CONTACTO CERO

Para sobrevivir a los psicópatas integrados, puede ser una persona o puede ser un grupo. El afán de mando y manipular al resto de congéneres está extendido, quizás la pasión más fuerte, dura e imposible de arrancar cuando alguien se lanza por esa pendiente.

Dice que lleva 25 años tratando a víctimas de psicópatas, algo debe de saber.

Y la regla de supervivencia núm. 1 es huir. No se puede salir adelante sin eso. No hay victorias en materia de relación con psicópatas, solo hay diferentes grados de derrota. Es contracultural decirlo en nuestro mundo en el que "todo es fácil". No, no es fácil salir adelante, no es fácil practicar el contacto cero. Identificación con el agresor ¿no seré yo la psicópata?

Así pretenden que pensemos. 

La estrategia de un ex solo puede ser poner tierra por medio. 

Cuando el psicópata  no es una persona sino un conjunto, los recursos para "tenerte" son infinitos. Preciso es darse cuenta de que nunca cambiaremos "por el diálogo" un psicópata. Solo tienen un objetivo: he ganado, tiene que mostrar que te ha destrozado.

La primera media hora de este largo vídeo da las pautas. "Ten compasión de tí", al psicópata le encanta hacerte ver lo bien que está y lo mal que estás tú. Practican la Schadenfreude: literalmente, alegría del mal ajeno.

TRAS VOLVER DEL UNIV

Klaus inició a todos los efectos su vida de numerario y a someterse a ritos como la corrección fraterna y el examen particular: el examen de aquellos aspectos de la vida interior en los que el intereado tenía que poner empeño particularmente en la semana para mejorar.

"La obediencia en od es por decirlo así total, un miembro de la organización debe obedecer a su director de modo rápido, preciso, sin poner objeciones ni condiciones".

Tras haber pedido la admisión se fue de vacaciones con sus padres por última vez. El director le dijo que evitara confesarse con los curas que hubiera en el pueblo.

"La autocomplacencia y la conciencia del od en la que predomina la convicción de que son los pocos que han quedado intactos y que representan la única esperanza y el instrumento para la salvación de la Iglesia, hace que consideren que los curas de la parroquia sean mal vistos para la confesión. Hay pecados para opus que no lo son para un cura corriente. De ahí la tendencia a que los que todavía no son de la family entren en contacto con un cura nume y que se haga todo lo posible para que sea elegido como confesor".

Klaus hizo suyo el "tic" de moda en od: "Llevaba el reloj de pulsera en la otra muñeca para que me recordara que tenía que decir una jaculatoria cada vez que al mirar viera el brazo desnudo. Puse una cruz de bolsillo sobre mi escritorio, una moneda en el zapato, pasba las cuentas del rosario  mientras andaba, para acordarme de decir una oración en cada una. Otra costumbre consistió en hacer una genuflexión ante el sagrario cada vez que salía o entraba de la casa opus".

Larga lista de mortificaciones para seguir día a día: por la mañana ducha de agua fría, prescindir de la mantequilla en el desayuno, beber el café sin azúcar o al revés más dulce si te gusta amargo, dormir una noche semanal en el suelo, una vez que viví en el centro, claro, no en casa de mi familia. Los padres podía sospechar".

Todavía adolescente le entregaron un cilicio y unas disciplinas. "El director sacó del armario un objeto de metal con forma de cadena, con tres filas de anillos de los que salían pinchos. En un extremo de la cadena había un trozo de tela para atar. Me explicó que era un cilicio, que tenía que ponerlo en el muslo uniendo los  2 extremos con el lazo. Debía llevarlo 2 horas diarias. La disciplina está hecha de cuerdas con nudos y había que usarla una vez por semana, golpeándose mientras se dice una oración (credo, Salve, Acordaos).

Recuerdo que el founder los primeros años tras la fundación, usaba una disciplina especialmente dura hecha con piezas de metal o vidrio. Para los primeros que le acompañaban fue muy duro oír el tiempo que pasaba y lo duro que se daba. Aunque él se esforzaba por elminar las huellas que podían quedar de sangre en los azulejos del cuarto de baño. Mi cilicio estaba guardado en un armario del círculo juvenil Feuerstein, de donde lo podía coger cada vez. No podía sacarlo de la casa, ni llevarlo a mi domicilio familiar. Las puntas de metal entraron profundamente en mi carne y dejaron puntitos rojos.

Todavía más doloroso era usar las disciplinas aunque a diferencia del founder, mi látigo no me hacía sangrar. Por el dolor que sabía causaba era todavía peor, más desagradable y siniestro oír los golpes secos del látigo cuando algún otro nume se estaba dando, lo que me ocurrió a menudo cuando viví en Bonn en el centro de Estudios de la organización".

"Los numes a menudo eran exhortados a pedir al director espiritual permiso para llevar el cilicio más tiempo del previsto, sobre todo en período de particulares iniciativas apostólicas. El actual secretario od, J.E, dijo a propósito de Alemania, mi país en el que pitaba poca gente: ¡disciplinas! ¡disciplinas!, animando a los numes alemanes a utilizar más a menudo este látigo".

Steiglder subraya que la condición de las numes es aún peor porque además de usar cilicio y disciplinas han de dormir en una tabla de madera en lugar de en colchón.

Fue sano para la espalda, después de noches toledanas incómodas....

A pesar de esta vida a rtimo de rituales obsesivos los numes han de mostrarse alegres "por obligación": "La alegría es una de las normas de siempre, es un deber. Es preciso mostrarse frente a los demás que en od estamos alegres y felices. Los miembros oyen sin cesar, y son empujados a cada paso a sonreír. En od estimo que se sonríe mucho pero rara vez se ríe con el corazón. A menudo personas no opus me han comentado cómo el rostro de su amigo opus cambiaba cuando sabía que nadie lo miraba. La sonrisa desaparecía y se transformaba en una expresión triste y tensa".

"Una vez que se ha entrado comienza la formación del nuevo miembro, intensa en los primeros años, en realidad nunca termina. Mientras que al principio te haces con una realidad nueva y sorprendente a través de las meditaciones, conferencias, comentarios de evangelio, llega un momento en que ya te lo han contado todo, y desparece el estímulo de la novedad, tienes que escuchar lo que ya has oído cien veces, y la cosa se convierte en una insoportable prueba de paciencia. El enorme programa de formación del od, nunca se interrumpe, vive de nuevas exhortaciones, formulaciones, repeticiones".

Ferruccio Pinotti