AMIGOTES
Mira que interesante las páginas que escoge leernos Pedro Salinas. Vienen del libro "Sodoma" de Frederic Martel, presentado en Roma precisamente cuando fue la "cumbre de los abusos", febrero de 2019. Lo ha titulado los amigotes de Sodalicio, qué curioso que tuviéramos los mismos amigotes que el Sodalicio, influyentes cardenales de la curia en tiempos de Juan Pablo II. El libro tiene buena pinta, para desmitologizar todo lo que del Vaticano viene. Anoche escuchando la primera emisión de la temporada, se mencionó a uno de los que también menciona Pedro Salinas. Por cierta carta a Portillo tema prelatura.
Pero el más interesante y escandaloso es el otro, me parece haber coincidido en Torreciudad, jornada de las familias de 1995. Ministro de las familias del Vaticano, es decir presidente de ese Dicasterio creado por el papa polaco, un escándalo si la mitad de las revelaciones que se hacen en este libro son ciertas. Por supuesto las personas, todos clérigos o frailes además del dir. de Religión Digital, dan testimonio una vez que estas personas han pasado a mejor vida. No nos confundamos.
Se habló sobre motivos y causas de la obligación del celibato, que algunos cumplimos a rajatabla, era la condición querida por Dios para la vida de una, no lo olvidemos, y otros....una total caricatura, caradura, que mi mano derecha no sepa lo que hace la izquierda.
Está y estaba sobrevalorada la condición de celibato como tal. Obligar a personas de 15 años a un compromiso de esas características de por vida, debería de estar penado con cárcel. No hay madurez ninguna para asumir semejante peso...y lo hacíamos. Sin estar preparadas y sin tener real vocación ni para eso ni para casarse y tener hijos.
Por sí mismo el celibato no es santificador. No tiene que ver con la condición mejor o peor de la persona como tal persona. Y sin embargo las supers nos miraban a las numes como seres superiores en parte por esto. Por haber hecho sacrificio de la propia vida, cuando no era una decisión personal madurada con conocimiento de causa, sino una imposición, lo mismo que la cuenta de gastos o la charla semanal. Una obligación.
Que te hacía tragar abundante saliva cuando te lanzabas a ello. En mi caso no veo mérito ninguno en este hecho, asumí el celibato engañada, no tenía ni idea de la vida y me interesaban mucho más mis estudios que los chicos. Me interesaban pero me daba tanta vergüenza que casi fue un problema que me quité de encima.
Me ayudo a centrarme en los libros.
No puedo decir que haya sido una especie de pendiente insuperable: sufrir subnormales eso sí era pendiente insuperable. Te acostumbras a no mirar hombres... Nunca hubo tentaciones ni tormentos, tan frecuentes en las biografías de quienes relatan su paso por seminarios, colegios religiosos en los tiempos del pasado, cuando la moral era otra. Lo acepté y para adelante. Estaba prohibido enamorarse había que dirigir la atención a otros campos de la vida. Hay muchos y amplios ámbitos del mundo y del saber que dan abundantes satisfacciones.
Amistades y amores... que de calabazas y traiciones. A quién le vaya bien, me alegro por él. Pero es complicado. En realidad nos conformamos con cualquier cosa y a nada de nada le llamamos amistad...pero no lo son la mayoría de las veces porque no podemos contar con que den la vida por nosotros ni nosotros tampoco la damos por los demás.
La calidad de una mujer o de un hombre no se mide únicamente porque sea célibe o casada, en los dos grupos hay buenos, malos, demonios y ángeles. Pero como somos superficiales, materialistas y no andamos más que fijándonos en las apariencias, decimos y hacemos muchas tonterías.
En cualquier caso, no son amigotes como dice Salinas, son influencias, básicas si quieres progresar en un sistema de poder como es la Iglesia. Has de ganarte el beneplácito de algún purpurado. En todas las historias de comunidades sospechosas que he leído y escuchado, figura el capítulo "peloterismo eclesial". Está poco regulado, se funciona mucho por falsas amistades dentro de la Iglesia.
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