecía el malestar, la destrucción de la personalidad, el sentido de culpa.
"Todo lo que no funcionaba en la obra era por mi culpa. Era yo quien no respondía a un modelo de vida, el del opus. No me lo decían de modo explícito sin embargo, pero todo me llevaba a pensar así.".
No solo notaba la inadecuación y el sufrimiento personal. Carmen denuncia la manipulación activa que sufrió:
"Mi malestar era un gran escándalo dentro de la od. Me hicieron creer que padecía una enfermedad mental crónica. Que tenía que ofrecerla a Dios y convivir con ella por el resto de mis días. No me decían el nombre de la enfermedad. Pero era cierto que no se podía curar. Sufría día tras día, con manifestaciones que iban en aumento: incapaz de dormir, explosiones emotivas exageradas frente a las cosas normales de la vida".
Carmen Charo, nume entre 1972 y 1990
Tras una profunda lucha interior, Carmen Charo decidió reaccionar:
"Tenía que irme. Cuando salí de la obra me fui a casa de mis padres. Después de una semana con ellos ví que mi cuerpo reaccionaba a los estímulos de un modo totalmente distinto. Me dí cuenta enseguida de que era imposible volver a la obra. El restablecimiento rápido me hizo comprender que lo que había vivido no era una enfermedad, un problema que yo tenia, sino que tenía que ver algo con el ambiente en los centros del od. En un mundo en el que hay muchas incoherencias: por una parte está la teoría, por otra la vida. Tomemos el ejemplo de la libertad. Según el founder, los numes éramos libérrimos, así lo decía siempre, pero la realidad es que en opus todo esta supercontrolado".
El ejercicio del dominio sobre las personas es total, invasivo:
"La obra controla al consejo local del centro, la directora del centro controla a la subdirectora y ésta a la secretaria. Lo mismo pasa con las numes que viven en el centro. Cada semana hay que dar cuentas de la propia conciencia, de la vida personal, no de los hechos externos banales, sino de lo íntimo, lo que piensas, lo que sientes, lo que quieres hacer y lo que no quieres hacer, lo que deseas o has dejado de desear. El horario es estricto: todas nos levantamos a la misma hora, se reza a la misma hora, vamos juntas a Misa, desayunamos juntas, comemos juntas. Tras la cena viene la tertulia, en la que cada cual tiene que compartir con las demás lo que le ha pasado durante el día.
Además cada una teníamos el encargo apostólico del que habia que dar cuenta, de lo que había hecho y lo que no habías hecho. En todo momento de la vida cotidiana tenías que estar dispuesta a ser controlada".
Todos los aspectos del día a día están controlados rigidamente por od:
"En la relación con el dinero pasa lo mismo, porque una nume tiene que entregar todo el salario que gana con su trabajo profesional. Y luego ha de pedir a la secretaria del centro, dando cuenta mensualmente hasta del ultimo céntimo gastado.
No te puedes conceder nada. Si un día tomaste 3 cafés, te dicen que es una falta de pobreza. Hasta ahí llegan. La obediencia tiene que ser total. En teoria una nume puede rechazar un encargo, pero en realidad no es así. Cuando dices que no a algo, te recuerdan que has dado toda tu vida al opusd, que no estás siendo generosa, que tienes que ser leal.
Crean un fuerte sentimiento de culpa en la conciencia, es la manera que tienen de llevarte por el carril. Dicen que siempre que Dios quiere aquello para tí. El consejo local del centro, la directora o la persona que lleva la charla son los que te dicen la voluntad de Dios, aunque sean laicos. Ellos interpretan la voluntad de Dios".
Los mecanismos de manipulación son terribles:
"Estuve en od de los 15 a los 30. Entré en od huyendo de mi familia. Creo que se lo puse muy fácil porque en mi casa no estaba a gusto, quería irme, no me importaba donde. Tengo la sensación de que las personas que me hicieron entrar se aprovecharon de esta situación, aunque no fuera de manera consciente. Pero esto se hace habitualmente en od. Se adueñan de tí.
En od se busca llevar más gente a la causa, mejor si son personas con poder y dinero, personas que a su vez tienen contacto con gente influyente. O sino también necesitan mano de obra, creo que ese fue mi caso y el de otras muchas numes, personas con una capacidad de darse hasta el infinito, porque en od te exprimen como un limón. Lo das todo: tu tiempo, tus energías. Pero yo no logré muchas vocaciones, siempre me dijeron que era poco proselitista y que no tenia la capacidad para enganchar con la gente".
También fue duro para Carmen el recorrido de liberación:
"Los primeros 5 años tras mi salida fueron muy duros. Tuve que volver a casa de mis padres. No fue fácil pero tenía que huir porque llevaba encima un inmenso dolor. Tenía que quedarme con los míos porque estaba exhausta física y psicológicamente."
Carmen tuvo que afrontar sola muy serias dificultades profesionales:
"Estudié pedagogía, pero nunca ejercí. Siempre me dediqué a las labores internas del od. Cuando salí no tenía cv, no tenía derecho a paro porque no me habían dado de alta en la seguridad social cuando estuve dentro. Los trabajos que hice fueron siempre precarios. No me persiguieron como hacen con otras que se van. Creo que me trataron diferente porque estaba hecha un felpudo, no servía para nada".
Carmen concluye con una observación muy dura:
"A día de hoy lo que más me cuesta es eliminar los prejuicios de los que yo misma fui víctima. En od no se vive el evangelio porque se valora a las personas según los prejuicios, se las clasifica. Cuando eres nume y tienes otra persona delante solo valoras si te sirve o no. No la ves como una imagen de Dios, o un hijo de Dios por quien dar la vida si hace falta.
En od te enseñan a fijarte en el modo de vestir, en su estilo, su urbanidad, si es físicamente una persona agraciada, qué estatus social tiene, si tiene estudios, si intelectualmente puede ofrecer el tipo de contribución que buscan. En od prevalece un sentido utilitarista de las personas".
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